Cerca tuya, Pedro

Dijo la presidenta de Andaluc¨ªa en el debate socialista del pasado 15 de mayo, dirigi¨¦ndose al ex secretario general del PSOE, Pedro S¨¢nchez: ¡°Cuando la gente que ha trabajado cerca tuya resulta que no se f¨ªa de ti, deber¨ªas hac¨¦rtelo ver¡±. (Y al copiarlo as¨ª para este art¨ªculo, el corrector inform¨¢tico de Word modifica en un santiam¨¦n la expresi¨®n, y reescribe sin consultarme: ¡°cerca de ti¡±).

Parece que el uso de los posesivos aplicados a los adverbios se va extendiendo entre la clase pol¨ªtica espa?ola. Le pas¨® esta vez a Susana D¨ªaz, pero el propio S¨¢nchez, como otros muchos, tiene antecedentes en esto. (Tele 5, mi¨¦rcoles 3 de febrero de 2016: ¡°Agradezco que el partido est¨¦ detr¨¢s m¨ªo¡±).

Tanto ¡°cerca¡± como ¡°detr¨¢s¡± o ¡°delante¡± son adverbios y no asumen la misma abstracci¨®n de propiedad o pertenencia que permite un sustantivo. O sea: podemos decir ¡°su casa¡±, pero no ¡°su detr¨¢s¡±.

En la oraci¨®n ¡°ha trabajado cerca tuya¡±, esta ¨²ltima palabra evoca la posesi¨®n de ¡°cerca¡±, lo cual s¨ª tendr¨ªa sentido si se tratara de un vallado: ¡°Esa cerca tuya est¨¢ muy deteriorada¡±, por ejemplo. (Y ahora el corrector de Word tambi¨¦n pone ¡°cerca de ti¡± donde yo hab¨ªa escrito ¡°cerca tuya¡±, pese a ser adecuado en este caso).

Sobre esas construcciones, el Diccionario panhisp¨¢nico de dudas acad¨¦mico se?ala en la entrada ¡°cerca¡±: ¡°Por su condici¨®n de adverbio, no se considera correcto su uso con posesivos: cerca m¨ªo, cerca suyo, etc¨¦tera (debe decirse cerca de m¨ª, cerca de ¨¦l¡­)¡±.

Por tanto, este idioma que los hablantes construyeron con finura durante siglos ha determinado que los posesivos ¡°tuyo¡±, ¡°suya¡±, ¡°vuestro¡±, ¡°nuestro¡±¡­ puedan ir detr¨¢s de un sustantivo, pero no de un adverbio. De ese modo, se puede decir ¡°al lado suyo¡± porque se puede decir ¡°a su lado¡±, y se usa ¡°a costa suya¡± porque cabe expresar ¡°a su costa¡±. Lo mismo sucede con ¡°alrededor m¨ªo¡± y ¡°a mi alrededor¡±, ya que se percibe ¡°alrededor¡± como sustantivo que tiene variaci¨®n de n¨²mero (¡°los alrededores¡±).

Sin embargo, no se deber¨ªa decir ¡°delante m¨ªo¡± porque no se puede decir ¡°en mi delante¡±. Y por la misma raz¨®n no valen ¡°detr¨¢s suyo¡±, ¡°encima m¨ªo¡±, ¡°debajo suyo¡±, ¡°enfrente m¨ªo¡±, ¡°lejos tuyo¡±¡­, puesto que no decimos ¡°en mi detr¨¢s¡±, ¡°en mi encima¡±, ¡°en tu lejos¡±¡­ La Nueva gram¨¢tica de la Academia (p¨¢gina 1.361) precisa que tales usos no son recomendables en un lenguaje culto, y que en esos casos el pronombre debe expresarse en su forma personal y con la preposici¨®n de: ¡°debajo de ti¡±, ¡°encima de m¨ª¡±, ¡°cerca de ¨¦l¡±, ¡°enfrente de m¨ª¡±, ¡°lejos de ella¡±¡­

D¨ªaz aplic¨® adem¨¢s la concordancia en femenino, pese a que los adverbios son invariables (es decir, no tienen g¨¦nero ni n¨²mero). Dijo ¡°cerca tuya¡±.

Y la Academia endurece ah¨ª su juicio, precisamente para calificar esta concordancia en femenino como ¡°m¨¢s desprestigiada¡± a¨²n que la anterior.

Tal vez alg¨²n d¨ªa se diluyan ¨¦sta y otras sutilezas que ha ido formando la evoluci¨®n del idioma, sobre todo si los pol¨ªticos insisten en ello. Y esto ser¨ªa consecuencia de lo que parece sucedernos hoy: el lenguaje culto no se divulga, sino que se vulgariza.

Pero tambi¨¦n cabe que ocurra lo contrario: que mucha gente instruida identifique como indoctos y vulgares, y quiz¨¢s indignos de su confianza, a quienes al hablar en p¨²blico desde?an habitualmente el registro culto de la lengua y, por tanto, no son conscientes de lo que eso puede dar a entender.