Ultim¨¢tum inadmisible

El ultim¨¢tum dado por Arabia Saud¨ª a Qatar constituye un vergonzoso ejemplo de presi¨®n ilegal contra un Estado soberano al que se pone ante unas condiciones que son inaceptables en unos casos e imposibles de cumplir en otros. El documento saud¨ª, de 13 puntos y fecha de caducidad de 10 d¨ªas despu¨¦s de su entrega, no es m¨¢s que una burda excusa con la que se pretende justificar a posteriori la adopcion de medidas ilegales desde el punto de vista del derecho internacional y desestabilizadoras de la paz y la seguridad regional.

Entre las exigencias saud¨ªes ¡ªrespaldadas adem¨¢s por Emiratos ?rabes Unidos, Bar¨¦in y Egipto¡ª destaca el cierre de la cadena de noticias Al Jazeera. Resulta evidente que para las petromonarqu¨ªas del Golfo y la dictadura egipcia un canal informativo resulta tan peligroso como los lazos militares de Qatar con Ir¨¢n y Turqu¨ªa o el presunto apoyo a organizaciones terroristas citadas en el documento, como Al Qaeda o el Estado Isl¨¢mico.

Resulta innegable lo que ha significado la cadena Al Jazeera en t¨¦rminos de libertad de expresi¨®n y libertad de informaci¨®n para todo el mundo ¨¢rabe. Esas dos libertades est¨¢n en el punto de mira de los reg¨ªmenes que han lanzado el ultim¨¢tum, que se caracterizan, entre otras cosas, por haber realizado una feroz persecuci¨®n de ambas. El que el cierre de una cadena de televisi¨®n figure entre las exigencias, por ejemplo, junto a la congelaci¨®n de fondos a una organizaci¨®n terrorista o la expulsi¨®n de guardias revolucionarios iran¨ªes, revela el concepto del periodismo libre que tienen en Riad, El Cairo, Abu Dabi y Manama.

La comunidad internacional no deber¨ªa asistir de brazos cruzados a una escalada que puede originar un conflicto de consecuencias imprevisibles. Estados Unidos ¡ªaliado de todos los actores en conflicto¡ª tiene que hacer prevalecer la sensatez y desactivar la din¨¢mica de las amenazas puesta en marcha por Riad.