Operaci¨®n Verdad
Trump no protege a su pueblo cuando retira a Estados Unidos del Tratado de Par¨ªs
No puedo decir que Donald Trump sorprende con su discurso anunciando la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de Paris sobre cambio clim¨¢tico; eso se ve¨ªa venir. Pero s¨ª despierta un impulso irrefrenable de decir: ?protesto!
Son las convicciones pol¨ªticas y morales las que se conmocionan ante una acumulaci¨®n de argumentos cargados de distorsiones y falsedades. Decir que en Par¨ªs hubo una suerte de conspiraci¨®n del mundo contra la econom¨ªa norteamericana es alterar sustancialmente el sentido profundo de lo acordado en la COP21. All¨ª cada pa¨ªs dijo a lo que se compromet¨ªa voluntariamente para disminuir el efecto invernadero, tambi¨¦n EE?UU. ?Y c¨®mo aceptar que el l¨ªder de la principal potencia mundial diga demag¨®gicamente: ¡°Fui elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no de Par¨ªs¡±? Es una falacia mayor porque el cambio clim¨¢tico no es un tema de Pittsburgh, es un tema de la humanidad.
Por eso, protesto cuando Trump dice inspirarse en ¡°el solemne deber de proteger a EE?UU y sus ciudadanos¡±, porque su decisi¨®n no protege ni a su pa¨ªs ni a su gente. No hay fronteras frente al efecto invernadero que envuelve a todo el planeta. Si la temperatura media del planeta avanza a 2¡ãC, sus efectos desastrosos se extender¨¢n por todos los continentes. Y tambi¨¦n llegar¨¢n all¨ª donde Trump obtuvo los votos; por algo los nombra.
Protesto porque Trump habl¨® desde una miop¨ªa pol¨ªtica inaceptable en quien dirige el devenir de la primera potencia mundial. Se?al¨® ser ¡°alguien que se preocupa profundamente por el medio ambiente¡±, pero ignor¨® la responsabilidad hist¨®rica de EE?UU en la contaminaci¨®n de la atm¨®sfera: es el mayor emisor de gases de efecto invernadero, contando desde que se empez¨® a quemar carb¨®n y petr¨®leo a partir de la Revoluci¨®n Industrial hace m¨¢s de dos siglos. Y esos gases, especialmente CO2 y metano, permanecen en la atm¨®sfera durante 100 a 150 a?os. La responsabilidad de EE?UU est¨¢ estudiada: llega al 30%. Por ello en Paris, y antes en Kioto, se determin¨® que la respuesta de cada naci¨®n debe ser acorde a su responsabilidad con el origen de la crisis. Y junto con la naci¨®n norteamericana se identific¨® como tales a Rusia, UE, Jap¨®n, mientras China e India (contaminantes fuertes hoy) asumieron hacer reducciones concordantes con su crecimiento actual.
Y como no protestar ante el enga?o y debilidad presentes en su decisi¨®n cuando ¨¦sta la sustenta solamente en el informe de National Economic Research Associates. Es un texto ya cuestionado porque hace proyecciones sobre el desarrollo econ¨®mico de Estados Unidos sin asumir los nuevos rumbos de esa econom¨ªa ligados al cambio tecnol¨®gico. Si hubiera tomado, por ejemplo, el Environmental Performance Index elaborado por un gran espectro acad¨¦mico convocado por la Universidad de Yale no habr¨ªa dicho que Estados Unidos es el l¨ªder en cuestiones ambientales en el mundo. All¨ª se le ubica en el lugar 26.
El Acuerdo no se puede renegociar s¨®lo porque un pa¨ªs as¨ª lo quiera. Trump y sus asesores lo saben, pero ¨¦l igual hace el show. Alemania, Italia y Francia deben decirle que no, igual el Secretario General de la ONU. Tampoco puede dejar el acuerdo antes de 2020. ?Qu¨¦ busca entonces? Tal vez, como muchos sospechan, extender el tema hasta llegar a la pr¨®xima elecci¨®n presidencial.
Todo esto nos llama a impulsar una Operaci¨®n Verdad de alcance internacional. Decirle a los gobernadores de California, Washington y Nueva York y otros sesenta estados y grandes ciudades que no est¨¢n solos en su lucha. Que valoramos su visi¨®n de futuro cuando ratifican su compromiso con el Acuerdo, dise?an pol¨ªticas y comprometen recursos para ello. Y tambi¨¦n all¨ª est¨¢n los que, desde las grandes corporaciones y del mundo acad¨¦mico e intelectual, sienten que Estados Unidos debe trabajar unido al mundo para enfrentar una crisis global. Es una oportunidad de avanzar con ellos en una gran Operaci¨®n Verdad, capaz de usar todos los recursos de informaci¨®n hoy disponibles para demostrar que hay un pueblo norteamericano comprometido con la tarea de salvar el planeta. Y en redes, foros, debates influyentes y eventos art¨ªsticos reforzar la trascendencia y urgencia de lo comprometido en Paris.
Los asesores en medioambiente de Trump lo han abandonado diciendo que en su decisi¨®n hay ¡°mucha ignorancia¡±. Ese es el desaf¨ªo: denunciar la ignorancia con las armas de la verdad.
Ricardo Lagos es expresidente de Chile y exenviado especial para el Cambio Clim¨¢tico del Secretario General de la ONU.
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