La ¨²ltima oportunidad para Francia y Europa

Los catastrofistas se han equivocado esta vez. ?Ya era hora! Cuando hace medio a?o leyeron que el miedo a un triunfo de Le Pen era infundado respondieron con el mantra de que nadie hab¨ªa previsto tampoco el Brexit o el triunfo de Trump. La l¨ªder neofascista ha quedado incluso por debajo de lo que le auguraban las encuestas. Sin embargo, la alegr¨ªa no es completa.

Francia ser¨¢ liderada cinco a?os por el joven centrista Emmanuel Macron. Con ¨¦l como octavo presidente de la V Rep¨²blica, Francia, harta de los dos partidos hegem¨®nicos sin respuestas, estrena experimento. Tiene por delante la tit¨¢nica tarea de poner en orden un pa¨ªs enfermo, muy enfermo, como lo demuestra el hecho de que el ultraderechista Frente Nacional (FN) ha logrado un ¨¦xito nunca visto desde su creaci¨®n en 1972.

Marine Le Pen lo ha convertido en un partido homologable, normal. Un drama y una terrible amenaza para la segunda potencia de la zona euro y para la UE. Desde 2014, el FN es el primer partido de Francia, como lo demuestra el hecho de que ha sido el m¨¢s votado en las elecciones recientes m¨¢s significativas: europeas, departamentales y regionales.

La racha la ha roto Macron, pero la ultraderecha ha batido todos sus r¨¦cords: el 21% en la primera vuelta y ahora el 35% en la segunda, el doble de lo que Le Pen registr¨® en las anteriores presidenciales. Su homologaci¨®n se basa en una masiva captaci¨®n de apoyos de enfadados obreros, j¨®venes y agricultores, que son los tres graneros lepenistas. Al fen¨®meno se ha sumado ahora una preocupante novedad sin precedentes: la ruptura para siempre del frente republicano, el cord¨®n sanitario para frenar a la ultraderecha.

El primer culpable ha sido el radical y equilibrista M¨¦lenchon, pero se le han sumado sin escr¨²pulos votantes de la derecha. No ha sido casual. El 40% de los 7,2 millones de votos al derechista Fillon en la primera vuelta eran de cat¨®licos. Pues bien, ha sido escandaloso el silencio de la Iglesia cat¨®lica. Mientras musulmanes, jud¨ªos y protestantes ped¨ªan el voto a Macron, el papa Francisco se iba por la tangente: ¡°No conozco a Macron¡±.

La crisis econ¨®mica, la mundializaci¨®n, la migraci¨®n¡­ son factores que generan esa legi¨®n de franceses enfadados que alimentan a la extrema derecha al no encontrar respuestas a sus problemas. Macron promete defenderles, promete defender a Francia, como ha dicho nada m¨¢s conocer los resultados. Y promete hacerlo con y desde Europa.

Par¨ªs y Europa cantan la derrota de la eur¨®foba Le Pen, pero no cabe ni un solo d¨ªa de tregua. Los franceses se han dado una ¨²ltima oportunidad y, de paso, tambi¨¦n se la han dado a Europa. Hay cinco a?os para encontrar respuestas y este domingo ha empezado la cuenta atr¨¢s. No solo para Par¨ªs. Tambi¨¦n para Madrid, Roma, Lisboa, Varsovia¡­ Si Macron no acierta, la amenaza terminar¨¢ por ocupar el El¨ªseo la pr¨®xima vez.