Cuando el futuro tambi¨¦n es nost¨¢lgico
Resulta que la ciencia ficci¨®n se pone a revisitar historias de hace medio siglo. Se nos est¨¢ yendo de las manos el 'revival'
La apuesta de HBO para suceder a Juego de tronos como serie insignia es Westworld, revisi¨®n de una pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n de brocha gorda estrenada en 1973. Se hab¨ªa manejado otra alternativa, adaptar la trilog¨ªa La fundaci¨®n, que Isaac Asimov public¨® entre 1951 y 1953. En ambos casos se trata de visiones del futuro imaginadas en la segunda mitad del siglo XX. Curioso, porque se supone que este tipo de ciencia ficci¨®n, la que propone supuestos y responde con hip¨®tesis, mira siempre hacia adelante. Y, sin embargo, cada vez se dan m¨¢s casos de ficciones que se apoyan en obras del pasado.
Posiblemente, la pionera fue Battlestar Gal¨¢ctica, que en 2004 demostr¨® que una space opera televisiva para adolescentes de 1978 pod¨ªa transformarse en una forma de hablar de cosas como la invasi¨®n de Irak o la lucha entre el poder civil y el militar. Hoy, los ejemplos est¨¢n por todas partes.
En 2015, la cadena Sy-Fy convirti¨® en serie El final de la infancia, novela de Arthur C. Clarke de 1953. Amazon hizo lo mismo con El hombre en el castillo, libro de 1962 de Philip K. Dick. El pobre Dick ni siquiera vivi¨® para ver c¨®mo en 1982 Blade runner le convert¨ªa en el escritor de la edad de oro de la ciencia ficci¨®n m¨¢s adaptado a las pantallas de los ¨²ltimos 30 a?os. En 2017 se estrenar¨¢ la secuela, Blade Runner 2049. En la direcci¨®n, de nuevo, Ridley Scott, que ha decidido exprimir sus dos grandes aportaciones al g¨¦nero. Ya machac¨® Alien (1979), con esa cosa llamada Prometheus.
Son t¨ªtulos m¨ªticos para los que se criaron con los taquillazos de la ciencia ficci¨®n de la segunda mitad de los setenta y los ochenta. Exprimir la nostalgia generacional puede explicar una nueva versi¨®n de Mad Max o por qu¨¦ Disney ha convertido Rogue one, el nuevo estreno de la saga Star wars, en una reivindicaci¨®n de la est¨¦tica espacial de los setenta. O c¨®mo Stranger things, un combinado ambientado en los ochenta que mezcla la est¨¦tica de ET y Goonies con las pel¨ªculas de Carpenter y Encuentros en la tercera fase, se ha convertido en el c¨®ctel del a?o.
Pero quiz¨¢s esta tendencia a revisar futuros ya conocidos nos diga algo de nuestro estado de ¨¢nimo. La visi¨®n actual del porvenir es desesperanzada hasta dar miedo. Resulta relajante retroceder hasta un momento en que el futuro estaba lleno de androides pilotando naves resplandecientes que se mov¨ªan gr¨¢cilmente entre las estrellas.
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