Valentino Garavani, jubilado de bronce a los 85

¡°Despu¨¦s de m¨ª, el diluvio¡±. En 2007, Valentino Garavani describ¨ªa as¨ª lo que cre¨ªa que iba a pasar en su propia firma y, por extensi¨®n, en el mundo de la moda tras su jubilaci¨®n. Con estas palabras, dichas con media sonrisa, se cerraba Valentino, el ¨²ltimo emperador, el documental de Matt Tyrnauer que retrat¨® el fin de una ¨¦poca. El grupo Permira se hab¨ªa hecho con su marca y ¨¦l se negaba a convertirse en un empleado respondiendo a las ¨®rdenes de un jefe, as¨ª que prefer¨ªa irse a lo grande, con una gran retrospectiva en el Ara Pacis de Roma y un ¨²ltimo desfile de alta costura en el museo Rodin de Par¨ªs al que asistieron Miuccia Prada, Alber Elbaz y Emmanuel Ungaro para mostrar sus respetos al patriarca.

Garavani, con su permanente bronceado un punto m¨¢s tostado si cabe por unas vacaciones recientes en Gstaad, camin¨® su ¨²ltima pasarela sin hacer intento alguno por reprimir las l¨¢grimas y se retir¨® a una vida nada monacal. El dise?ador, que acaba de cumplir los 85 a?os, y su antiguo socio y expareja, Giancarlo Giammetti, son probablemente las ¨²ltimas personas del mundo que mantienen las temporadas de la jet set a la antigua usanza, como si vivieran permanentemente en una fotograf¨ªa de Slim Aarons.

Pasan cinco meses al a?o en su casa de Londres, dos en Par¨ªs, coincidiendo con las semanas de la moda ¡ªeste febrero, asisti¨® a la pasarela de la firma que fundaron¡ª y dos en Nueva York, casi siempre hacia finales de a?o, en las agitadas semanas previas a la Navidad, en las que se les suele ver en galas y estrenos de cine. En 2014, por ejemplo, coincidieron en el estreno de Un coraz¨®n normal con los a¨²n casados Brad Pitt y Angelina Jolie y los cuatro se hicieron selfies. Por supuesto, empiezan el a?o en los Alpes y pasan el verano recorriendo el Mediterr¨¢neo en su famoso yate, donde cuelgan los retratos que Warhol hizo del dise?ador. Mucho menos conocido y apenas fotografiado es Bruce Hoeksema, el discreto arquitecto estadounidense que se cree que ha sido pareja de Valentino durante los ¨²ltimos 30 a?os.

Mientras, la casa que fund¨® en 1959 no solo no se ha hundido en el diluvio sino que vive uno de sus mejores momentos. A Alessandra Facchinetti, la inmediata sucesora de Garavani, le sustituy¨® la discreta pareja profesional formada por Pierpaolo Piccioli y Maria Grazia Chiuri en 2008. Desde el a?o pasado, cuando Chiuri dej¨® Valentino por Dior, Piccioli qued¨® solo al mando de una firma que conserva algunos trazos de la que ide¨® el fundador ¡ªen Valentino no hacen falta conceptos ni excusas para crear una colecci¨®n, solo vestidos bellos bien cortados¡ª, pero funciona de manera muy distinta. Ahora los accesorios, la especialidad de Chiuri y Piccioli, suponen casi la mitad de las ventas, en parte gracias a la exitosa l¨ªnea Rockstud, nuevo emblema de la marca. Adem¨¢s, han ganado importancia la colecci¨®n masculina y la segunda l¨ªnea, Valentino RED. En conjunto, la firma super¨® los mil millones de d¨®lares en beneficios en 2015 y conserva las excelentes relaciones con Hollywood y la industria de la alfombra roja que siempre fueron importantes para Garavani. Al fin y al cabo, ¨¦l decidi¨® hacerse dise?ador tras ver?Las chicas de Ziegfield (1941) en el cine, con Hedy Lamarr, Lana Turner y Judy Garland.

Su salto a la primera l¨ªnea de la moda tambi¨¦n se debi¨® a una figura p¨²blica, cuando en 1964 una reci¨¦n enviudada Jackeline Kennedy le compr¨® seis vestidos en blanco y negro para su primer a?o de luto y el joven romano, que hab¨ªa aprendido con Balenciaga y Jean Dess¨¨s, se convirti¨® en el primer dise?ador-celebrity, tan o m¨¢s famoso que sus clientas.