Un socio responsable

Todos los presidentes rectifican. Especialmente cuando se adentran en el territorio de la pol¨ªtica internacional, regido m¨¢s por los intereses permanentes, especialmente los que vienen determinados por la posici¨®n geopol¨ªtica de cada pa¨ªs, que por las ideolog¨ªas y las ocurrencias electorales.

La rectificaci¨®n suele llegar ya avanzada la presidencia, fruto de la obstinaci¨®n de los hechos o a veces de su car¨¢cter catastr¨®fico. Bush rectific¨® dos veces: la primera, tras los atentados del 11-S, cuando declar¨® la guerra global contra el terror y abri¨® la agenda de la democracia despu¨¦s de rechazar la construcci¨®n de naciones promovida por Clinton; la segunda, tras el Katrina y el fracaso en Irak, cuando prepar¨® los futuros planes de retirada de Oriente Medio que ya puso en pr¨¢ctica Obama. Tambi¨¦n este ¨²ltimo se vio obligado a suavizar sus pretensiones de paz en Oriente Pr¨®ximo y de apertura al mundo ¨¢rabe e isl¨¢mico, especialmente tras el fracaso democr¨¢tico de las revueltas democr¨¢ticas de 2011, para terminar recuperando parte de la guerra contra el terror de su predecesor.

Donald Trump va m¨¢s aprisa. No ha esperado ni siquiera a culminar los cien d¨ªas para el golpe de tim¨®n a su pol¨ªtica exterior, que empez¨® prorrusa y es ahora prochina, atendi¨® a la ideolog¨ªa alt right (la extrema derecha que se presenta como alternativa y promueve un programa de supremacismo blanco, occidental y cristiano) y ahora cuenta con militares realistas y pragm¨¢ticos y empieza escuchar a los veteranos y marginados neocons.

La presidencia de Trump es altamente vol¨¢til y escasamente fiable en un momento especialmente peligroso para el planeta

Las razones de Trump son muy distintas de las de sus predecesores. Fundamentalmente hay dos: a pesar de su edad, es un p¨¢rvulo al que sus asesores tienen que ense?arle las cuatro reglas y las primeras letras en pol¨ªtica exterior, como prueban sus declaraciones a Associated Press sobre la OTAN, en las que reconoci¨® que declar¨® obsoleta la organizaci¨®n "porque no sab¨ªa nada". Tambi¨¦n es un p¨¢rvulo en cuanto a temperamento y reacciones, motivadas por su narcisismo y su satisfacci¨®n personal, como los ni?os con las caricias y los caramelos. Como consecuencia, la Casa Blanca se ha convertido en un ca¨®tico campo de batalla en el que pugnan los grupos ideol¨®gicos y de inter¨¦s republicanos, los distintos departamentos del Gobierno y especialmente el establishment de seguridad y de inteligencia.

Si Trump ha rectificado dentro de sus primeros cien d¨ªas significa que puede rectificar m¨¢s veces en los 1.400 que todav¨ªa le quedan. Su presidencia es altamente vol¨¢til y escasamente fiable en un momento especialmente peligroso para el planeta. Aunque probablemente ya es tarde y el mal est¨¢ hecho, la mejor rectificaci¨®n que podr¨ªa esperarse es el regreso al compromiso y a la responsabilidad sobre el orden multilateral que Trump ha abandonado con su programa, sus declaraciones y sus decisiones. Washington ped¨ªa a Pek¨ªn en 2005 que China actuara como un socio responsable en la escena internacional. A la vista de los hechos es lo que ahora Xi Jinping pide a Donald Trump en cada una de las numerosas conversaciones que han mantenido, especialmente en referencia a la escalada de tensi¨®n nuclear en la pen¨ªnsula de Corea.