¡°Libramos una revoluci¨®n pac¨ªfica a trav¨¦s de la m¨²sica¡±
La banda tuareg Tamikrest lleva su causa fuera de las fronteras africanas. Su nuevo ¨¢lbum es un llamamiento a la comunidad internacional para reconocer los derechos de su pueblo
¡°Durante su periodo de auge, Mal¨ª desarroll¨® y llev¨® a cabo un modelo de integraci¨®n pol¨ªtica en la que pueblos tan diferentes entre s¨ª como los tuareg, los wolof, los malink¨¦ y los b¨¢mbara, los songhai, los fula y los tukulor, los diallonke, etc., reconoc¨ªan a un soberano ¨²nico¡±, cuenta el historiador Joseph Ki-Zerbo, en Historia del ?frica Negra. Sin embargo, en el ¨²ltimo siglo, los tuaregs han desatado cuatro rebeliones en el norte del Mal¨ª actual. La ¨²ltima, surgida en 2012, a¨²n no ha podido implementar los acuerdos de paz de 2015, recientemente frustrados por considerarse insuficientemente inclusivos.
La ciudad norte?a de Kidal, uno de los focos de estas revueltas, sigue siendo un feudo para los separatistas del norte. ¡°Se trata de la primera cuna de la rebeli¨®n contra el Mali no-inclusivo, pero tambi¨¦n donde nosotros dimos nuestros primeros pasos y de donde sacamos nuestra inspiraci¨®n. Kidal lo es todo para nosotros¡±, asegura Ousmane Ag Mossa, l¨ªder del grupo musical Tamikrest.
La banda maliense, que acaba de editar su cuarto y ¨²ltimo disco, titulado Kidal (Glitterhouse Records, 2017), asegura que con este ¨¢lbum buscan ¡°arrojar luz" sobre lo que ha sucedido en Kidal y pretenden forzar que la comunidad internacional "reaccione", para garantizar el acuerdo que se firm¨® con el Estado de Mal¨ª hace dos a?os.
Las regiones de Kidal, Gao y Tombuct¨² suman el 66% del territorio maliense, pero albergan a solo un 9% de la poblaci¨®n, y registran las tasas de desarrollo m¨¢s bajas del pa¨ªs. En un contexto de duras condiciones de vida, las consecuencias del conflicto han sido devastadoras para su poblaci¨®n. ¡°En nuestras canciones tratamos de cantar el dolor y el sufrimiento que viven nuestros pueblos en este vasto desierto donde antes habitaban un silencio y una paz que ya no existen¡±, advierte con ¨¢speras palabras el cantante y guitarrista tuareg.
A punto de pisar la pen¨ªnsula ib¨¦rica para una gira que los llevar¨¢ por Huesca, Valencia y Barcelona, los miembros Tamikrest aspiran a llevar su causa fuera de las fronteras africanas, y se muestran cr¨ªticos con un proceso de descolonizaci¨®n que, seg¨²n ellos, dej¨® heridas abiertas que seguir¨¢n supurando mientras no se atiendan con urgencia.
"Creo que la autodeterminaci¨®n de los pueblos es un paso crucial en un mundo fundamentado en los derechos humanos y la democracia"
¡°Creo que la autodeterminaci¨®n de los pueblos es un paso crucial en un mundo fundamentado en los derechos humanos y la democracia. En nuestro caso, siempre nos hemos rebelado contra el sistema de gobierno de Mali y la fuerza con la que todos los l¨ªderes han intentado oprimirnos", dice el cantante erigi¨¦ndose en portavoz de los tuareg. "Despu¨¦s de todas las revueltas que hemos librado, hemos hecho esfuerzos para sentarnos en una mesa de negociaciones y conseguir un lugar pol¨ªtico, un estatus especial que aceptara nuestros principios, valores e identidad en un Estado al que no le importa nuestro pueblo¡±, explica Ag Mossa. Y subraya con contundencia: ¡°No es que no queramos ser parte de Mal¨ª, es que Mal¨ª no hace nada para que nos sintamos parte de ¨¦l. Nuestras revueltas son una llamada al respeto de los derechos a nuestra lengua, nuestra tierra y nuestra cultura¡±.
En la ¨¦poca medieval, los tuareg dominaron las rutas comerciales y las caravanas transaharianas. La ciudad de Tombuct¨², fundada por una familia de este pueblo en el siglo XII, se convirti¨® en un respetado centro intelectual reconocido en todo el mundo ¨¢rabe. Pero con la llegada de los franceses, a finales del siglo XIX, el esplendor tuareg cay¨® en desgracia, sus l¨ªderes fueron asesinados y sus confederaciones tradicionales se disolvieron. Tras las independencias, el pueblo tuareg, hoy formado por unos 2 millones de personas, fue dividido en diferentes Estados, comoMal¨ª, Argelia, N¨ªger, Burkina Faso o Nigeria. Seg¨²n claman, en ninguno de ellos se ha respetado completamente su sistema pastoralista, su forma de vida n¨®mada o seminomada, ni sus tradiciones.
¡°El capitalismo y el liberalismo son doctrinas y modelos que colocan lo material por encima de los valores y principios de la humanidad. Esto, visto por los ojos de los n¨®madas tuareg, es un ataque a la dignidad de los pueblos ind¨ªgenas. Por eso llevamos medio siglo de resistencia al sistema capitalista, que priva a pueblos como el nuestro de su libre determinaci¨®n¡±, alega Ousmane Ag Mossa, mostrando su rechazo a la privatizaci¨®n de las tierras que durante siglos les permitieron practicar la trashumancia o moverse en periodos de sequ¨ªa severa como los que azotan recursivamente al Sahel.
¡°Enriquecemos nuestra m¨²sica con gran diversidad de sonidos, para que sea m¨¢s accesible a todos, manteniendo el aspecto natural de nuestro estilo: el assouf"
As¨ª como el tuareg nigerino Bombino dec¨ªa que las guitarras y las voces tuareg son a menudo consideradas como armas revolucionarias, los Tamikrest levantan su voz cual grito desesperado hacia los cuatro puntos cardinales de la Tierra. ¡°Lo que estamos librando es una revoluci¨®n pac¨ªfica a trav¨¦s de la m¨²sica, para mostrarle al mundo que solo tomamos las armas cuando las demandas de nuestra noble causa son ignoradas¡±, justifica.
Mientras el conflicto ha convertido Mali en un polvor¨ªn, el sonido de Kidal est¨¢ impregnado de blues y rock tuareg, y se sirve de instrumentos tradicionales como el ngoni magreb¨ª, la mandolina cabila, el dobro o el caj¨®n para transmitir su mensaje. ¡°Enriquecemos nuestra m¨²sica por impregnaci¨®n de una gran diversidad de sonidos, para que sea m¨¢s accesible a todos, manteniendo el aspecto natural de nuestro estilo: el assouf", explica Ousmane desgranando los once cortes de su nuevo ¨¢lbum. Un trabajo que, seg¨²n ¨¦l, refleja muy bien la filosof¨ªa de la cultura tuareg y la m¨²sica tamashek, que sin dejar de ser fiel a su tradici¨®n porosa, bebe sin contradicciones de las guitarras de Mark Knofler o Eric Clapton.
Tamikrest combaten as¨ª la mala reputaci¨®n de un pueblo relacionado con continuos brotes de violencia separatista. El vocalista defiende que pretenden abrir su cosmogon¨ªa a las dem¨¢s culturas. ¡°Los tuareg estamos abiertos a la naturaleza y tenemos una de las culturas m¨¢s bellas y ricas al mundo. Los defensores de esta identidad estamos aprendiendo a mezclarnos con otras culturas, mientras que exportamos nuestros conocimientos como una contribuci¨®n al enriquecimiento de las culturas del mundo¡±, argumenta.
Wiriko es una magac¨ªn especializado en artes y culturas africanas que pretende explicar el ?frica contempor¨¢nea a trav¨¦s de su creatividad y de la voz de sus artistas. Est¨¢ formado por investigadores del campo africanista, activistas culturales y periodistas especializados en el Sur del S¨¢hara dispuestos a romper con la imagen estereotipada que se tiene del continente.
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