El ¡®boom¡¯ de la belleza ¡®halal¡¯
NATURAL, D?TOX, bio, healthy, ecol¨®gico¡ Quiz¨¢ lo inusual en estos tiempos sea no encontrar alguno o varios de estos apelativos en los envases de los art¨ªculos que colman la cesta de la compra. El nuevo t¨¦rmino que escala posiciones entre las entradas de esta singular enciclopedia es el de halal, la palabra que designa las pr¨¢cticas (especialmente referidas a los alimentos) que cumplen con los preceptos establecidos por la ?shar¨ªa, la ley isl¨¢mica: ni rastro de cerdo o derivados y nada de alcohol. Si ya pocos se sorprenden al encontrarse en Espa?a con carnicer¨ªas que ofrecen este tipo de productos a los cerca de dos millones de musulmanes que viven en el pa¨ªs (seg¨²n datos de la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas de Espa?a), puede que a alguien se le haya escapado la tendencia que est¨¢ ganando fuerza por momentos: la de la cosm¨¦tica halal, un mercado que solo en 2015 recaud¨® en torno a 50.000 millones de euros, seg¨²n un informe de Thomson Reuters, que augura un crecimiento hasta los 190.000 millones de euros en 2021. Se trata de productos de belleza que excluyen las grasas de origen animal y los alcoholes. En la vanguardia de este movimiento, Natura Biss¨¦, la lujosa marca espa?ola que ultima la imagen de las estrellas de Hollywood antes de pisar la alfombra roja de los Oscar, se ha convertido en la primera empresa europea en obtener una certificaci¨®n en Emiratos ?rabes Unidos (EAU). Con ella pueden acreditar que sus productos son aptos para musulmanes sin detrimento de sus beneficios para cualquier otro usuario.
El primer sal¨®n de belleza de Espa?a espec¨ªfico para musulmanas abri¨® en Madrid hace tres a?os. Se llama Masturah y es un local de ?vanos ciegos ubicado cerca de la ?mayor mezquita de la capital. Ah¨ª las mujeres pueden cuidar su cabello, piel o u?as con productos adecuados a su estilo de vida. ¡°Aunque los cosm¨¦ticos no son tratados de la misma manera que los alimentos¡±, apunta Yasmin Salem, fundadora del establecimiento. Mientras que las reglas son m¨¢s estrictas para la comida, ¡°un producto cosm¨¦tico ecol¨®gico tendr¨ªa la misma validez que si poseyera el sello halal¡±.
Salem busca que las cremas y maquillajes sean ¡°cuidadosos con el medio ambiente y hayan sido producidos sin malas pr¨¢cticas, abuso o explotaci¨®n de seres humanos o animales. Tampoco deben contener pesticidas y suelen ser 100% naturales¡±.
La obtenci¨®n del sello halal por parte de empresas como Natura ?Biss¨¦, implantada en EAU desde 2007 y certificada desde 2015, tiene que ver m¨¢s con un ¡°proceso de modernizaci¨®n¡± que con la cuesti¨®n religiosa, incluso para vender en pa¨ªses musulmanes, se?ala Ricardo Fisas, consejero y vicepresidente de la divisi¨®n internacional del grupo barcelon¨¦s.
Garantizar que un producto no es haram ¡ªes decir, prohibido¡ª, sino todo lo contrario, se ha convertido en un proceso industrial regulado y supervisado por entidades presentes en todo el mundo y lideradas por EAU en el ¨¢mbito ¨¢rabe (que suma en torno a una cuarta parte de los practicantes del islam, 1.800 millones de personas seg¨²n el Pew Research Center), as¨ª como por pa¨ªses como Malasia y Singapur. En Espa?a, la certificadora m¨¢s importante es el Instituto Halal de C¨®rdoba, perteneciente a la Junta Isl¨¢mica, que ha puesto su sello a unas 300 empresas nacionales, ¡°el 95% de ellas dedicadas a la alimentaci¨®n, seguidas del sector tur¨ªstico, que supone el 4%¡±, como explica Hanif Escudero, director de normalizaci¨®n del organismo. El sector de la cosm¨¦tica, detalla, a¨²n supone un mercado incipiente, con solo una compa?¨ªa acreditada por ellos: la toledana Laboratorios V¨¢lquer. Su director, Jos¨¦ Luis Cerrillo, subraya que para ellos el sello halal ¡°supone una gran ventaja para no excluir a la poblaci¨®n musulmana que vive en Espa?a y Europa, as¨ª como los visitantes¡±.
Estos productos de belleza ¡®halal¡¯ deben ser naturales y haber sido elaborados ¡°sin explotaci¨®n de seres humanos o animales¡±.
Actualmente solo Indonesia tiene previsto implantar una ley halal por la que, a partir de 2019, todo tipo de ar?t¨ªculos importados y comercializados en el pa¨ªs deber¨¢n seguir las normas emanadas de la shar¨ªa. En otros lugares la tendencia es exigir que, cuando el producto lleve la denominaci¨®n halal en la etiqueta, vaya acompa?ado de un certificado (esto sucede ya en Malasia, EAU, Marruecos, Argelia, Croacia o algunos Estados de EE UU). En el resto del globo ocurre como en Masturah: lo que se demanda es un producto ¨¦tico y natural sin necesidad de sellos, ni siquiera del apelativo halal. ¡°Pero es cierto que tenerlo nos est¨¢ ayudando en la entrada a pa¨ªses a nivel de registros sanitarios, ya que su posesi¨®n implica haber pasado por una serie de procesos verificados¡±, abunda Fisas.
Situado en la encrucijada entre Europa, ?frica y Asia, el opulento emirato de Dub¨¢i se ha erigido en un n¨²cleo desde el que mirar hacia los mercados ¨¢rabes. ¡°Y su posici¨®n nos permite tocar todo el mercado de hoteles de lujo del ?ndico: Maldivas, Mauricio, Seychelles¡¡±, agrega Fisas. Siguiendo la l¨ªnea que han trazado a lo largo de sus 30 a?os de historia, Natura Biss¨¦ comercializa a trav¨¦s de selectos centros de est¨¦tica, hoteles o spa. Adem¨¢s, para 2019 pretenden abrir 16 exclusivos puntos de venta en esta zona. ¡°Tambi¨¦n tenemos un pie en India, estamos introducidos en el Levante y miramos con muy buenos ojos la apertura del mercado iran¨ª, que supone una clientela de 80 millones de personas con un alto conocimiento del cuidado de la piel¡±.
Desde empresas peque?as y medianas hasta gigantes corporativos, son muchos los fabricantes que quieren ocupar una calle en esta carrera por obtener el certificado halal. La poblaci¨®n musulmana solo tiene visos de crecer ¡ªel pron¨®stico para 2030 es que alcance los 2.200 millones¡ª. Y se prev¨¦ que su gasto en cosm¨¦tica llegue a los 65.000 millones de euros en 2019, seg¨²n el informe El estado de la econom¨ªa isl¨¢mica global, de Thomson Reuters. Multinacionales como la japonesa Shiseido ya se han asegurado de desarrollar productos certificados, concebidos especialmente para mercados como el banglades¨ª, donde se introdujeron en 2012. Y Unilever, l¨ªder en cinco pa¨ªses con importante presencia musulmana (Indonesia, Pakist¨¢n, Banglad¨¦s, India y Egipto), ya ¡°ha cambiado algunos ingredientes base como la manteca, el sebo, los aceites de origen animal, la gelatina o el alcohol por el col¨¢geno, la queratina o la glicerina, con el fin de adecuarse a las pr¨¢cticas isl¨¢micas¡±.
Si bien en el universo de la belleza tiene sentido crear ciertos productos halal espec¨ªficos ¡ªcomo las cremas blanqueadoras, m¨¢s demandadas en pa¨ªses musulmanes¡ª, en el caso de Natura Biss¨¦ las alteraciones en ingredientes y procesos se han aplicado a toda su gama, la cual, como subraya Fisas, incluso ha ganado en calidad. ¡°Con la tecnolog¨ªa, todo se puede hacer halal¡±, zanja el directivo, que defiende el valor de lo halal aplicado a su caso concreto: ¡°La mayor parte de nuestros productos son naturales: si miras nuestros ingredientes, el 80% lo son. Pero siempre decimos que no somos una empresa de productos org¨¢nicos, porque si quieres un producto de calidad que no tenga una vida corta, necesitas buenos sint¨¦ticos. Nuestra dicotom¨ªa no es tanto natural o no natural, sino calidad versus no calidad. Queremos productos que sean muy efectivos y que adem¨¢s tengan una vida larga¡±.
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