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La democracia debe liquidar todas las cuentas pendientes con la dictadura
![Escudo preconstitucional franquista en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DXEKH26Z2KIXZGJ4KC3P43AY2Q.jpg?auth=d805e7facba7438454ec30a369cdb8de815d88c2f3c4dc0ba185db5cb43aa845&width=414)
Art¨ªculos sobre el Valle de los Ca¨ªdos
La propuesta no de ley que aprob¨® hace unos d¨ªas el Congreso, con el apoyo de una amplia mayor¨ªa, la abstenci¨®n del PP y ning¨²n voto en contra, para exhumar los restos de Franco y sacarlos del Valle de los Ca¨ªdos puede convertirse en otra iniciativa m¨¢s que provoca durante unos d¨ªas un peque?o revuelo y que luego queda arrinconada y olvidada hasta que, en otro momento, vuelva a resucitar para repetirse una vez m¨¢s el cansino proceso de escenificaci¨®n de viejas cuentas pendientes que tienen su origen en la Guerra Civil y la larga dictadura. En este caso, ya sali¨® al quite el portavoz del Gobierno, ??igo M¨¦ndez de Vigo, para decir que no tocaba, que el acuerdo mayoritario del Congreso solo serv¨ªa para abrir viejas heridas.
M¨¢s de 80 a?os despu¨¦s del golpe de Estado contra la Rep¨²blica, que termin¨® propiciando una cruenta guerra fratricida y una larga y sanguinaria dictadura, no ha habido a¨²n un acuerdo duradero entre todas las fuerzas pol¨ªticas para cerrar de una vez por todas aquel aciago periodo y, lo que es peor, hay quienes regresan de tanto en tanto a soplar las brasas que a¨²n titilan de aquello para agitar las banderas que se levantaban en uno y otro frente por si les sirven para sacar petr¨®leo en el presente. Y ya es tiempo de que los muertos descansen en paz, y de evitar burdas caricaturas entre lo que fue aquello y lo que ocurre ahora.
La Ley de la Memoria que Zapatero puso en marcha deb¨ªa haberse le¨ªdo en esa clave, como el proyecto que ven¨ªa a cerrar las heridas y a pasar de una vez al olvido ¡ªes decir, a que salieran de la estricta lucha partidista¡ª los rencores que quedaran de aquel tr¨¢gico periodo. Hacerlo bien pasaba por atender a una de las ¨²ltimas reclamaciones de las v¨ªctimas, la de desenterrar a sus muertos de las miles de cunetas que quedan dispersas por el territorio espa?ol como una marca de la feroz represi¨®n franquista. Y obligaba tambi¨¦n a enfrentarse a los trazos simb¨®licos que segu¨ªan exaltando a la dictadura en pueblos y ciudades y, de manera monumental, en lugares como el Valle de los Ca¨ªdos. Aquella ley, que pudo aplicarse con mayor o menor suerte durante el Gobierno socialista, qued¨® paralizada con la llegada del PP. Y, lo m¨¢s grave, no lim¨® las antiguas asperezas que sobreviven: en algunos lugares, las incendi¨®.
Y eso es justo lo que ya no tiene ning¨²n sentido. La democracia espa?ola deber¨ªa dar se?ales de su madurez y enfrentarse al tratamiento del pasado como un asunto de Estado. Trazar algunos acuerdos m¨ªnimos sobre lo que signific¨® aquello, saber escuchar a las tantas comisiones de expertos que se han ido creando y deshaciendo y donde pueden estar reflejadas todas las sensibilidades pol¨ªticas, hacer pedagog¨ªa con los m¨¢s recalcitrantes, encontrar aquellos lugares de memoria donde mejor puedan sostenerse los valores democr¨¢ticos de la Espa?a actual. Eso va m¨¢s all¨¢ de exhumar los restos de Franco del Valle, que por acertada que sea podr¨ªa quedar en otra an¨¦cdota m¨¢s: lo que hace falta es un plan y, m¨¢s importante todav¨ªa, una clara y rotunda voluntad de las fuerzas pol¨ªticas de no seguir sirvi¨¦ndose de la metralla del pasado para hacer la pol¨ªtica el presente. ?Ser¨¢ alguna vez posible que los dem¨®cratas unan de una vez sus fuerzas para cerrar los estertores que quedan de aquella aciaga dictadura?
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