La raz¨®n por la que echar hielo a tu caf¨¦ es un disparate

Echarle hielo al caf¨¦, o mejor dicho, volcar el contenido de una taza de caf¨¦ humeante en un vaso con unos cubitos de hielo, es recurso habitual como clausura de una comida en cuanto asoma el calor. Es una de esas decisiones fruto del ingenio del homo sapiens; con ese sencillo gesto obtiene, a la vez, el chute del caf¨¦, necesario para afrontar el sopor vespertino en esta ¨¦poca del a?o, y frescor para el gaznate. Convierte el recio caf¨¦ (por lo general solo) en otra cosa, y encima gratis, ya que el hielo no te lo suelen cobrar. Realizar la operaci¨®n sin derramar una sola gota es una muestra simult¨¢nea de habilidad, experiencia y saber estar.

"A?adiendo hielo lo que hacemos es que la proporci¨®n de la bebida no est¨¦ regulada. Los aromas se pierden totalmente"

Pero, como la mayor¨ªa sabe, el hielo es ¨²nicamente agua en estado s¨®lido, de modo que lo que estamos haciendo al prepararnos con esmero nuestro caf¨¦ con hielo no es otra cosa que a?adirle agua. Y eso tiene un efecto: ¡°Y negativo, en gran parte de los casos¡±, afirma Diego L¨®pez, barista de Escuela Cafento, conferenciante y uno de los grandes expertos en caf¨¦ en Espa?a. ¡°En la taza tienes una proporci¨®n de caf¨¦ y agua, que es la correcta para que ese caf¨¦ est¨¦ bien. A?adiendo hielo lo que hacemos es que la proporci¨®n de la bebida no est¨¦ regulada. Los aromas se pierden totalmente. Luego hay que analizar los hielos: si el fabricador est¨¢ limpio, si no ha cogido sabor¡­¡±. En la misma l¨ªnea se pronuncia Siffe Rabani, barista de La Bicicleta (Madrid): ¡°Cuando el hielo se derrite le quita al caf¨¦ potencia y altera su sabor¡±.

La opini¨®n de Axel Sim¨®n, campe¨®n del certamen Barista de Espa?a SCA 2017 y profesor en la Fundaci¨®n IECAF? (Barcelona), es m¨¢s ben¨¦vola: el hielo, incluso cuando empieza a derretirse, transforma el caf¨¦, pero eso no tiene por qu¨¦ ser malo. ¡°Cambia unas caracter¨ªsticas por otras¡±, dice. ¡°Puede acentuar la acidez, que es la caracter¨ªstica m¨¢s perceptible cuando baja la temperatura. Y al reducir la concentraci¨®n de la infusi¨®n volvemos la bebida m¨¢s dulce. Si es un caf¨¦ de cafeter¨ªa, que sabemos que suele ser amargo, vamos a reducir ese amargor¡±.

Si te gusta el caf¨¦ potente, amargo y poco ¨¢cido, el hielo no est¨¢ hecho para ti. Ahora bien, aquellos que prefieren un caf¨¦ ¡°m¨¢s liviano, en el que el amargor no se acent¨²e tanto¡±, como indica Sim¨®n, encontrar¨¢n su ideal en esa cl¨¢sica combinaci¨®n o en bebidas como el cold brew, una modalidad en boga seg¨²n la cual la infusi¨®n se realiza en fr¨ªo. Si partimos de un caf¨¦ ya de por s¨ª con una elevada acidez, al mezclarlo con hielo ¡°la acidez posiblemente se nos dispare y se convierta en una bebida desagradable¡±, apunta Sim¨®n.

Hay una f¨®rmula para disfrutar de un caf¨¦ fr¨ªo con la menor intromisi¨®n del hielo: usar una coctelera. ¡°Dentro de esta hay mucho espacio, y al agitarla muy fuerte el hielo no se calienta. En cambio, cuando en una terraza dejas el caf¨¦ con el hielo 10 minutos, ?c¨®mo est¨¢ cuando te lo vas a tomar? Ya no parece que es un caf¨¦¡±, dice L¨®pez.