Okupaci¨®n
Oigo con perplejidad y enojo la noticia de que en una comunidad de vecinos de La Bisbal de L¡¯Ampurd¨¢ han instalado c¨¢maras de vigilancia, cerrojos, etc¨¦tera, para evitar la okupaci¨®n; y todo pagado de su bolsillo. Los vecinos, que pagan religiosamente sus alquileres y servicios, se quejan adem¨¢s de que estos okupas son mafias organizadas que trafican con las llaves de los pisos y se comportan de manera inc¨ªvica. Hasta han recibido amenazas. He escuchado a alg¨²n abogado intentando explicar lo inexplicable: que una vez okupada la vivienda no puede ser desalojada si no es a trav¨¦s de un proceso judicial, que, en muchos casos, puede resultar largo y estresante. Hay que cambiar la ley. El sentido com¨²n y la justicia est¨¢n por encima de leyes absurdas e injustas. El primer d¨ªa que un propietario denuncia que alguien ha entrado en su vivienda la polic¨ªa deber¨ªa proceder al desalojo e imponer la correspondiente sanci¨®n.¡ª Guillermo Mart¨ª Ceballos. Sant Pol de Mar (Barcelona).
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