Controlar la especulaci¨®n
La prohibici¨®n de las posiciones cortas sobre Liberbank es correcta; la CNMV debe extremar la vigilancia sobre las apuestas a la baja
La decisi¨®n de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de prohibir la especulaci¨®n a la baja sobre las acciones de Liberbank no s¨®lo es un paso correcto hoy, fundado en el hecho de que no hay comunicaciones p¨²blicas que justifiquen la ca¨ªda pronunciada del valor, sino que deber¨ªa prorrogarse si pasado el mes establecido por el regulador continuase la presi¨®n especulativa. Las autoridades financieras no pueden permitir que las tomas de posiciones a corto, una pr¨¢ctica legal pero con efectos perversos sobre bancos y empresas con dificultades perfectamente subsanables, se conviertan en un riesgo grave para el sistema bancario.
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La Comisi¨®n sobre todo y, en menor medida, el Banco de Espa?a (cuya funci¨®n esencial es de supervisi¨®n) tienen que extremar la vigilancia sobre las pr¨¢cticas especulativas para decidir cu¨¢ndo es imprescindible limitar el flujo especulativo. Es probable que la CNMV no disponga de la informaci¨®n necesaria para controlar la especulaci¨®n depresiva. Si fuera as¨ª, su obligaci¨®n es dotarse de los medios para conseguirla y valorar, adem¨¢s, si estas prohibiciones no deber¨ªan extenderse a otros valores si fuera necesario.
El caso de Liberbank es notorio, pero las posiciones cortas, orquestadas por fondos bien conocidos, afectan a un buen n¨²mero de empresas espa?olas (se calcula que suman unos 6.000 millones). Hay que recordar adem¨¢s que la especulaci¨®n a la baja suele recrudecerse cuando la tendencia global del mercado es descendente.
De la intervenci¨®n queda la duda de por qu¨¦ no se aplicaron procedimientos similares en el caso del Banco Popular. Al margen de la situaci¨®n relativa de Popular y Liberbank, lo cierto es que una prohibici¨®n especulativa o, mejor, una suspensi¨®n de cotizaci¨®n, hubiera minimizado los da?os en el valor del banco y hubiese frenado las p¨¦rdidas de dep¨®sitos. En todo caso, quedamos a la espera de la explicaci¨®n institucional sobre el particular.
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