Una Constituyente sin legitimidad
El presidente de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, no puede convocar directamente una Asamblea Constituyente democr¨¢tica sin consultar al pueblo y ello deber¨ªa ser denunciado por quienes se mantienen leales a la memoria de Ch¨¢vez
La Gaceta Oficial del 1? de mayo de 2017 pasar¨¢ a la historia negra de la pol¨ªtica latinoamericana. En sus 16 p¨¢ginas, el presidente Nicol¨¢s Maduro convoc¨® a una Asamblea Nacional Constituyente y cre¨® una comisi¨®n presidencial con el objeto de elaborar ¡°una propuesta de bases comiciales y sectoriales¡± para la conformaci¨®n y funcionamiento de la citada asamblea.
Es por todos conocida la profunda crisis social, econ¨®mica y, por ende, pol¨ªtica que atraviesa Venezuela. Tras el fallecimiento de Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas, quien fue nombrado como su sucesor, Nicol¨¢s Maduro, gan¨® las elecciones del 14 de abril de 2013. Inici¨® con esa presidencia un r¨¦gimen poschavista que ha demostrado tener poco o nada que ver con el proceso de cambio iniciado en diciembre de 1998, cuando la partidocracia sucumbi¨® ante los empujes populares que clamaban por un cambio del sistema pol¨ªtico desde las ra¨ªces. En cuatro a?os el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro ha socavado los cimientos populares que sustentaban con fuerza el proceso de cambio, ha violado los derechos humanos y ha sumergido al pa¨ªs en una ola de represi¨®n y de dificultades. Mientras, la corrupci¨®n ha campado a sus anchas. Una nueva aristocracia petrolera se ha conformado bajo el paraguas de la renta del crudo, el clientelismo, las comisiones por el manejo del mercado interior y la especulaci¨®n de divisas en un ineficiente mercado cambiario controlado por el Gobierno.
El madurismo, consciente de la erosi¨®n de legitimidad que no pudo suplir con palabras vac¨ªas, alusiones permanentes e im¨¢genes repetidas del fallecido presidente Ch¨¢vez, ha evitado en los ¨²ltimos a?os cualquier confrontaci¨®n democr¨¢tica en las urnas. Dificult¨® la convocatoria del refer¨¦ndum revocatorio presidencial previsto en la Constituci¨®n (art¨ªculo 72 de la Constituci¨®n de la Rep¨²blica Bolivariana de Venezuela, CRBV), persigui¨® a cuanto movimiento, interno o externo, se le opon¨ªa y posterg¨® sine die las elecciones a gobernadores y parlamentos de los Estados, incumpliendo la Constituci¨®n de 1999 y actuando con pretensiones autoritarias. El intento en abril de 2017 del Tribunal Supremo de finiquitar las competencias legislativas de la Asamblea Nacional, mayoritariamente opositora, radicaliz¨® el conflicto y desnud¨® las verdaderas intenciones del madurismo.
La ¨²ltima sorpresa ha sido la convocatoria a una Asamblea Constituyente que Maduro realiz¨® el pasado 1 de mayo y que se tradujo en el citado decreto, norma que requiere ser analizada desde dos puntos de vista: el de su oportunidad y el de su constitucionalidad.
La propuesta del Gobierno arrasa con los avances de la Constituci¨®n de 1999
Desde el punto de vista de la oportunidad, el decreto est¨¢ dividiendo a¨²n m¨¢s a un pa¨ªs al borde de un definitivo conflicto violento. Se trata de una huida hacia adelante que f¨¢cilmente puede ser le¨ªda como un intento de mantener el poder a toda costa, a pesar de la imparable p¨¦rdida de popularidad y legitimidad. La propuesta del Gobierno significa arrasar con los avances democr¨¢ticos de la Constituci¨®n de 1999 y redactar un texto constitucional que responda a los intereses de quienes ahora gobiernan y quieren seguir haci¨¦ndolo. El decreto no prev¨¦ un refer¨¦ndum de activaci¨®n del poder constituyente, como el que convoc¨® Hugo Ch¨¢vez en 1999; se plantea la elecci¨®n de constituyentes representantes de los sectores sociales de incierta procedencia y elecci¨®n. Pero el asunto m¨¢s grave es que se trata de una convocatoria acomodada a los intereses del Gobierno y que desecha la idea de integrar a todos los sectores sociales, incluidos aquellos que se posicionan contra el madurismo. Por tanto, no se podr¨ªa hablar de una Asamblea Constituyente democr¨¢tica.
Quienes crean que los sectores que confrontan al actual Gobierno venezolano son exclusivamente la oposici¨®n golpista, aquella que siempre se ha posicionado contra el proceso de cambio, est¨¢n totalmente equivocados. Por supuesto, tambi¨¦n existen poderosos sectores de oposici¨®n no democr¨¢tica. Pero en la actualidad buena parte de los sectores contrarios al Gobierno est¨¢n formados por personas que participaron a favor del chavismo y que entienden que el madurismo ha traicionado los fundamentos democr¨¢ticos del proceso iniciado en 1998. Estos sectores no se han movido de la posici¨®n ideol¨®gica que mantuvieron durante los ¨²ltimos a?os y han reclamado en innumerables ocasiones una rectificaci¨®n por parte del Gobierno. Rectificaci¨®n que nunca ha llegado.
Desde el prisma de la constitucionalidad, el decreto es inconstitucional. Una lectura del art¨ªculo 347 de la CRBV (¡°El pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de dicho poder puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente...¡±) y del art¨ªculo 348 CRBV (¡°La iniciativa a la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podr¨¢n tomarla el presidente o presidenta de la Rep¨²blica en Consejo de Ministros...¡±) solo puede tener una lectura democr¨¢tica: la Constituci¨®n diferencia entre la decisi¨®n de convocar la Asamblea Constituyente y la iniciativa para tomar tal decisi¨®n. La iniciativa corresponde al presidente de la Rep¨²blica, entre otros ¨®rganos; pero la decisi¨®n compete en exclusiva al pueblo. Por tanto, es requisito necesario el refer¨¦ndum constituyente. En definitiva, Maduro tiene competencia para preguntarle al pueblo si quiere activar un nuevo proceso constituyente, pero no para convocarlo.
Se equivocan quienes creen que frente al madurismo solo est¨¢ la oposici¨®n golpista
Consiguientemente, tanto desde la perspectiva de la oportunidad como desde un an¨¢lisis jur¨ªdico, el presidente Maduro no puede convocar leg¨ªtima y directamente una Asamblea Constituyente democr¨¢tica. De consolidarse el decreto del 1? de mayo, el resultado ser¨ªa una farsa que tristemente confirmar¨ªa la tendencia autoritaria del Gobierno.
Es por ello por lo que la convocatoria de una Asamblea Constituyente por parte del presidente Maduro, si se produce sin consultar al pueblo, ser¨ªa un nuevo atentado a la voluntad democr¨¢tica del mismo. Corresponde por tanto denunciarlo, en particular por quienes, fieles a la memoria del presidente Ch¨¢vez, no pueden permitir que se acabe con el ¨²ltimo vestigio del modelo impulsado por el creador de lo que se ha dado en llamar chavismo: la Constituci¨®n que Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas impuls¨® y que, bajo su Gobierno, permiti¨® generar en Venezuela un modelo democr¨¢tico y unas pol¨ªticas p¨²blicas que, por primera vez en d¨¦cadas, mejoraron el nivel de vida de las clases desfavorecidas y generaron un sistema de atenci¨®n m¨¦dica, educativa y social como escasas veces se ha dado en Latinoam¨¦rica.
Los argumentos anteriores no pueden descartar que en un futuro no deba pensarse en un nuevo proceso constituyente que mejore y actualice la Constituci¨®n de 1999. Pero este proceso deber¨ªa ser democr¨¢tico, fruto del principio una persona, un voto, impulsado desde la ciudadan¨ªa, producto de un aut¨¦ntico di¨¢logo social donde se incluya a los sectores opositores, y que huya de la violencia y la confrontaci¨®n.
Roberto Viciano Pastor y Rub¨¦n Mart¨ªnez Dalmau son profesores de Derecho Constitucional de la Universitat de Val¨¨ncia y fueron asesores del proceso constituyente venezolano de 1999.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.