Diplomacia, defensa y desarrollo
Espa?a debe reforzar los recursos que dedica a la acci¨®n exterior
Los Presupuestos del Estado son una medida de lo que realmente importa en un pa¨ªs y, a la hora de aprobarlos, cada uno arrima el ascua a su sardina. Pues bien, en los ¨²ltimos presupuestos queda bastante claro que importa poco lo que sucede en el exterior. En general, los pa¨ªses europeos declaramos que vivimos en un mundo interdependiente en el que todo lo que pasa fuera nos afecta. Sin embargo, preferimos dar la espalda a realidades como la guerra civil en Siria o la pobreza extrema y el cambio clim¨¢tico en ?frica que tienen un impacto evidente sobre Europa.
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Muchos piden un aumento de la ayuda oficial al desarrollo hasta el 0,7% del PIB, el objetivo de Naciones Unidas solo alcanzado por los pa¨ªses n¨®rdicos. Otros reclaman subir el presupuesto de defensa que, en el caso de Espa?a, se sit¨²a en torno al 0,9%, el m¨¢s bajo de los pa¨ªses de la OTAN. Se escucha menos en los medios, pero los recursos destinados a la acci¨®n exterior y la diplomacia son tambi¨¦n escasos. En realidad, deber¨ªan reforzarse todos estos. Frente a las voces que presentan como incompatibles la subida de los presupuestos de desarrollo y de defensa hay que subrayar que, en la realidad internacional, la seguridad, el respeto de los derechos humanos y el progreso van de la mano. La seguridad es una precondici¨®n del desarrollo. All¨ª donde deben crearse las condiciones para un avance de las sociedades locales, en situaciones post-conflicto, de reconstrucci¨®n de pa¨ªses, la seguridad es tan necesaria como la asistencia civil. De hecho, en muchos escenarios, las ONG trabajan en coordinaci¨®n con los militares que participan en operaciones de paz.
Recientemente, se ha presentado en Alemania una idea interesante sobre los presupuestos exteriores. Dos importantes think tanks, la Conferencia de Seguridad de M¨²nich y el Instituto Alem¨¢n del Desarrollo, se han unido para proponer una f¨®rmula integradora: el establecimiento de un objetivo del 3% del PIB para dedicar a cuestiones de seguridad y defensa, desarrollo y diplomacia. Es obvio que esta es una respuesta alemana a la petici¨®n de la Administraci¨®n de Estados Unidos y de la OTAN de incrementar los presupuestos de defensa al 2%. No obstante, tiene una aplicaci¨®n m¨¢s amplia, porque supone reconocer que los diversos aspectos de la acci¨®n exterior del Estado deben operar unidos para proyectar estabilidad. Desde luego, la f¨®rmula podr¨ªa ser adecuada para Espa?a, que en su acci¨®n exterior busca adem¨¢s una sinergia con la Uni¨®n Europea.
Las contribuciones de nuestro pa¨ªs a la estabilidad y al desarrollo son muy relevantes, a pesar de los exiguos presupuestos oficiales
Si miramos de cerca las contribuciones de nuestro pa¨ªs a la estabilidad y al desarrollo son muy relevantes, a pesar de los exiguos presupuestos oficiales. En su informe de 2016, la Plataforma del Voluntariado destaca que un 38% de los espa?oles declaran apoyar a diversas ONG de ayuda al desarrollo o con otros fines, civiles o religiosas, y un n¨²mero creciente de j¨®venes dedica su tiempo libre a cooperar en otros pa¨ªses. Nuestros diplom¨¢ticos realizan una labor encomiable en los distintos continentes a pesar de contar con medios limitados. Los miembros de nuestras Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil est¨¢n entre los mejor valorados del mundo, y su participaci¨®n en operaciones de paz es muy apreciada, por la cualidad que tienen de actuar en entornos multiculturales y complejos. Las capacidades de inteligencia de Espa?a est¨¢n entre las mejores en la lucha contra el terrorismo y el conocimiento de ciertas regiones. Los centros de estudio y pensamiento sobre relaciones internacionales (think tanks) tienen cada vez un mayor peso y alcance.
Ahora hace falta reforzar los recursos que dedicamos a la acci¨®n exterior, sobre todo si se confirma el rumbo de salida de crisis, y la mayor autonom¨ªa que Merkel y Macron reclaman para la UE. Parece que Espa?a no termina de convencerse de que es una potencia media con puntos de vista equilibrados que puede hacer una contribuci¨®n notable a la estabilidad y a la resoluci¨®n de retos globales. Existe una demanda exterior y es una responsabilidad como Estado avanzado. Lo coherente ser¨ªa realizar una asignaci¨®n de medios m¨¢s acorde con la magnitud de los problemas internacionales, y estar a la altura de nuestras responsabilidades.
Mart¨ªn Ortega Carcel¨¦n es profesor de Derecho Internacional en la Universidad Complutense e investigador senior asociado en el Real Instituto Elcano.
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