Una dif¨ªcil cuesta arriba
Emmanuel Macron se enfrentar¨¢ a fuertes resistencias y a la ira acumulada contra Europa
Igual que alguien que acaba de superar por los pelos un infarto, Europa puede brindar con champ¨¢n y dar gracias por la victoria de Emmanuel Macron. Pero la copa no est¨¢ ni siquiera medio llena y, si Europa no cambia su forma de actuar, lo ¨²nico que se habr¨¢ conseguido es aplazar el fat¨ªdico momento.
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El pr¨®ximo presidente de Francia es un brillante producto de la ¨¦lite nacional, un hombre que comprende los profundos problemas estructurales del pa¨ªs y tiene buenas ideas sobre c¨®mo abordarlos, un s¨®lido equipo pol¨ªtico y un compromiso real con la Uni¨®n Europea. Cuando, despu¨¦s de las elecciones del pr¨®ximo oto?o en Alemania, se forme un Gobierno centrista y europe¨ªsta en Berl¨ªn, Alemania y Francia tendr¨¢n la oportunidad de encabezar una reforma que fortalezca la UE.
Ahora bien, saboreen el champ¨¢n mientras puedan, porque la copa ya est¨¢ vac¨ªa. Pasemos a las tres tazas de caf¨¦ de una realidad m¨¢s preocupante.
La primera taza: m¨¢s de un tercio de los que han votado en la segunda vuelta lo han hecho por Marine Le Pen. ?En qu¨¦ ¨¦poca vivimos que tenemos que celebrar ese resultado? Gracias al magn¨ªfico sistema electoral franc¨¦s y a su fuerte tradici¨®n republicana, el resultado ha sido mejor que las victorias de Trump y el Brexit, pero, en cierto sentido, la realidad de fondo es peor. Trump proced¨ªa del mundo del capitalismo pirata, no de un partido establecido de extrema derecha, y, en el caso de Reino Unido, la mayor parte del 52% que vot¨® por el Brexit no lo hizo por Nigel Farage. En cambio, despu¨¦s de la repugnante, mentirosa e insultante actuaci¨®n de Le Pen en el debate televisivo del mi¨¦rcoles pasado, nadie pod¨ªa tener ninguna duda de a qui¨¦n estar¨ªa votando. A su lado, Farage parece casi razonable.
El pa¨ªs que nos dio en 1789 el gran ejemplo de revoluci¨®n violenta nos ha mostrado ahora la personificaci¨®n de la contrarrevoluci¨®n antiliberal que se extiende hoy por el mundo. Le Pen es la quintaesencia del populismo nacionalista moderno. Ella misma presumi¨® en el debate de que era la mejor situada para lidiar con este mundo nuevo, ¡°para hablar de Rusia con Putin, para hablar de EE?UU con Trump, para hablar de Reino Unido con Theresa May¡± (resulta nauseabundo ver a una primera ministra brit¨¢nica con semejantes compa?¨ªas). Todo hace pensar que, detr¨¢s de esta ola de reacci¨®n populista contra la globalizaci¨®n, la liberalizaci¨®n y la europeizaci¨®n, existe todav¨ªa mucha ira acumulada.
Si no logra imponer reformas en Francia, es posible que tengamos a Le Pen de presidenta en 2022
Segunda taza: Macron sabe lo que hay que hacer en Francia, pero tiene pocas probabilidades de poder hacerlo. A los que votaron por Le Pen hay que sumar los numerosos ciudadanos que se abstuvieron, incluidos los votantes de izquierdas que dijeron que esta segunda vuelta era una elecci¨®n entre dos males. El presidente electo no cuenta con un partido establecido, por lo que no est¨¢ nada claro qu¨¦ mayor¨ªa surgir¨¢ de las elecciones legislativas del pr¨®ximo mes. Muchos le llaman ¡°Renzi 2.0¡±, en referencia al antiguo primer ministro italiano, que aspiraba a hacer tantas reformas. Su objetivo es reducir el gasto p¨²blico, del 55% del PIB a nada menos que el 52%. En Francia, los obst¨¢culos al cambio son inmensos, desde unos sindicatos muy poderosos y un sector p¨²blico inflado hasta unos agricultores que acostumbran a obstruir las carreteras con sus tractores. Si no logra imponer reformas en Francia, es posible que tengamos a Le Pen de presidenta en 2022.
Tercera taza: est¨¢ muy bien que Macron tambi¨¦n quiera reformar la UE, pero eso no entra dentro de sus competencias. Con el desagradable giro que han adoptado ya las negociaciones del Brexit, Reino Unido ha pasado de ser un gran aliado para la reforma de Europa a ser una tremenda distracci¨®n. Italia, con una deuda p¨²blica superior a la de Francia, un sector bancario fr¨¢gil y una pol¨ªtica fracturada, puede proporcionar la siguiente crisis de la eurozona. Las causas fundamentales de la crisis de los refugiados no se han resuelto. En Hungr¨ªa y Polonia gobiernan populistas antiliberales. Las propuestas de Macron para la reforma de la eurozona ¡ªuna pol¨ªtica fiscal com¨²n, un ministro de finanzas conjunto, que se comparta parte de la deuda y la culminaci¨®n de la uni¨®n bancaria¡ª no sentar¨¢n bien entre los votantes alemanes. Su promesa m¨¢s importante ha sido ¡°una Europa que proteja¡±. Muy bien, pero ?c¨®mo?
En definitiva, este no es m¨¢s que un valioso respiro. A¨²n est¨¢ todo por hacer, y Europa est¨¢ ante su ¨²ltima oportunidad.
Timothy Garton Ash es catedr¨¢tico de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford, donde dirige el proyecto freespeechdebate.com, e investigador titular en la Hoover Institution, Universidad de Stanford. Su ¨²ltimo libro es Libertad de palabra: Diez principios para un mundo conectado. Este mes recibir¨¢ el Premio Internacional Carlomagno. @fromTGA
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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