Del general De Gaulle a Macron

Macron, con el ¨¦xito repentino de su golpe de mano, espectacular, ha dislocado el antiguo r¨¦gimen pol¨ªtico de Francia enterrando los partidos eje de la V Rep¨²blica: republicanos y socialistas, que se han suicidado. Nacida en 1958 mediante un golpe de Estado encabezado por el general De Gaulle, sancionado democr¨¢ticamente, aprovechando el fracaso de la patol¨®gicamente inestable IV Rep¨²blica y la crisis de Argelia. Seis d¨¦cadas y dos mundos muy diferentes separan al resistente y h¨¦roe de la resistencia y de la Francia libre, fundador de un r¨¦gimen, del joven banquero de solo 39 a?os presidente electo de Francia. Un analista describe lo ocurrido como el paso de los taxis cl¨¢sicos al Uber, o de las viejas librer¨ªas a Amazon.

Emmanuel Macron, liberado del peso de la historia, de momento sin grupo parlamentario propio, sin ascendencia ideol¨®gica clara, armado de un liberalismo integral adobado de reformismo social, intentar¨¢ que Francia acepte la modernidad para poner de acuerdo con el siglo XXI a la segunda econom¨ªa de la UE. De Gaulle, extraordinario estadista y gran escritor, ten¨ªa una cierta idea de Francia que vio cumplida solo en parte. Una Francia indispensable con peso mundial, condenada a un destino excepcional, que no ser¨ªa Francia sin alcanzar la grandeza. Ocurre ahora en ese pa¨ªs y en todo nuestro mundo algo que no es nuevo, y que describi¨® agudamente en el siglo XIX el poeta franc¨¦s Alfred de Musset: ¡°Todo lo que era ya no es; todo lo que ser¨¢ a¨²n no lo es. No busquemos en otro lado el secreto de nuestros males¡±. El soberanismo y el estatismo, tan arraigados en la vieja Francia, se resisten a morir. ?Cu¨¢l es la idea de Francia de Macron? La modernidad, el impulso, el optimismo que acabe con el at¨¢vico pesimismo y ansiedad por el declive de un pa¨ªs rico, culto, dulce.

Como De Gaulle, Macron cree en un Estado fuerte, protector, con un sector p¨²blico adelgazado pero eficaz, y un mercado laboral que combine la flexibilidad con la seguridad. Rechaza el dirigismo econ¨®mico, tan franc¨¦s y tan gaullista. Apuesta por el europe¨ªsmo incluyente frente al patriotismo de hojalata. Macron es un centrista radical que reivindica un nuevo humanismo y cree en las pol¨ªticas transversales entre la derecha y la izquierda. Macron, que tiene bastante de JFK, de revoluci¨®n generacional, pidi¨® en su primer discurso como presidente electo: ¡°Ciudadanos, que cada uno de nosotros tome su parte de poder¡±.

Como De Gaulle, Macron cree en un Estado fuerte, protector, con un sector p¨²blico adelgazado pero eficaz, y un mercado laboral que combine la flexibilidad con la seguridad

La audacia y la suerte, que Napole¨®n ped¨ªa para sus generales, y que acompa?aron tambi¨¦n a De Gaulle, han empujado a Macron al El¨ªseo. Hay que ser valiente para hacer campa?a envolvi¨¦ndose en la bandera de una Europa en tiempos oscuros. Tener suerte y saber aprovecharla. El descalabro del inane y corrupto Fillon, heredero del general, y la destrucci¨®n del Partido Socialista. Macron supo verlo: ¡°El sistema se ha descompuesto y caer¨¢. Hay que recogerlo¡±. No lo tendr¨¢ f¨¢cil. Una nueva generaci¨®n de ciudadanos europe¨ªstas tomar¨¢ los mandos de Francia. Refleja el esp¨ªritu del tiempo l¨ªquido que vivimos. Nos permite so?ar de nuevo con que siempre nos quedar¨¢ Par¨ªs. fgbasterra@gmail.com