Tragedia

Hace unos d¨ªas, hablando de pol¨ªtica en Tur¨ªn, una amiga ironizaba sobre las escisiones del Partido Democr¨¢tico, ¨²ltima reformulaci¨®n de la izquierda italiana. Aqu¨ª se escinden los dirigentes, dec¨ªa, primero un grupito, luego otro, pero ellos solos, sin militantes, no los necesitan¡­ Si Italia sigue siendo el laboratorio pol¨ªtico de Europa, la situaci¨®n del PD dibujar¨ªa la etapa sucesiva de los procesos que la socialdemocracia est¨¢ viviendo en todo el continente. Se habla mucho en estos d¨ªas de la libertad que Melenchon ha otorgado a sus votantes en la segunda vuelta de las elecciones francesas, pero m¨¢s interesante resulta que los dirigentes del Partido Socialista, desde el poder, hayan pedido el voto para Macron en contra de su propio candidato, excesivamente izquierdista para su gusto, aunque fuera elegido en primarias por los militantes de su partido. El divorcio entre las direcciones y la militancia se repite aqu¨ª y all¨¢, una y otra vez, en lo que ya representa toda una tragedia para la socialdemocracia europea, y no me refiero s¨®lo a los resultados electorales, sino a un aspecto mucho m¨¢s grave, su propia identidad. Pero lo verdaderamente alarmante es la radical ausencia de an¨¢lisis sobre un tema que, unos y otros, aqu¨ª y all¨¢, resuelven con ataques personales y golpes de efecto a corto plazo, que despu¨¦s no llegan a ser golpes ni a tener efecto, porque las ¨¦pocas en las que los aparatos impon¨ªan a las bases su voluntad con mano f¨¦rrea est¨¢n muy lejos ya. La consecuencia natural de este proceso es la escisi¨®n entre militantes sin dirigentes y dirigentes sin militantes. Mientras tanto, la derecha arrasa en las elecciones, aqu¨ª y all¨¢, una y otra vez. Yo creo que merecer¨ªa la pena pensar un poco en todo esto.