Pedro Aguilera, el cineasta de las tinieblas
El donostiarra llena de amarguismo su ¨²ltima pel¨ªcula ¡®Demonios tus ojos¡¯, que le est¨¢ proporcionando dulces momentos en forma de premios
Est¨¢ usted en su casa buscando porno. De repente, un v¨ªdeo llama su atenci¨®n. Le da al clic de agrandar y descubre que es su hermanastra, a la que hace tiempo que no ve. Este es el punto de partido de Demonios tus ojos, la nueva y tercera pel¨ªcula de Pedro Aguilera (San Sebasti¨¢n, 1977). A partir de ah¨ª, el filme propone el tenebroso viaje que ese hombre, director de cine a la saz¨®n, emprende para irrumpir de nuevo en la vida de esa hermanastra convertida por una pantalla en objeto de deseo. En el Festival de M¨¢laga le vali¨® premios a un inquietante Julio Perill¨¢n en el papel de lobo y a Ivana Baquero encarnando a una perversa Caperucita Roja.
Confieso que la pel¨ªcula me hizo reflexionar sobre muchas cosas, pero no acab¨¦ de saber qu¨¦ quer¨ªa contar. Nunca quiero contar nada en concreto. Mis pel¨ªculas surgen de una imagen o de una idea. Esta habla de la manipulaci¨®n entre personas, de intentar convertir a los dem¨¢s en lo que uno quiere. Tambi¨¦n juega con el tema de los l¨ªmites. El protagonista es un tipo vac¨ªo, sin moral, que est¨¢ siempre llevando al l¨ªmite a las personas y a las situaciones. Y se encuentra con que el ¨²ltimo l¨ªmite es la familia porque es un espejo de lo que uno es. Por poner un ejemplo muy salvaje: Adolf Hitler pudo cargarse a seis millones de jud¨ªos, pero a Eva Braun la cuidaba que te mueres.
?Es esa manipulaci¨®n de la que me habla propia del director de cine o ya es cosa de todos? Un director de cine siempre est¨¢ jugando con los l¨ªmites y manipulando la realidad. Tienes que hacerlo. Cuando en el siglo XIX aparece la fotograf¨ªa, esta se convierte en la representaci¨®n fidedigna de la realidad. Error. Realidad e imagen son distintas. Y esto, que era patrimonio del fot¨®grafo o del director de cine, se ha extendido a tal nivel y ha generado tal confusi¨®n que la gente piensa que lo que graba con su m¨®vil es lo real. Y no es cierto. Se parece, es semejante, pero no es lo mismo. Toda mi pel¨ªcula es una frustraci¨®n audiovisual. El protagonista compara lo que ha visto con la realidad y no encaja. As¨ª que fuerza la situaci¨®n hasta lograr que lo que ¨¦l crey¨® ver se haga realidad.
"Soy vitalista, entusiasta, intento ayudar a la pe?a y estar de buen rollo, pero hago pelis oscuras¡±
Y adem¨¢s vivimos en una era hipersexualizada¡ Cuando ¨¦ramos cr¨ªos, encontrar porno era siempre por casualidad: ese VHS en casa de tu t¨ªo en el que pon¨ªa Rambo 3, o esa revista porno que mangabas en un quiosco. Yo ten¨ªa una revista guarra. ?Una! Y ahora estamos todo el d¨ªa rodeados de im¨¢genes que nos erotizan. Yo estoy todo el d¨ªa excitado. Quieren que no se objetualice a la mujer, pero nos est¨¢n permanentemente bombardeando con im¨¢genes. Y, como animales que somos, estamos todo el d¨ªa deseando. Uno desea lo que ve.
Sus pel¨ªculas ¨CLa influencia, Naufragio y esta ¨²ltima¨C son, seamos francos, un poco para cortarse las venas¡ No me hab¨ªa dado cuenta hasta ahora, pero todas mis pel¨ªculas son un poco cr¨®nicas de suicidios.
?De d¨®nde le viene tanto tormento? A partir de hoy sacar¨¦ mi lado luminoso [risas]. Supongo que el oscuro lo dejo en mis pel¨ªculas. Mi mierda va ah¨ª. Es liberador y un poco ego¨ªsta: le doy la mierda al espectador. Pero desde peque?o sent¨ª la llamada de las tinieblas de manera muy fuerte. Casi todos mis gustos est¨¦ticos han sido siempre muy jodidos. De hecho, el personaje de referencia del protagonista de Demonios tus ojos es Dr¨¢cula.
Ay, Haneke, ?cu¨¢nto mal ha hecho! [Risas.] Soy vitalista, entusiasta, intento ayudar a la pe?a y estar de buen rollo, pero hago pelis oscuras. A un t¨ªo atormentado ver cine oscuro le provoca querer ir a casa a suicidarse. A m¨ª me sucede lo contrario. Recuerdo una temporada en la que estaban en los cines La pianista y Luc¨ªa y el sexo. Llevaba chicas a ver La pianista porque me pon¨ªan cachondo la pel¨ªcula e Isabelle Huppert, y sal¨ªan espantadas. E iba a Luc¨ªa y el sexo con t¨ªas y pasaba justo lo contrario: eran ellas quienes se pon¨ªan cachondas y yo sal¨ªa vomitando. Tambi¨¦n es cierto que no te puedes pasar la vida escarbando y transitando por el lado oscuro.
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