Volar pegados no es volar: el imparable declive de la clase turista
La manera de viajar ha cambiado. Subirse a un avi¨®n ha pasado de exclusivo a popular. Pero algunas compa?¨ªas intentan volver a la esencia: el placer
Si¨¦ntese, rel¨¢jese y disfrute del vuelo. Esto que hoy le puede parecer un formalismo ¨Cy en algunas ocasiones una provocaci¨®n¨C hace medio siglo era un sincero mensaje de la tripulaci¨®n al pasaje. Viajar en avi¨®n era el medio, pero tambi¨¦n el fin. Al hecho objetivo de ser la manera m¨¢s r¨¢pida de trasladarse a otro lugar se le sumaba la experiencia a bordo. Asientos c¨®modos y amplios, comida y bebida, prensa del d¨ªa, revistas y hasta zona de fumadores.
Entonces llegaron las compa?¨ªas de bajo coste. Implantadas en los noventa, despegaron en los dos mil y propiciaron un gran cambio en la aviaci¨®n. Volar se convert¨ªa en algo democr¨¢tico. Barato. Tan barato que viajar a Londres cuesta hoy menos que ir en AVE de Madrid a Barcelona. Los que nunca hab¨ªan subido a un avi¨®n se embarcaban en uno para visitar cualquier ciudad de Europa.
Pero este abaratamiento no iba a ser gratis. El entusiasmo con el que se acud¨ªa a facturar se sustituy¨® por la intranquilidad por pasarse del m¨¢ximo de kilos permitido. La tripulaci¨®n sustituy¨® la exagerada cortes¨ªa por un comportamiento m¨¢s expeditivo: el personal de tierra embarcaba al pasaje con la misma premura con la que el pastor encierra al reba?o cuando oye el primer trueno. El ejemplo de las low cost cundi¨® en las aerol¨ªneas tradicionales, las cuales se encuentran hoy a un paso de vender su propio rasca y gana.
Pero siempre que algo se populariza surgen nuevas estrategias de diferenciaci¨®n. En los ¨²ltimos a?os, las compa?¨ªas han querido recuperar la agradable experiencia de viajar. Eso s¨ª, solo para sus clientes m¨¢s privilegiados. Turkish Airlines presta un ordenador port¨¢til a los pasajeros de primera por la restricci¨®n de tabletas en cabina para los vuelos a Estados Unidos y Reino Unido procedentes de Oriente Medio.
Tierra Viva ofrece un servicio exclusivo de facturaci¨®n y embarque para particulares con posibles y grandes empresas ¨Centre ellas, Mazda¨C. Se trata de coger un avi¨®n sin pisar la terminal. Al cliente lo recogen en casa, pasa un control de seguridad privado y cuando el pasaje ha embarcado, este lo hace por una escalera que conecta la pista con el finger.
El aeropuerto de Los ?ngeles acaba de inaugurar una terminal exclusiva para ricos y famosos. Otras aerol¨ªneas compiten por ofrecer los servicios m¨¢s lujosos. Emirates tiene suites con ducha y Etihad, un minibar individual. Con cada novedad que llega al mercado, la clase preferente se frota las manos. La turista, en cambio, espera las noticias con incredulidad. Que si las pantallas de los asientos desaparecer¨¢n. Que si habr¨¢ vuelos transoce¨¢nicos sin comida¡ Como en casi todo en la sociedad actual, la brecha se agranda entre una clase y otra.
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