Mentiras francesas
Es un t¨®pico explicar que hay que elegir entre fascismo y Rep¨²blica
El desarrollo de la elecci¨®n presidencial francesa pone de relieve unos hechos que son solo espejismos. Uno es el prematuro entierro de los dos partidos que han dirigido el pa¨ªs en los ¨²ltimos 60 a?os. La campa?a tambi¨¦n ha asentado mensajes de brocha gorda que son simplistas, si no falsos. Por ejemplo, que el domingo los franceses se dividir¨¢n entre fascistas y republicanos.
Francia, aclar¨¦moslo enseguida, es un pa¨ªs de derechas, como lo demuestra el hecho de que solo ha tenido presidentes de izquierdas ¡ªMitterrand y Hollande¡ª en 19 de los 58 a?os de la V Rep¨²blica. Y lo sigue siendo hoy, porque la eliminaci¨®n del corrupto Fran?ois Fillon se debi¨® a m¨¦ritos propios.
Todas las encuestas ¡ªque han acertado de pleno¡ª coincid¨ªan en que la derecha dura y ortodoxa, cat¨®lica y sin complejos, se aprestaba para retomar el poder. Y pese a su p¨¦sima campa?a sumergido en el lodazal del nepotismo y la malversaci¨®n, a Fillon solo le faltaron 500.000 votos para estar en la segunda vuelta. Los sondeos dicen ahora que Los Republicanos, que tienen la mayor¨ªa absoluta en el Senado, ser¨¢n la principal fuerza de oposici¨®n en el Parlamento. Luego est¨¢n heridos, pero no muertos.
La izquierda tampoco ha fallecido. Por supuesto que ha hecho un rid¨ªculo hist¨®rico. Dividida, sin discurso, con traiciones internas y al electorado, busca con ah¨ªnco la insignificancia y lo va a lograr. Pero incluso as¨ª, sus votos superan el 50% en la primera vuelta si sumamos los del social-liberal Emmanuel Macron.
Del ganador se repite hasta la saciedad que es ¡°el candidato del sistema¡±. Es cierto que le han aupado empresarios y una clase acomodada que lo ha visto como alternativa ante el fracaso de otros. Pero la pregunta es qu¨¦ candidato franc¨¦s no es del sistema. ?El ex primer ministro Fillon, con d¨¦cadas detr¨¢s en coche oficial? ?El insumiso y exsocialista M¨¦lenchon, que lleva 40 de sus 65 a?os en pol¨ªtica y ha sido concejal, eurodiputado o ministro, entre otras muchas cosas? ?Le Pen, que ha heredado una fortuna y un partido? Macron, que solo lleva cinco de sus 39 a?os en pol¨ªtica, tiene toda la raz¨®n cuando la llama ¡°par¨¢sita¡±.
Adem¨¢s de predicar el miedo y el odio ¡ª¡°Francia est¨¢ al borde de la guerra civil¡±¡ª, Le Pen se distingue de Macron en que no tiene propuestas. Pero es un t¨®pico explicar que hay que elegir entre fascismo y Rep¨²blica. Ese mantra ya no cuela. Con raz¨®n o sin raz¨®n, en Francia hay millones de enfadados, decepcionados, temerosos, descre¨ªdos, indignados...
Y es cierto que en el ADN del Frente Nacional est¨¢ el fascismo, pero esos cabreados no son fascistas. Buscan respuestas. Y ah¨ª est¨¢ Le Pen aplicando con maestr¨ªa aquel famoso lema de ¡°v¨®tame, dales donde les duele¡± con el que triunf¨® Batasuna en las europeas de 1987. Pero ya lo dijo Jean Cocteau: ¡°Una mentira a medias nunca es una media verdad¡±.
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