Palabras para luchar
Con ¡®man?spreading¡¯ estamos a tiempo. "Despatarre" se entiende a la primera y censura lo que nombra
Algunas batallas muy justas se han impulsado con palabras raras. Pero una comunicaci¨®n eficaz ha de usar vocablos reconocibles por aquellas personas a quienes van dirigidos, de modo que los acepten con mayor facilidad.
Con todo el apoyo y la solidaridad que merecen las ¡°pol¨ªticas de g¨¦nero¡± y la lucha contra ¡°la violencia de g¨¦nero¡±, podemos preguntarnos si ¡°g¨¦nero¡± no habr¨ªa tenido en su d¨ªa una alternativa m¨¢s clara para la comunicaci¨®n p¨²blica y la comprensi¨®n general, un vocablo m¨¢s directo y contundente.
Cuando alguien mira dentro de ese neologismo de significado ¡ªtra¨ªdo del eufemismo gender en ingl¨¦s, destinado en su d¨ªa a evitar la palabra sex¡ª, quiz¨¢s observa en ¨¦l cierta ambig¨¹edad (por ejemplo, una silla tiene g¨¦nero, pero no sexo). Para comprender las razones que se alientan con este t¨¦rmino, hace falta entonces un discurso adicional que lo precise, algo poco conveniente en la venta de un producto o de una idea. Adem¨¢s, el vocablo ¡°g¨¦nero¡± cambia su polaridad seg¨²n el contexto: ¡°pol¨ªticas de g¨¦nero¡± puede equivaler a ¡°pol¨ªticas de igualdad¡±, y por tanto ese ¡°g¨¦nero¡± adquiere un tinte positivo. Todo lo contrario de lo que sucede en ¡°violencia de g¨¦nero¡±, donde ¡°g¨¦nero¡± sustituye a ¡°machista¡± y refleja una idea opuesta a la anterior.
No habr¨ªa ocurrido lo mismo, a mi entender, con expresiones como ¡°pol¨ªticas contra el machismo¡±, ¡°discriminaci¨®n machista¡± o ¡°violencia machista¡±. Si uno mira dentro de estos vocablos, hallar¨¢ la ra¨ªz ¡°macho¡±, y por tanto una evocaci¨®n de la irracionalidad, adem¨¢s de una larga tradici¨®n como voz sancionadora de comportamientos indeseables.
Por su parte, los expertos en los m¨¦todos para obtener combustibles mediante fracturas hidr¨¢ulicas llaman a eso fracking, y esta misma palabra se ha adoptado para combatir tal pr¨¢ctica. Pero tampoco les resultar¨¢ f¨¢cil a millones de hispanohablantes mirar dentro del t¨¦rmino fracking y ver algo ah¨ª.
Los romanos ya usaron esta t¨¦cnica, y la llamaron ruina montium (derrumbe de los montes). Cabr¨ªa suponer por tanto una mejor comunicaci¨®n general del fen¨®meno si en vez de fracking se hubiera elegido ahora un t¨¦rmino como ¡°destrucci¨®n¡± (sin¨®nimo parcial de ¡°ruina¡±), o ¡°arruinamiento¡± (acci¨®n y efecto de arruinar) o ¡°destrozo¡± (destrucci¨®n), desechando quiz¨¢s el m¨¢s t¨¦cnico ¡°derrubio¡± (erosi¨®n mediante el agua) y sin olvidar las alternativas m¨¢s neutrales ¡°hidroinyecci¨®n¡± o ¡°hidrofractura¡±.
Otra elogiable campa?a parece avanzar en estos d¨ªas basada tambi¨¦n en un vocablo oscuro (por muy global que resulte). El colectivo Mujeres en Lucha ha lanzado la etiqueta #MadridSinManspreading --secundada por el Ayuntamiento de Madrid con #manspreading-- contra esa costumbre de muchos hombres que suelen ocupar en el asiento del transporte m¨¢s espacio del debido¡ y que no siempre sabr¨¢n ingl¨¦s.
Tal vez aqu¨ª s¨ª estamos a tiempo de mejorar. Puesto que manspreading se forma sobre man (hombre) y spreading (extenderse, desparramarse), eso se puede traducir como ¡°invasi¨®n¡± junto con los adjetivos ¡°masculina¡± o ¡°machista¡±, seg¨²n se prefiera. Pero quiz¨¢ convenga m¨¢s la opci¨®n ¡°despatarre¡± (aportada por la Fund¨¦u en 2015), que se entiende a la primera y censura con claridad lo que nombra.
Ojal¨¢ las luchas m¨¢s justas comunicasen sus ideas con las palabras m¨¢s eficaces: las que ayudan a mirar en su interior, descubrir al instante su sentido y alinearse de inmediato con su prop¨®sito.
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