Las confesiones de DiMaggio sobre su relaci¨®n con Marilyn Monroe
Un amigo del exjugador de b¨¦isbol recoge en un libro las an¨¦cdotas de su matrimonio con la actriz, su enfado con Sinatra y su amor plat¨®nico por Elle Macpherson
Para toda una generaci¨®n de estadounidenses criados durante la Segunda Guerra Mundial, Joe DiMaggio fue uno de sus mejores deportistas, el h¨¦roe del b¨¦isbol que hizo so?ar a una naci¨®n en guerra. Para el resto, el jugador de los Yankees ser¨¢ por siempre el segundo esposo de Marilyn Monroe, el hombre que estuvo junto a la actriz cuando la encontraron muerta y que la visti¨® para su ¨²ltima puesta en escena antes de ser enterrada. Alguien que los conoci¨® a todos: a Frank Sinatra y a su Rat Pack, a los Kennedy y a bellezas m¨¢s modernas como Elle Macpherson. Pero ¨¦l siempre fue muy reservado. Ahora ven la luz algunas de sus confesiones.
El libro Dinner with DiMaggio: Memoirs of an American Hero recoge casi una d¨¦cada de continuas cenas, comidas y hasta desayunos que el deportista mantuvo con su pod¨®logo, amigo y confesor, el doctor Rock Positano. ¡°Joe me dijo que me contaba todas estas historias porque alg¨²n d¨ªa pod¨ªan servirme. Y hago honor a sus deseos escribiendo una biograf¨ªa respetuosa¡±, ha argumentado el autor del libro a la prensa.
Por supuesto muchas de las p¨¢ginas est¨¢n dedicadas a la mujer de su vida, la musa de Hollywood con la que solo estuvo casado nueve meses. Aunque hubo rumores de una posible segunda boda si ¨¦l ¡°no hubiera sido tan orgulloso¡± y ella no hubiese acabado con su vida. ¡°Doctor, Marilyn me dijo que ning¨²n hombre la hizo sentir como yo¡±, se confes¨® el deportista, fallecido en 1999 a los 84 a?os y que ?siempre estaba preocupado por su virilidad. Seg¨²n su propia versi¨®n, cuando el deportista y la int¨¦rprete se juntaban en el dormitorio ¡°era como una lucha de dioses que desataba rayos y truenos¡±.
Su r¨¢pido divorcio se atribuy¨® a los celos del jugador, que no pudo soportar la imagen m¨¢s ic¨®nica de la actriz, refresc¨¢ndose con el aire del metro neoyorquino que le levantaba las faldas en La tentaci¨®n vive arriba (1955). Aunque el doctor Positano ofrece otra versi¨®n que oy¨® de DiMaggio. ¡°Fue cosa de mujeres. Marilyn estaba dolida por su imposibilidad para tener hijos¡±, le cont¨® el jugador que ya ten¨ªa un hijo de su primer matrimonio. Aunque nunca se volvi¨® a casar, ¨¦l tuvo otros amores. En el caso de la top Elle Macpherson, plat¨®nico. La modelo australiana era tambi¨¦n cliente del pod¨®logo y el deportista, ya entrado en los 70, se qued¨® prendado de su belleza cuando la vio un d¨ªa llegando a su casa.
Mucho menos respeto tuvo por Frank Sinatra y sus amigos, a quienes culp¨® de la amistad que se forj¨® entre el entonces presidente Kennedy y Marilyn Monroe. Pero fue Sinatra quien le dijo a DiMaggio que la actriz pensaba en ¨¦l cuando hac¨ªa el amor con su siguiente (y tercer) marido, el autor Arthur Miller. Tambi¨¦n le cont¨® que la actriz siempre guard¨® una foto suya en el armario, algo que provoc¨® los celos del dramaturgo.
¡°El ¨²nico problema era su falta de higiene¡±, le confes¨® DiMaggio a su pod¨®logo. Seg¨²n escribe en el libro, el deportista que era muy escrupuloso se quejaba de que la belleza hecha mujer tardaba varios d¨ªas en ba?arse, algo que justificaba por ¡°sus ataques depresivos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.