Tentaciones
La apuesta es arriesgada: reinventar la democracia a partir de nuevas formas de la representaci¨®n
¡°El que evita la tentaci¨®n, evita el pecado¡±, dec¨ªa Ignacio de Loyola, y tras los comicios en dos grandes pa¨ªses de Europa, regresa el impulso de extraer tendencias generales de elecciones definidas por su particularismo. Le¨ªamos que la vuelta del centro y el eclipse de los socialistas franceses reflejaban un fen¨®meno europeo, pero, ?oh sorpresa!, tras las elecciones brit¨¢nicas leemos las proclamas sobre el renacer de la socialdemocracia estatalista. Se confirma, nos dicen, la nueva hoja de ruta de la izquierda europea. La muerte y resurrecci¨®n de la socialdemocracia en apenas un mes. ?No ser¨¢ que seguimos bati¨¦ndonos tras nuestras propias trincheras ideol¨®gicas?
Si sabemos que los sistemas electorales influyen sobre el resultado, cabe preguntarse: ?qu¨¦ ser¨ªa de Corbyn o Macron con otras reglas de juego? Porque las consecuencias difieren. Macron ha dinamitado el sistema de partidos jubilando a la mitad de la clase pol¨ªtica, reactivando como nunca la anquilosada circulaci¨®n de las ¨¦lites en s¨®lo dos elecciones. El ¨¦xito de Corbyn puede interpretarse tambi¨¦n en clave disruptiva, pero al contrario: su nostalgia de la vieja fortaleza estatal no se ajusta al statu quo. ?Qu¨¦ ocurre, entonces, con aquello de ¡°elecciones locales, tendencias globales¡±?
El socialismo franc¨¦s vir¨® a la izquierda y fracas¨®. En Reino Unido, sucedi¨® lo contrario. Vemos, sin embargo, una pauta com¨²n de insurrecci¨®n electoral: la ciudadan¨ªa reaccion¨® de nuevo contra lo establecido. La raz¨®n es m¨¢s sociol¨®gica que ideol¨®gica, y trasciende la l¨®gica de partidos. Hay mucho que decir sobre la nueva sensibilidad de los j¨®venes, y juega tambi¨¦n la fractura entre mundo rural y urbano. Aquella define el naufragio de una visi¨®n optimista del futuro; esta, el desigual impacto de la globalizaci¨®n. Pero la ra¨ªz es com¨²n: la sensaci¨®n de que la realidad se impone a las expectativas; la quiebra, en fin, de la promesa pol¨ªtica. No se resuelve, aventuro, acusando a la izquierda o la derecha, sino identificando las disfunciones del sistema desde la idea de gobernanza. La apuesta es arriesgada: reinventar la democracia a partir de nuevas formas (no solo electorales) de la representaci¨®n. @MariamMartinezB
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