Hacia una Universidad (casi) gratuita en Andaluc¨ªa
La Junta avanza en su estrategia para reducir dr¨¢sticamente el coste de las matr¨ªculas universitarias
Hay quien dice que Sin perd¨®n, pel¨ªcula dirigida por Clint Eastwood, con excelente gui¨®n de David Webb Peoples, es la cima y cierre del g¨¦nero del western. Hoy es un cl¨¢sico lleno de escenas inolvidables. En una de ellas, Schofield Kid (Jaimz Woolvett) bebe desesperado tras acabar con uno de los vaqueros que hab¨ªan agredido a las prostitutas de Big Whiskey. El pistolero William Munny, interpretado por el propio Eastwood, le replica con frialdad que matar a un hombre es duro: ¡®Le quitas todo lo que tiene¡ y todo lo que podr¨ªa llegar a tener¡¯.
Viene esta escena al caso de lo que sucede cuando los j¨®venes ven peligrar sus oportunidades, en particular en su educaci¨®n y en su formaci¨®n: lo que se hurta, lo que se cuestiona, es todo lo que ese joven, su familia, y la sociedad, puede llegar a tener. Por eso es tan importante, tan decisivo, y tan crucial, reflexionar de manera seria sobre la Educaci¨®n y, abandonando toda frivolidad y oportunismo, ofrecer soluciones integrales, coherentes y sostenibles.
En los m¨¢s de tres a?os que coincid¨ª como Rector con el ministro Wert le record¨¦ frecuentemente que era su obligaci¨®n ¡®ponerle cara¡¯ a las medidas que anunciaba; que detr¨¢s de cada consideraci¨®n sobre coste de matr¨ªculas, renta de las familias, rendimiento de los becarios (s¨®lo de los becarios!) y otras medidas que expulsaban a los j¨®venes de sus estudios y de sus incipientes carreras acad¨¦micas hab¨ªa personas con esperanzas y proyectos vitales.
El ministro y su equipo hicieron o¨ªdos sordos. Entre 2012 y 2015 se sucedieron normas que iban en sentido contrario, y ten¨ªan la intenci¨®n tambi¨¦n de debilitar a las universidades p¨²blicas. Sus negativos efectos son ya evidentes, como recoge el ¨²ltimo informe La Universidad Espa?ola en Cifras, que publica la CRUE, que es de interesante lectura.
Especialmente perjudiciales fueron los Decretos sobre coste de matr¨ªculas y sobre becas. El primero ha dado lugar a precios promedio para Grado de unos 2.000 €/curso en Madrid o Catalu?a, m¨¢s que duplicando los del a?o 2008. En el mismo periodo, Andaluc¨ªa creci¨® menos de un 10%, hasta 756 €/curso. Los precios de M¨¢ster han presentado una divergencia regional a¨²n mayor, con fuertes subidas. Mientras, el gasto en becas universitarias ha bajado en torno a 240 M€ entre 2011 y 2015, con un descenso de la beca promedio personal de un 20%. Adem¨¢s se incrementaban los requisitos acad¨¦micos de las becas y se recortaban dr¨¢sticamente las Ayudas Erasmus, entre otras cuestiones.
En este quinquenio la Junta de Andaluc¨ªa, y las universidades p¨²blicas andaluzas, se han esforzado por mitigar los evidentes riesgos sobre los j¨®venes: contenci¨®n en los precios de Grado, bajada progresiva de los de M¨¢ster, bonificaciones de matr¨ªcula a determinados colectivos o por aprobados en convocatorias extraordinarias. A la vez, han aumentado las ayudas complementarias a los estudiantes que perd¨ªan la beca por el aumento de los requisitos acad¨¦micos, a la movilidad Erasmus y a la formaci¨®n en idiomas extranjeros. Las medidas que afectaban a las matr¨ªculas se ligan a criterios subjetivos o acad¨¦micos, mientras que las complementarias lo est¨¢n a los requisitos de renta de las becas generales.
A pesar de todo ello, las matr¨ªculas en Andaluc¨ªa siguen suponiendo un esfuerzo en torno al 7% de la renta per capita regional, el segundo m¨¢s alto de Espa?a. De hecho el nuestro es uno de los pa¨ªses europeos con matr¨ªculas universitarias m¨¢s caras, por lo que seguimos enfrent¨¢ndonos a un serio problema.
La presidenta de la Junta de Andaluc¨ªa ha anunciado esta semana una medida que supone un avance en esta estrategia de bajada del coste de las matr¨ªculas, que podr¨ªan verse reducidas hasta un 75%. Simplificando, la f¨®rmula para lograrlo es que cada curso acad¨¦mico el estudiante pueda bonificarse el 99% del coste de los cr¨¦ditos de las asignaturas aprobadas en primera matr¨ªcula en el curso anterior, en cualquier centro propio de una universidad p¨²blica andaluza, en Grado o M¨¢ster. Ello supone que un estudiante que apruebe todas las asignaturas a la primera oportunidad s¨®lo tendr¨¢ que abonar costes de matr¨ªcula el primer a?o en que estuviese matriculado en una universidad p¨²blica de Andaluc¨ªa; es decir el coste de todos sus estudios ser¨ªa 756 €. Un becario que perdiese la beca de matr¨ªcula por incumplir alg¨²n requisito acad¨¦mico, podr¨ªa tambi¨¦n bonificarse el coste de aquellos cr¨¦ditos que hubiese aprobado, amortiguando as¨ª los efectos negativos de la situaci¨®n y pudiendo llegar a recuperar de hecho la gratuidad efectiva en sus estudios.
La merma de ingresos de las universidades ser¨¢ compensado por transferencias de la Junta de Andaluc¨ªa, que se estiman en unos 30 M€/a?o, menos de un 2% del presupuesto anual de todas las universidades andaluzas.
La presidenta ha contextualizado esta medida en una propuesta de mayor calado, que tiene como referencia los precios simb¨®licos o gratuitos de Francia, Alemania, B¨¦lgica, Austria, Suecia, Finlandia, ¡, pero cuyas competencias recaen en el Gobierno de Espa?a. Se propone tambi¨¦n un potente sistema de becas para completar la renta de los estudiantes con menos recursos, tambi¨¦n competencia del Gobierno de Espa?a. Se busca incorporar las ense?anzas universitarias a los derechos b¨¢sicos, cuyo disfrute efectivo debe garantizarse por no ser ya una ¡®opci¨®n¡¯, aun cuando no tenga car¨¢cter obligatorio.
Desde esa perspectiva, hay que recordar que el acceso a los derechos b¨¢sicos no pueden estar ligado o condicionado por la renta de las familias; otra cuesti¨®n es el disfrute de determinadas medidas complementarias, como es el caso de las becas. Se confunde el necesario car¨¢cter progresivo de los impuestos (pol¨ªtica de ingresos) con que los servicios p¨²blicos (pol¨ªtica de gastos) tengan que disfrutarse como medidas fiscales inversas, lo que es inadmisible desde una perspectiva progresista. Las matr¨ªculas universitarias son un copago vinculado a un servicio y no cabe convertirlos de hecho en un impuesto. No tiene sentido tampoco aplicar el concepto ¡®renta¡¯ a los j¨®venes que est¨¢n estudiando en la universidad, prepar¨¢ndose para su vida profesional. En algunos casos tendr¨¢n estos j¨®venes perspectiva de disponer de un patrimonio familiar pero, ?cu¨¢ntos j¨®venes tienen garantizado su futuro por la ¡®renta declarada¡¯ de sus padres?
Aceptar un debate en estos t¨¦rminos supone ¡®comprar¡¯ el discurso del ¡®precio¡¯ acceso a los derechos y, por tanto, a la provisi¨®n privada de los mismos, lo que aprovech¨® por cierto el Gobierno de Espa?a en 2012 para aplicar sus nefastas pol¨ªticas. Cerremos toda duda sobre la cuesti¨®n. Garanticemos que el futuro de nuestros j¨®venes depende de su esfuerzo y nuestro compromiso firme. El Gobierno de Espa?a no puede seguir mirando para otro lado. El futuro del pa¨ªs va con ellos.
Antonio Ram¨ªrez de Arellano es consejero de Econom¨ªa y Conocimiento de la Junta de Andaluc¨ªa
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.