Moci¨®n de confianza
Rajoy desmonta la censura presentada por Iglesias pero Podemos avanza
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Con la presentaci¨®n de la moci¨®n de censura que el Parlamento debati¨® este martes, Pablo Iglesias buscaba un triple objetivo: desgastar a Mariano Rajoy y a su Gobierno, presentarse ante los votantes de izquierda como la principal fuerza de oposici¨®n al PP y relegar a los socialistas a un segundo plano.
De esos tres objetivos, el primero fracas¨® ante un Rajoy que lejos de rehuir el enfrentamiento, acept¨® batirse con Iglesias en un intenso duelo verbal en el que la habilidad ret¨®rica del presidente le permiti¨® imponerse con claridad. Con su intervenci¨®n, Rajoy convirti¨® la moci¨®n de censura en una moci¨®n de confianza, intent¨® ocupar el centro pol¨ªtico y se postul¨® como ¨²ltima barrera democr¨¢tica e institucional frente a un Podemos al que, tras igualarlo con el extremismo del Frente Nacional de Le Pen, dibuj¨® como una fuerza populista situada fuera del consenso constitucional y europe¨ªsta.
Iglesias s¨ª logro, sin embargo, los otros dos objetivos, especialmente el de fortalecerse ante el electorado de izquierdas y cortocircuitar a un PSOE en horas bajas que lucha por recuperarse. De ah¨ª que el resultado del primer d¨ªa de debates fuera que los dos grandes protagonistas que se enfrentaron en el hemiciclo, Iglesias y Rajoy, se afianzaran ante sus respectivos seguidores y consiguieran un r¨¦dito importante.
Por un lado, Podemos pint¨® un crudo retrato de los casos de la corrupci¨®n que encadena el PP y supo aprovechar la flexibilidad parlamentaria que acompa?a una moci¨®n de censura para extenderse en su exposici¨®n de motivos. Por otro, Rajoy supo saltar al ruedo sin delegar, con cintura pol¨ªtica, asumiendo la defensa de su Gobierno en primera persona y exhibiendo el aval de sus resultados electorales como factor legitimador de su actuaci¨®n.
Solo las urnas deciden en democracia y solo los votos otorgan y arrebatan la mayor¨ªa a los partidos. Rajoy se aferr¨® a esta evidencia para situar a Podemos en su lugar: es la tercera fuerza parlamentaria, con solo 71 esca?os, que puede hacer crecer hasta 82 con el apoyo de Bildu (2) y ERC (9): a 94 diputados de la mayor¨ªa que necesita para vencer.
El duelo entre un Iglesias y un Rajoy que seguramente se crecieron ante p¨²blicos distintos y compatibles, dej¨® en evidencia el estrecho espacio en el que se ha recluido el PSOE. El silencio de Pedro S¨¢nchez ante la moci¨®n de censura, aunque espere a su confirmaci¨®n como secretario general el pr¨®ximo fin de semana en el congreso del PSOE, es poco comprensible ante una ocasi¨®n de debate pol¨ªtico como la que transcurre en el Parlamento. Y la decisi¨®n de abstenerse le deja desdibujado y sin argumentos claros frente a unos y otros. En pol¨ªtica, los vac¨ªos no existen, son r¨¢pidamente ocupados por otros.
Los votantes han podido contemplar una interesante foto de la situaci¨®n pol¨ªtica en Espa?a en el escenario donde debe tener lugar, que es en el Parlamento. El tiempo dir¨¢ si Podemos ha logrado frenar su ca¨ªda en las encuestas y disputar al PSOE el liderazgo de la oposici¨®n frente a un Gobierno que, a pesar de los enormes casos de corrupci¨®n que le sacuden desde los tribunales, mantiene la confianza de la C¨¢mara. Para gobernar, como sabemos por fortuna desde hace 40 a?os, solo hay que ganar elecciones.
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