La enfermedad de los franceses
Los mismos que convirtieron a Hollande en un proscrito prefieren en el El¨ªseo a su heredero pol¨ªtico

El malestar que sufre Francia es una enfermedad de ricos. Es el resultado de una esquizofrenia colectiva. Los mismos que culpan de su infelicidad a Fran?ois Hollande hasta convertirlo en el presidente m¨¢s impopular de la V Rep¨²blica eligen a su heredero pol¨ªtico. Y el pa¨ªs que no hace reformas sino revoluciones apuesta por el ¨²nico candidato reformista.
?Por qu¨¦ odian ustedes tanto a Hollande? La pregunta del mill¨®n nunca ten¨ªa una respuesta clara. Cierto que la legislatura socialista incluy¨® una salvaje subida de impuestos y que la emblem¨¢tica frase de campa?a de ¡°mi enemigo son las finanzas¡± se tradujo en una lluvia de 40.000 millones en ayudas a las empresas. Y que el paro super¨® el 10%, una nimiedad en Espa?a pero un dram¨®n en el pa¨ªs vecino.
Pero tambi¨¦n es cierto que en Francia no ha habido austeridad, las escasas reformas han sido edulcoradas ¡ªincomparable la reforma laboral con la espa?ola¡ª, los sueldos no han bajado y los recortes han sido menores. En Sanidad y Educaci¨®n, inexistentes. En estos cinco a?os se han contratado a 61.000 profesores. El estado de bienestar sigue siendo la envidia del mundo.
El chauvinismo ha muerto y nadie mejor que los franceses para criticar hoy a Francia. En contra de lo que cuentan, el pa¨ªs no est¨¢ en ca¨ªda libre. Sufre una crisis pol¨ªtica y econ¨®mica ¡ª?y cu¨¢l no?¡ª, pero lo que les ocurre a los franceses es que tienen pavor a perder su tesoro. Y s¨ª, est¨¢ en riesgo si Par¨ªs no emprende algunas reformas. Pero, ay, nueva esquizofrenia: los franceses asumen que debe haber reformas¡siempre que no les afecten.
Ese catastrofismo lo han alimentado todos los candidatos menos Macron
Otro s¨ªntoma de la enfermedad: aseguran los franceses que tienen un futuro muy negro. ?Ah s¨ª? Si se lo creen, ?por qu¨¦ Francia marca a?o tras a?o r¨¦cords europeos de altas tasas de natalidad?
La dolencia la resume el director de Le D¨¦bat, el fil¨®sofo Marcel Gauchet, en la entrevista publicada por Marc Bassets: ¡°Los franceses est¨¢n hartos de su propio inmovilismo¡±. Autor de Entender la infelicidad francesa, Gauchet asegura que los franceses ¡°perseveran diab¨®licamente en su negativismo¡± y ¡°contin¨²an melanc¨®licos y crey¨¦ndose infelices¡±.
Ese catastrofismo lo han alimentado todos los candidatos. Menos uno, porque el Hollande bis, como lo llama la apocal¨ªptica y neofascista Le Pen, defiende lo que la mayor¨ªa de franceses quiere: reformas sin estridencias, flexibilidad laboral sin derogar las 35 horas, modernizaci¨®n industrial, mantenimiento del estado de bienestar, una Europa nueva, defensa del euro, respeto a los refugiados¡
Macron, rara avis, es franc¨¦s pero optimista. ¡°Los franceses temen por el futuro y quieren optimismo¡±, dijo el lunes. Ha llegado a las puertas del El¨ªseo por descarte, porque le han aupado poderosos amigos, porque es listo y porque ha tenido suerte. Ya solo falta que ayude a sus compatriotas a valorar lo que tienen.
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