La ¨²ltima en llegar a la lista
El reconocimiento de la OMS al micetoma como enfermedad desatendida pone en el mapa la necesidad de actuar sobre sus consecuencias
La Asamblea Mundial de la Salud aprob¨® el a?o pasado una resoluci¨®n sobre el micetoma, con el objetivo de crear conciencia sobre otra enfermedad que el mundo tiene olvidada. Como otras dolencias tropicales desatendidas de la piel, empieza por una peque?a ¨²lcera, que crece progresivamente y va consumiendo los tejidos, los m¨²sculos y los huesos. Se contrae por el contacto con hongos y bacterias que habitan la tierra, y por eso sus principales v¨ªctimas son, de nuevo, las personas m¨¢s pobres, de las comunidades rurales m¨¢s alejadas y faltas de higiene. Suele afectar a los pies y podr¨ªa evitarse tan solo calzando zapatos¡
La enfermedad es desconocida y afecta a personas sin recursos que generalmente ignoran que la sufren. Por eso, acuden a curarla en un estado tan avanzado, que la ¨²nica soluci¨®n posible es la amputaci¨®n. En otros casos, genera discapacidades permanentes que impiden llevar una vida digna y que perpet¨²an la pobreza en la que viven las personas afectadas, generalmente trabajadores agr¨ªcolas de zonas tropicales muy empobrecidas.
La inclusi¨®n del micetoma en la lista oficial de Enfermedades Tropicales Desatendidas, catalogadas as¨ª por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), es importante para que este problema salga de la invisibilidad. Al igual que otras en este grupo con manifestaci¨®n cut¨¢nea, como la ¨²lcera de Buruli, o la lepra, el micetoma est¨¢ ¡°a la cola¡± de esta lista. Son las dolencias m¨¢s olvidadas de entre las olvidadas, que afectan a las personas m¨¢s vulnerables de entre las vulnerables. Por eso, el reconocimiento formal de la OMS es un peque?o gran paso que pone en el mapa la necesidad de actuar sobre sus consecuencias, sin olvidar sus causas.
Pilar Mat¨ªas es directora de comunicaci¨®n de Anesvad.
?Qu¨¦ es el micetoma?
El micetoma (o pie de Madura) es una infecci¨®n de tipo tumoral que afecta principalmente a los pies. Hay m¨¢s de 66 microorganismos diferentes que pueden causarla, e incluso ese n¨²mero est¨¢ aumentando. La provocan bacterias u hongos. Se da en el llamado ¡°cintur¨®n del micetoma¡±, (que incluye pa¨ªses como M¨¦xico, Venezuela, Etiop¨ªa, India, Mauritania, M¨¦xico, Somalia, Sud¨¢n y Yemen, entre otros). La mayor¨ªa con climas c¨¢lidos y secos, que cuentan con un per¨ªodo lluvioso corto de temperaturas suaves. Tambi¨¦n se han observado casos en Europa, la mayor¨ªa en comunidades migrantes que provienen de ¨¢reas end¨¦micas, pero tambi¨¦n hay algunos de origen europeo.
Se cree que los agentes causantes habitan en el suelo, pero el nicho ecol¨®gico a¨²n no se ha descubierto. El micetoma no cuenta con un reservorio animal o vectorial y no se transmite de persona a persona. Su desarrollo tampoco se relaciona con deficiencias inmunol¨®gicas. Le enfermedad suele comenzar cuando los agentes causantes se introducen en el tejido subcut¨¢neo a trav¨¦s de un pinchazo o una peque?a herida. Despu¨¦s de alg¨²n tiempo, aparece un n¨®dulo peque?o que empieza a crecer lentamente. El agente se distribuye dentro en los llamados ¡°granos¡±. Su formaci¨®n s¨®lo es uno de los signos caracter¨ªsticos de la infecci¨®n.? Cuando la enfermedad se desarrolla totalmente, los microorganismos penetran desde el tejido subcut¨¢neo hacia los huesos, donde pueden destruir el hueso dentro del miembro infectado.
La mayor¨ªa de las lesiones (70%) se presentan en los pies, lo que no es sorprendente si tenemos en cuenta el entorno en que las personas infectadas viven. Tambi¨¦n pueden aparecer en manos, piernas y espalda. El micetoma afecta a todas las edades, pero suele ser m¨¢s frecuente en j¨®venes entre los 20 y los 40 a?os. Se da m¨¢s en varones que en mujeres, pero hay algunas diferencias regionales, por las que tambi¨¦n se caracterizan los agentes causantes. En M¨¦xico, por ejemplo, el micetoma es de origen bacteriano y el agente causante m¨¢s com¨²n es la Nocardia brasiliensis. En Sud¨¢n, y muchos otros pa¨ªses africanos, el origen es m¨¢s com¨²n es el hongo Madurella mycetomatis. El diagn¨®stico se suele hacer cl¨ªnicamente, pero para determinar los agentes causantes se toma una biopsia profunda y se hace un cultivo de los granos.
El micetoma se puede tratar con antibi¨®ticos (amikacina y trimetoprima-sulfametoxazol en ciclos de cinco semanas) s¨®lo en el caso de actinomicetoma. El porcentaje de curaci¨®n llega al 90% de los pacientes. El eumicetoma requiere una combinaci¨®n de cirug¨ªa y agentes antimic¨®ticos. En ambos, el tratamiento dura m¨¢s de un a?o. El eumicetoma se suele tratar con itraconazol durante seis meses, tras los cuales, la lesi¨®n se extirpa con cirug¨ªa. Y despu¨¦s, un a?o m¨¢s de terapia con itraconazol para prevenir infecciones recurrentes. La tasa de curaci¨®n del eumicetoma es baja. S¨®lo un 27% de los pacientes responde bien y entre un 2% y un 25% tiene que someterse a una amputaci¨®n final. Actualmente, no existen criterios s¨®lidos para decidir cu¨¢ndo se debe interrumpir el tratamiento. Esto hace que el manejo de la atenci¨®n al paciente sea complejo.
Algunas buenas noticias para el micetoma pueden venir en forma de nuevos tratamientos. Est¨¢ en marcha uno con fosravuconazol, que se ensayar¨¢ con pacientes pr¨®ximamente. Se trata de una colaboraci¨®n entre DNDi, el Centro de Investigaci¨®n de Micetoma en Sud¨¢n y el Centro M¨¦dico Erasmus de R¨®terdam, donde trabajo. Si se tiene ¨¦xito, se lograr¨¢ mejorar significativamente el resultado del tratamiento en los pacientes. Adem¨¢s, tambi¨¦n se est¨¢ trabajando en nuevas herramientas de diagn¨®stico y estudios que nos permitan tener un mejor conocimiento del alcance de la enfermedad en el mundo.
Wendy van de Sande, es doctora en el Centro M¨¦dico Erasmus. Departamento de Microbiolog¨ªa M¨¦dica y Enfermedades Infecciosas. Universidad de R¨®terdam.