Explicaci¨®n fallida
La eficacia recaudatoria, discutible, no justifica el fiasco de la amnist¨ªa fiscal
Una vez m¨¢s, el Gobierno ¡ªen este caso, el ministro de Hacienda¡ª se ha pronunciado en el Congreso de los Diputados con explicaciones de una insuficiencia argumental inquietante. Crist¨®bal Montoro, responsable de una amnist¨ªa fiscal que anul¨® el Tribunal Constitucional (TC), mantuvo ayer una actitud arrogante ante los diputados de la oposici¨®n (m¨¢s templada despu¨¦s, es cierto, ante la Comisi¨®n de Hacienda), con chascarrillos sobre su continuidad (confirmando que, al parecer, es ¨¦l y no el presidente de Gobierno quien decide sobre su permanencia en el Ejecutivo) y amenazas veladas a la bancada socialista entreveradas con inexactitudes sonrojantes.
El ministro no aclar¨® nada, no explic¨® nada, ni se arrepinti¨® de nada; solo acumul¨® estad¨ªsticas favorables. Se atiene a un catecismo que obra sus virtudes por repetici¨®n. Toda su argumentaci¨®n ante la Comisi¨®n de Hacienda se bas¨® en dos supuestos. Por una parte, la anulaci¨®n del Tribunal Constitucional no toca al fondo de amnist¨ªa, puesto que se reprocha solo la utilizaci¨®n del real Decreto para modificar una Ley Fundamental (art¨ªculo 31.1 de la Constituci¨®n). Por otra, sus efectos han sido beneficiosos para la econom¨ªa y la lucha contra el fraude.
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Pero la argumentaci¨®n es inexacta. Lo que el se?or Montoro considera la forma es en realidad el fondo. El Gobierno de Mariano Rajoy, a instancias del ministerio de Hacienda, vulner¨® la Constituci¨®n, precisamente el mismo texto fundamental que dice hoy defender frente a las veleidades secesionistas. Pero es que el Constitucional s¨ª menciona expl¨ªcitamente el trato desigual que la regularizaci¨®n inflige a quienes pagaban puntualmente sus impuestos ¡ªla mayor¨ªa de empresas y ciudadanos¡ª frente a quienes ten¨ªan dinero oculto. Para el Tribunal Constitucional, la amnist¨ªa es una ofensa expl¨ªcita a la equidad fiscal de los contribuyentes.
El recurso a la eficacia y a las ventajas para la inspecci¨®n fiscal de las rentas afloradas no es argumento convincente. En nombre del afloramiento de rentas no puede hacerse cualquier cosa, en especial si vulnera la ley. Que es el caso.
En cuanto a la eficacia en s¨ª, es muy discutible. Muchos de los amnistiados apenas pagaron el 0,1% de lo regularizado; el Decreto fue tan condescendiente con los titulares de rentas ocultas que permiti¨® el blanqueo de dinero al permitir la declaraci¨®n en met¨¢lico. El ministro tampoco tiene en consideraci¨®n un aspecto decisivo: la credibilidad institucional. Hubiera sido mejor que el dinero se descubriera por la actuaci¨®n de la Agencia Tributaria y no por un retroceso de la firmeza tributaria.
El movimiento t¨¢ctico de suscitar el inter¨¦s de los grupos para que en el futuro se proh¨ªban las regulaciones fiscales deber¨ªa ser atendido, sin duda, como una iniciativa razonable en s¨ª misma; pero no oculta la incompetencia de quienes articularon la amnist¨ªa de 2012 ni debe mitigar las consecuencias pol¨ªticas de semejante vulneraci¨®n de la igualdad fiscal entre los espa?oles. La decisi¨®n ya est¨¢ en manos del presidente Rajoy.
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