Mantillas sibilinas
Ivanka y Melania Trump no se llevan tan bien, coinciden en algo: por m¨¢s ricas que sean, el sagrado protocolo las confunde
Mayo es un mes de ferias y festivales. Esta semana, por ejemplo, se han celebrado las ferias de Sanl¨²car de Barrameda y se termina el Festival de Cannes. Presidido este a?o por Pedro Almod¨®var, Cannes es una superferia de cine, joyas, vestidos e incluso conflictos con pel¨ªculas que no se proyectar¨¢n en salas de cine sino en plataformas digitales. La gira de Donald Trump por Arabia Saud¨ª, Israel, Italia y B¨¦lgica, empez¨® un poco festivalera como para distraer, porque Trump se enfrenta a una investigaci¨®n por sus presuntas relaciones con Rusia, e incluy¨® un toque g¨®tico y folk, como salido de la serie American Horror Story, con la visita al papa Francisco. Para m¨ª, es un retrato de estos tiempos: una imagen chocante, tenebrosa y rupturista. El ¨²nico que sonr¨ªe es Don Donald, mientras que el resto consigue transmitir un desasosiego casi sobrenatural. Las mantillas o tocados de Ivanka y Melania parecen dise?adas por las gemelas terror¨ªficas de El Resplandor o por alguien muy af¨ªn a Hillary Clinton o por alguna velina bromista que quiso re¨ªrse un poco. Me parece que al papa Francisco casi le dio un corte de digesti¨®n porque, el pobre, podr¨ªa sospechar que m¨¢s que hacerle una visita ven¨ªan a pedirle un exorcismo.
En Am¨¦rica dicen que parecen de la Familia Adams, pero a m¨ª me recuerdan a aquella foto de familia en el ¨²ltimo matrimonio de Liza Minelli, donde tambi¨¦n hubo una indigesti¨®n estil¨ªstica importante. Hay quienes piensan que Ivanka y Melania se inspiraron en las hijas de Zapatero cuando visitaron la Casa Blanca y decidieron innovar un poco en el Vaticano. Pero est¨¢ claro que las dos, que no se llevan tan bien, coinciden en algo: por m¨¢s ricas que sean, el sagrado protocolo las confunde. Tampoco hay que llevarse las manos a la cabeza, porque el expresident Francisco Camps tambi¨¦n se hizo un l¨ªo aceptando trajes regalados de G¨¹rtel precisamente para ir a una audiencia con el papa Ratzinger. No sab¨ªa si ten¨ªa que llevar corbat¨ªn blanco y frac blanco o no y al final esos trajes terminaron apart¨¢ndolo de la presidencia. Y del Vaticano.
La foto viene a perfilar la idea que Estados Unidos suele tener del resto del mundo. No pueden entender que en continentes tan peque?os cohabiten tantas ferias y protocolos. Melania no us¨® velo en Arabia Saud¨ª pero opt¨® por una cofia rar¨ªsima para ir al Vaticano. Parece de justicia, ciega y divina, que dos millonarias salgan retratadas como unas caricaturas de la americana guapa, rica pero equivocada. Aunque Melania gan¨® muchos puntos en Israel cuando le dio un manotazo a su marido, quien la hac¨ªa caminar detr¨¢s como si le diera verg¨¹enza. En Estados Unidos han puesto esa imagen casi tanto como retransmiten Despacito de Luis Fonsi por todas las radios. Con eso, Melania se reactiv¨® y ese milagro dur¨® hasta entrar en la biblioteca privada del Papa.
La vida es m¨¢s una feria que una biblioteca. Y en Estados Unidos hay otro tipo de milagros y de conocimiento. El m¨¢s intrigante es Cher. La cantante, de 71 a?os, regres¨® semidesnuda al escenario en la entrega de los premios Billboard donde desempolv¨® parte de su repertorio. Y tambi¨¦n desenterr¨® dos trajes, uno de Bob Mackie del a?o 89 que le sienta a¨²n mejor en 2017. Los cr¨ªticos solo se atrevieron a se?alar que en el 89 se ve¨ªa un ombligo a trav¨¦s de la transparencia agujereada y que ahora hay transparencia pero ya no hay ombligo. A lo mejor no es tan necesario para seguir siendo un icono y una voz maravillosa y para constatar que no hay nada mejor en la vida que ser Cher. Es m¨¢s, si me dejaran, me pondr¨ªa ese traje el d¨ªa que me toque mi audiencia con el Papa.
Esa reaparici¨®n de Cher coincidi¨® con la de Felipe Gonz¨¢lez. Ambos estrategas nacieron en los a?os cuarenta y ambos siguen en el escenario. Felipe demostrando que no pierde comba, apoya ahora a Pedro S¨¢nchez. En ese sentido, Gonz¨¢lez resulta m¨¢s vaticano, m¨¢s sutil, que el exministro Corcuera, que reapareci¨® el martes para abandonar el PSOE casi dando una patada en la puerta. ?Qu¨¦ modales! Las ferias y los protocolos se acumulan y todav¨ªa nos queda decidir el traje para el pr¨®ximo desfile del WorldPride en Madrid. O nos ponemos el quimono africano que llev¨® Victoria Abril a Cannes o nos plantamos las mantillas de las se?oras Trump. Y nos vamos de feria.
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