Vida(s)

No siempre querer es poder. Hay ratos en los que solo est¨¢s t¨². Y corre ah¨ª afuera el mundo, no digo que no, pero es un dibujo animado, un paisaje en alta velocidad visto desde un tren que avanza pesado, y dentro del tren vas t¨², y ves la vida pasar y a veces, solo algunas veces, pero algunas, tan crueles, tan ah¨ª, piensas que los ¨¢rboles, los r¨ªos, las monta?as, las personas, las vacas y las estaciones no van contigo, que el acontecer acontece contigo fuera, que es una pel¨ªcula en c¨¢mara r¨¢pida que se te escapa, que eres una fruta pel¨¢ndote a ti misma, de fuera para adentro, que quieres pero no puedes, incluso a veces ni quieres, aunque podr¨ªas.

Conversan, hablan de sus cosas, de sus ni?os, de sus investigaciones en la universidad, de lo bueno que es ese humorista, del ¨²ltimo y del pr¨®ximo viaje, de ese amigo com¨²n, de tantos y tantos planes que haremos, aunque nunca los vamos a hacer. T¨² oyes sin escuchar. Porque tienes la mala suerte de que, justo en ese momento, all¨¢ enfrente, monte arriba, la sombra de un grupo de nubes ha dibujado pinturas abstractas, y est¨¢s tratando de interpretarlas, de imaginarlas, de disfrutarlas.

Y de repente, lo peor: ¡°?Verdad, fulanito, t¨² qu¨¦ opinas?¡±.

Y t¨² opinas, o inventas, o improvisas. Y se te nota. Y caes una y otra vez en la misma/hip¨®crita tonter¨ªa: ?por qu¨¦ fingir ante ellos y ante ti en vez de decir: ¡°Perd¨®n, es que estaba imaginando los cuernos de un ciervo en aquella nube¡±?

La vida es una jungla: es maravillosa, pero incorporarse a ella no siempre es f¨¢cil. Y el que est¨¦ libre de pecado¡­ pues enhorabuena para ¨¦l.