Vuelve la euforia laboral

Despu¨¦s de una Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) mediocre en el primer trimestre, el paro registrado de abril devuelve el optimismo al Gobierno. Efectivamente, el mes pasado se registr¨® una marca hist¨®rica en la ca¨ªda del desempleo (disminuy¨® en 129.281 personas, un descenso mensual r¨¦cord que supera el de junio de 2013) y la afiliaci¨®n a la Seguridad Social subi¨® en 212.216 cotizantes, otro hito. Hay razones que justifican esta mejora espectacular. La primera es estacional: como la Semana Santa se celebr¨® en abril, lo que rest¨® a la EPA en los tres primeros meses del a?o lo ha sumado el mes pasado. La presi¨®n del turismo es la otra; el n¨²mero de asalariados en el sector de la hosteler¨ªa ha crecido en m¨¢s de 96.000 durante el mes.

Aunque el paro registrado no es la medida m¨¢s exacta del mercado laboral (para eso est¨¢ la EPA), lo cierto es que los indicios son buenos. Incluso depurados de estacionalidad, los datos de empleo y afiliaci¨®n demuestran que la econom¨ªa presenta una tasa de crecimiento notable, pr¨®xima al 3%; incluso podr¨ªa sugerirse que la proyecci¨®n de crecimiento deber¨ªa revisarse al alza otra vez. Tambi¨¦n muestra que los tipos cero y el petr¨®leo barato tienen efectos singularmente positivos.

Pero ¡ªsiempre lo hay¡ª el paro registrado nada nos dice de la elevada tasa de paro juvenil o entre los mayores de 45 a?os. Ni del descenso preocupante de la poblaci¨®n activa. Al equipo econ¨®mico le deber¨ªa inquietar que el crecimiento del PIB (algo por debajo del 3% anual) sea inferior al aumento del empleo (3,8% en tasa interanual en abril en t¨¦rminos de afiliaci¨®n). O que la productividad detr¨¢s de esta creaci¨®n de empleo es ¨ªnfima, o que los empleos creados presentan un valor a?adido bajo y un salario aun m¨¢s bajo. O todo ello. Aficionado a la euforia macroecon¨®mica, el Gobierno deber¨ªa aceptar de una vez que la sociedad necesita otra pol¨ªtica de rentas y una pol¨ªtica activa de empleo.