La hora de los insurgentes del centro
Con Macron puede comenzar el rearme republicano frente a los extremismos populistas
Dicen que la democracia representativa est¨¢ agotada, que no hay margen de elecci¨®n, que los partidos apenas se diferencian en sus mensajes, que todos est¨¢n cortados por el mismo patr¨®n. Seg¨²n este lugar com¨²n, los partidos ya no son de izquierdas ni derechas, sino atrapalotodo,c¨ªnicos perseguidores del m¨¢ximo n¨²mero de votantes bas¨¢ndose en t¨¦cnicas de mercadotecnia electoral importadas de los estudios de mercado y consumo.
TINA, lo llaman algunos (there is no alternative). Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisi¨®n Europea, dijo en el contexto de la crisis: ¡°sabemos lo que hay que hacer, pero no c¨®mo ganar las elecciones despu¨¦s¡±, convalidando as¨ª esta visi¨®n en la que las presiones de la globalizaci¨®n, los mercados, la Uni¨®n Europea y la austeridad llevan a los actores pol¨ªticos a una peligrosa uniformidad de la que nace un descontento general con la democracia.
Una tesis dif¨ªcil de sostener en Francia, donde una sociedad pol¨ªticamente vibrante ha impuesto una carrera hacia la presidencia en la que los cinco candidatos con m¨¢s opciones han desbordado los marcos establecidos por los partidos tradicionales, conservador y socialista, que han gobernado en los ¨²ltimos sesenta a?os.
Lo relevante de la elecci¨®n francesa es que no solo los extremistas, de derechas o izquierdas, esto es Marine Le Pen o Jean-Luc M¨¦lenchon, han protagonizado la insurgencia contra la pol¨ªtica tradicional, sino que ese mismo fen¨®meno ha tenido lugar tanto en el campo republicano como en el socialista. Porque tampoco Fran?ois Fillon ni Beno?t Hamon eran los candidatos preferidos de sus aparatos, que tuvieron que ver partir a candidatos con trayectorias tan consolidadas o veros¨ªmiles como Alain Jupp¨¦ o Manuel Valls.
Pero lo m¨¢s relevante, sin duda alguna, es que la insurgencia centrista, representada por Emmanuel Macron haya ganado las elecciones y se sit¨²e, algo impensable hace solo unos meses, a las puertas del El¨ªseo.
El pacto republicano se activar¨¢ en favor de alguien que presume de centrismo, pero que plantea ideas nuevas e incluso rupturistas. Se trata de una gran paradoja para todos aquellos que solo ve¨ªan un escenario pol¨ªtico europeo mortecino, decadente y con aroma a fin de civilizaci¨®n en el que solo se pod¨ªa elegir entre centristas sin posibilidades y peligrosos populistas.
En Francia, como se sospechaba, se pone de manifiesto que la democracia no est¨¢ en crisis, sino los partidos tradicionales. En Francia, como se esperaba con el lanzamiento de la candidatura de Macron, puede comenzar el rearme republicano frente a los extremismos populistas.En Francia, como se esperaba, puede comenzar la recuperaci¨®n de una Europa que crea en su futuro.
@jitorreblanca
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