Puntos de orientaci¨®n
Las primarias obligan a orientarse a partir de una ¨²nica referencia, la maquiaveliana: tener el poder o no
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A la vista de los avales presentados por los dos principales candidatos a las primarias, el PSOE se asoma al precipicio. Y ya sabemos que cuando esto ocurre la mayor¨ªa de las formaciones pol¨ªticas suelen acabar despe?¨¢ndose por ¨¦l. Es el resultado de las guerras de poder interno, las ambiciones personales y, sobre todo, la desorientaci¨®n, la p¨¦rdida de puntos de referencia. Ahora mismo es un partido aturdido y desgarrado que no ha sabido reinventarse despu¨¦s de la competencia que le surgi¨® con Podemos y que, como otros de la familia socialdem¨®crata, vaga a la b¨²squeda de una nueva identidad.
Y, sin embargo, algunas condiciones objetivas no son tan malas. Empecemos por el punto de orientaci¨®n espacial, por el eje izquierda/derecha. Despu¨¦s de Vistalegre II y del giro a la derecha de Ciudadanos, le ha quedado expedito todo el carril del centro-izquierda, el m¨¢s amplio y mejor asfaltado en un pa¨ªs como Espa?a.
Hay un segundo punto de referencia, el de dentro/fuera, que es decisivo para todo partido. Consiste en buscar el adecuado equilibrio entre la cohesi¨®n interna de la organizaci¨®n y la apertura a las necesidades de la sociedad. Si se cierra en exceso sobre s¨ª mismo acabar¨¢ alien¨¢ndose a su electorado potencial; si se abre demasiado perder¨¢ el referente que le permite el ejercicio de su funci¨®n como agente pol¨ªtico estable, previsible y conformador de identidad institucional. El PSOE hasta ahora se hab¨ªa inclinado demasiado sobre el aparato, el ¡°dentro¡±; pero si en nombre de una supuesta ¡°espontaneidad democr¨¢tica¡± se entrega en demas¨ªa al entorno malograr¨¢ aquello que lo identifica como tal.
?El PSOE va a guiarse por las viejas rutinas, los desgastados esl¨®ganes, o arriesgar¨¢ con valent¨ªa por el porvenir?
Un tercer punto de orientaci¨®n es el temporal, pasado/futuro. ?Va a guiarse por las viejas rutinas, los desgastados esl¨®ganes, o -como Macron supo jugar con inteligencia-, arriesgar¨¢ con valent¨ªa por el porvenir? Este hoy pasa por Europa y exige la pol¨ªtica grande de afrontar con decisi¨®n los retos del futuro m¨¢s que regodearse en los viejos discursos y distinciones gastadas. A dicho eje se le podr¨ªa superponer otro, ese que M. Canovan ha denominado pol¨ªtica pragm¨¢tica/pol¨ªtica redentora. Esta ¨²ltima es la pol¨ªtica que tiene fe en s¨ª misma y que, sin dejar de poner los pies en la realidad, se atreve a so?ar otra cosa.
El obsesivo punto de orientaci¨®n de S¨¢nchez es el PP, a cuya destrucci¨®n parece haber encomendado el alma. Y el de D¨ªaz es el partido y su reconstrucci¨®n interna. Todo lo dem¨¢s pasa a la letra peque?a. Pero para batir al PP o recomponer el partido parece que hace falta algo m¨¢s ¡°redentor¡±, pasar de las luces cortas a las luces largas. Se dir¨¢ que eso vendr¨¢ luego. Lo malo es que para cuando toque puede que ni haya partido ni espacio electoral que disputar. Es lo que tienen las primarias, que obligan a orientarse a partir de una ¨²nica referencia, la maquiaveliana: tener o no tener el poder.
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