El periodista total

Miguel ?ngel Bastenier lo ha hecho todo en periodismo. Y decir que lo ha hecho todo queda bien corto, porque lo ha hecho todo muy bien, siempre superando largamente el nivel de mediocridad en que naufraga con frecuencia creciente este oficio.

Bastenier ha tocado todos los palos y todas las tareas, desde redactor hasta director, desde la cr¨®nica y la entrevista hasta la columna y la cr¨ªtica literaria o de cine, desde la cobertura de unas elecciones hasta una entrevista a un destacado mandatario extranjero, pero su territorio matriz ha sido siempre la secci¨®n de Internacional, desde que empez¨® como redactor de El Correo Catal¨¢n hasta su ¨²ltimo art¨ªculo semanal este pasado mi¨¦rcoles.

Su objeto de observaci¨®n y an¨¢lisis ha sido el mundo entero, pero su atenci¨®n profesional no se ha limitado a la actualidad internacional, sino que se extend¨ªa a los deportes, el cine, la historia y la literatura, territorios todos en los que destacaba por su rigor en la evaluaci¨®n y comprobaci¨®n de las informaciones y por la calidad literaria de su escritura.

Bastenier ha sido un periodista excelente y extraordinario, de profunda formaci¨®n hist¨®rica y cultural, pero ha sido solo un periodista, sin m¨¢s pretensiones, como ¨¦l mismo se ha encargado de contar en una entrevista reciente que le ha hecho Juan Cruz. Solo un periodista, pero todo un periodista, completo, total, y como tal tambi¨¦n maestro de periodistas, en Barcelona y en Madrid, en Espa?a y fuera de Espa?a, especialmente en Am¨¦rica Latina.

Miguel ?ngel ha vivido hasta el ¨²ltimo d¨ªa la pasi¨®n y la ilusi¨®n del periodismo, que sintetizaba en la idea de contar ¡°por qu¨¦ pasan las cosas que pasan¡±. Estamos hablando de un personaje de memoria prodigiosa, de alguien que se dir¨ªa que ha visto todas las pel¨ªculas, le¨ªdo todos los libros y visitado todos los pa¨ªses, mientras a la vez escrib¨ªa millares de art¨ªculos, con precisi¨®n, rigor y velocidad de aut¨¦ntico virtuoso de este oficio, e incluso algunos libros sobre el conflicto de Oriente Pr¨®ximo, Am¨¦rica Latina o el oficio de periodista.

Su magisterio deja una caudalosa estela de disc¨ªpulos en la Escuela de Periodismo de EL PA?S en Madrid y en la Fundaci¨®n Garc¨ªa M¨¢rquez en Cartagena de Indias. Y se prolonga de forma prodigiosa en el uso de las redes sociales, y m¨¢s concretamente de Twitter, donde el vieux routier del papel era el l¨ªder del peri¨®dico, con sus 172.000 seguidores, y consegu¨ªa concentrar en 140 caracteres sus breves y agudas lecciones del periodismo m¨¢s vibrante y contempor¨¢neo.

Sus disc¨ªpulos no han sido solo los estudiantes del oficio. Cuando tuvo una Redacci¨®n al mando, como fue el caso del ya desaparecido vespertino barcelon¨¦s Tele/Expres, del que fue director, o la subdirecci¨®n de El Peri¨®dico de Catalunya y la de EL PA?S, fue siempre un jefe competente y eficaz, un maestro para sus colegas m¨¢s j¨®venes y siempre un buen compa?ero y una persona excelente. Los periodistas de EL PA?S somos los que m¨¢s tiempo y mejor hemos gozado del privilegio de su magisterio y de su amistad, desde que se incorpor¨® al peri¨®dico con el equipo fundador de la edici¨®n barcelonesa en 1982, hasta esta misma semana, cuando escribi¨® y cerr¨® su ¨²ltima columna. Gracias infinitas, Miguel ?ngel.