Llega la hora de Bill Cosby, comienza el juicio

The Cosby Show (en Espa?a, La hora de Bill Cosby) rompi¨® moldes en la televisi¨®n de los a?os ochenta porque giraba en torno a la vida de una familia afroamericana de clase media, media-alta, de padre m¨¦dico y madre abogada, que viv¨ªa en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Durante ocho temporadas, la serie narr¨® la vida, no de una familia negra, sino de una familia, a secas, que era negra. Cuando Barack Obama gan¨® las elecciones presidenciales en 2008, un antiguo estratega republicano dijo: ¡°Ya hemos tenido una primera familia afroamericana durante muchos a?os de muchas formas. Cuando estaba el show de Bill Cosby, aquella era la familia de Am¨¦rica¡±.

Este lunes, a las nueve y media de la ma?ana, en una localidad de Pensilvania llamada Norristown, comienza el juicio al llamado padre de Am¨¦rica por agresi¨®n sexual. Cerca de 60 mujeres le han acusado de abusar de ellas d¨¦cadas atr¨¢s, pero pr¨¢cticamente todos aquellos casos han prescrito y solo una ha podido sentarlo ante un tribunal, en la sala A del condado de Montgomery. Se llama Andrea Constand y, seg¨²n su denuncia, Cosby la drog¨® y viol¨® un d¨ªa de 2004 en una casa que el c¨®mico posee a las afueras de Filadelfia, su ciudad natal.

Constand, canadiense, conoci¨® al actor en la Universidad de Temple, donde ella entrenaba a un equipo de baloncesto y ¨¦l formaba parte del patronato. La mujer, que entonces ten¨ªa 30 a?os, relata que se sent¨ªa nerviosa en la casa cuando el actor le ofreci¨® unas p¨ªldoras supuestamente de hierbas contra el estr¨¦s pero que, al tomarlas, se sinti¨® inm¨®vil y se despert¨® desorientada horas despu¨¦s. Le denunci¨® en 2005 pero los fiscales no presentaron cargos y el caso se resolvi¨® un a?o despu¨¦s mediante un acuerdo extrajudicial.

Era un s¨®rdido relato enterrado por los a?os hasta que volvi¨® a la luz a ra¨ªz de una espiral completamente imprevisible. Un c¨®mico llamado Hannibal Buress hizo un chiste sobre ¨¦l llam¨¢ndolo violador en 2014. ¡°Pongan ¡®Cosby violador¡¯ en Google, hay m¨¢s entradas que de Hannibal Buress¡±, se mof¨®, seg¨²n el relato de Los Angeles Times. El comentario se viraliz¨® y activ¨® a decenas de mujeres que empezaron a acusarle de haber abusado de ellas a?os atr¨¢s. Una de ellas era Andrea Constand, que reclam¨® la desclasificaci¨®n de la declaraci¨®n de Cosby en su caso alegando que ¨¦l ya hab¨ªa roto el acuerdo de silencio al responder a las otras acusaciones. El caso acab¨® reabri¨¦ndose en verano de 2015, despu¨¦s de que la agencia Associated Press lograra acceder a los archivos de un interrogatorio en que el padre de Am¨¦rica, el doctor Cliff en la ficci¨®n, admit¨ªa haber drogado a mujeres para acostarse con ellas.

Cosby, que defiende su inocencia y asegura que las relaciones con Constand fueron consentidas, debe responder ahora por delitos de agresi¨®n sexual con agravantes que le podr¨ªan costar hasta 10 a?os de prisi¨®n. Sus abogados alegar¨¢n que hay un prejuicio y sesgo racial en este proceso, que Cosby lo ha sufrido a lo largo de su carrera y las acusaciones buscan aprovecharse de su fama. Independientemente de lo que ocurra en el juicio, la figura del un d¨ªa adorado actor, entra?able padre de familia en la peque?a pantalla de los ochenta, ha ca¨ªdo para la opini¨®n p¨²blica en las cloacas de la historia de la televisi¨®n. ¡°?Cuando obtuvo los Quaaludes, ten¨ªa en mente d¨¢rselos a j¨®venes con las que quer¨ªa tener sexo?¡±, se le inquiri¨® en aquel interrogatorio obtenido por AP sobre las recetas de algunos barbit¨²ricos adquiridos en los a?os setenta. ¡°S¨ª¡±, respondi¨®.