En efecto, el perfume Purple Rain de Prada es tan seductor como parece

Lo primero que sorprende en la colecci¨®n Olfactories de Prada son los nombres de los perfumes: un Chant d¡¯Amour, como la pel¨ªcula de Jean Genet; Marienbad, como el balneario decadente de Alain Resnais; Cargo de Nuit, como el hit franc¨¦s de los ochenta; Pink Flamingos, en homenaje a John Waters, y Purple rain, a Prince. Lo m¨¢s exquisito del respertorio de culto del siglo XX ha ido a refugiarse en un sector donde abundan los perfumes nombrados seg¨²n sus ingredientes o sus clientes plat¨®nicos, pero en el que las referencias literarias son menos frecuentes.

Creada por Daniela Andrier bajo la direcci¨®n creativa de Miuccia Prada, la colecci¨®n Prada Olfactories surgi¨® como una serie de 10 eaux de parfum originales a los que se acaban de unir Les Mirages, tres nuevos t¨ªtulos con ecos orientales.

La sorpresa contin¨²a con las fragancias en s¨ª ¨Cel jugo, que dicen los profesionales¨C, aleaciones suntuosas que escapan a la catalogaci¨®n. Aqu¨ª no hay perfumes masculinos ni femeninos, sino estados de ¨¢nimo que transitan entre sexos igual que los leit motiv de las colecciones de Prada, que hace tiempo decidi¨® dejar de ponerle vallas al campo y plantea inspiraciones compartidas para sus creaciones para hombre y mujer.

En ese sentido, es una colecci¨®n de vanguardia, la r¨¦plica arty a superventas certeros como Prada Luna Rossa o L¡¯Homme Prada y un gesto que recuerda que a la perfumer¨ªa, y a la moda, tambi¨¦n hemos venido a divertirnos.