Agon¨ªa brasile?a
Es necesario modificar la Constituci¨®n para permitir elecciones adelantadas
La grav¨ªsima crisis en la que vuelve a encontrarse Brasil ¡ªdespu¨¦s de que se haya abierto al presidente, Michel Temer, una investigaci¨®n por autorizar presuntamente el soborno del encarcelado expresidente del Congreso, Eduardo Cunha, para que no revele lo que sabe¡ª muestra que quienes impulsaron la destituci¨®n de la anterior presidenta, Dilma Rousseff, con el argumento de que era necesario para salvar las instituciones, no pod¨ªan estar m¨¢s equivocados o no pudieron obrar con m¨¢s mala fe. El golpe bajo que supuso la expulsi¨®n de Rousseff de la jefatura del Estado, retorciendo de forma impropia y ventajista las normas constitucionales que rigen el enjuiciamiento pol¨ªtico, no ha hecho sino incrementar la sensaci¨®n general, dentro y fuera de Brasil, de que la corrupci¨®n campa a sus anchas por una de las mayores democracias y econom¨ªas del planeta.
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Hay que destacar la admirable independencia que ha demostrado desde hace a?os la justicia brasile?a, ciertamente sin parang¨®n en muchos lugares del planeta, incluyendo algunas democracias asentadas. Jueces y fiscales est¨¢n resistiendo todo tipo de presiones en un proceso que est¨¢ suponiendo una aut¨¦ntica catarsis y provocando la agon¨ªa de una clase pol¨ªtica y empresarial que no ha sabido estar a la altura de una sociedad comprometida con su desarrollo pol¨ªtico, econ¨®mico y, tambi¨¦n, ¨¦tico.
Hay que subrayar que la gravedad de los delitos de los que se acusa a Temer es mucho mayor de lo que fue el ilegal cambio de partidas en los presupuestos por el que fue destituida Rousseff. En este estado de cosas, la justicia debe seguir ejecutando su labor hasta sus ¨²ltimas consecuencias y no ceder a amenazas ni a falsos razonamientos que creen que son los jueces, y no los corruptos, quienes est¨¢n causando un da?o irreparable al pa¨ªs.
Una de las peores caracter¨ªsticas del terremoto que sufre Brasil es que la soluci¨®n legal a esta crisis institucional es de enorme complejidad. La Constituci¨®n del pa¨ªs sudamericano ¡ªun sistema presidencialista¡ª no prev¨¦ la celebraci¨®n de elecciones anticipadas antes de los comicios previstos para octubre de 2018. Y en caso de una hipot¨¦tica salida de Temer de la presidencia de la rep¨²blica ser¨ªa el ya de por s¨ª desacreditado Congreso el encargado de elegir a un nuevo jefe del Estado para que completara el mandato.
Pero con las instituciones cay¨¦ndose a pedazos, la econom¨ªa tratando de salir de la crisis y una sociedad indignada y poco receptiva a los recortes emprendidos por Temer ¡ªla prometida reforma del sistema de pensiones tiene un rechazo del 70%¡ª Brasil no puede permitirse el lujo de dejar pasar otro a?o y medio sin hacer nada mientras los ciudadanos son v¨ªctimas del desastre de corrupci¨®n y mala gesti¨®n. Por ello, parece inevitable que el Congreso ponga en marcha cuanto antes los mecanismos legales de reforma de la Constituci¨®n que permitan un adelanto electoral, y que sean los brasile?os quienes elijan a un jefe del Estado que cuente con la legitimidad de las urnas y el mandato expl¨ªcito de devolver a los brasile?os unas instituciones democr¨¢ticas libres de corrupci¨®n y a Brasil al lugar internacional que merece.
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