Todos los ni?os quieren ser Luis Miguel
Decenas de peque?os actores, de entre 9 a 15 a?os, acuden a un 'casting' para interpretar al cantante mexicano en la serie sobre su vida
Ap¨¢rtate el pelo de la frente, como si te pesara la vida, aunque solo tengas nueve a?os y ese gesto no vaya contigo. Este es uno de los consejos que han interiorizado decenas de ni?os que este fin de semana han acudido a la capital de M¨¦xico para conseguir su lugar en el cielo. Interpretar a El Sol de M¨¦xico cuando era m¨¢s joven, cuando todav¨ªa no se desabrochaba el bot¨®n de la camisa hasta la mitad del pecho, pero no le hac¨ªa falta. Aunque se mueven como ¨¦l, sonr¨ªen como ¨¦l e intentan cantar como ¨¦l, la mayor¨ªa son fans de Ariana Grande y Bruno Mars. Las canciones de Luis Miguel les quedan muy lejos. Sus orgullosas madres, no obstante, mueven los labios al comp¨¢s de su hijo desde el otro lado de la c¨¢mara.
"Ser¨ªa un gran reconocimiento para m¨ª y algo grande en mi carrera como actor", explica Diego, que solo tiene nueve a?os, pero habla como si tuviera 30. Ha llegado al casting de la serie de Netflix ¡ªque promete desvelar por primera vez los entresijos de la vida del ¨ªdolo mexicano¡ª con su amigo Santiago. Los dos, peque?as estrellas de la pantalla: comenzaron desde beb¨¦s haciendo comerciales, fueron a una escuela de interpretaci¨®n de Televisa y llevan a?os compaginando las matem¨¢ticas del colegio con sus cursos de actuaci¨®n. Sal¨ªan a las ocho de la noche y entonces ten¨ªan que cumplir con su deber como ni?os. Pero lo que ellos quieren realmente es convertirse en el pr¨®ximo Eugenio Derbez, seg¨²n sus propias palabras.
Pum, pum, pum. Entran los primeros compases, comienza el coro. Steven Holloway, de 13 a?os, se coloca de espaldas, las manos sujetan la cintura y mueve los hombros en¨¦rgicamente, sincronizados con el vaiv¨¦n de su cadera, al son de un ritmo imaginario. Ha llegado desde Houston (Texas) con su madre Antonia en un v¨ªa crucis de m¨¢s de un d¨ªa, entre camiones y autobuses, para cruzar la frontera, recorrer el pa¨ªs y llegar al centro, a la Ciudad de M¨¦xico.
"Lleva desde febrero prepar¨¢ndose. Siempre se ha parecido mucho a Luis Miguel y creemos que puede lograrlo", cuenta la madre convencida. En su colegio de Houston, sus compa?eros no tienen ni idea de qui¨¦n es ese tal Miguel, pero su familia de migrantes mexicanos en Estados Unidos viven en ¨¦l el sue?o de sus vidas. La abuela le ha confeccionado el traje para la ocasi¨®n: saco y pantalones de un dorado que se extingui¨® con los ochenta, brillante como su pelo lacio y rubio, que aparta cada tres segundos de sus ojos de un verde gris¨¢ceo; y unas botas, que le llegan hasta las rodillas, como de capit¨¢n pirata. Steven es t¨ªmido, pero su madre le ha dicho que no se le note. Que se estire, que sonr¨ªa. Cuando se apaga la c¨¢mara, no obstante, sus ojos se ocultan de nuevo en el flequillo g¨¹ero.
Gianco explica, con una convicci¨®n en s¨ª mismo envidiable, que conoce perfectamente cada movimiento de Luismi: "Sus manos se mueven as¨ª, aleatoriamente. Yo lo aprend¨ª s¨²per r¨¢pido, en cuanto vi el v¨ªdeo por primera vez". Su padre le corrige algunos gestos, lo prepara frente al espejo. ?l tambi¨¦n se graba con el celular para luego escucharse y cambiar algunos detalles.
La serie que prepara Netflix, junto a Telemundo y Gato Grande ¡ªla productora latina de la Metro Goldwyn Mayer¡ª sobre la vida de Luis Miguel no tiene ni siquiera nombre, pero ya est¨¢ vendiendo como ninguna. Los millones de seguidores de uno de los artistas con m¨¢s discos vendidos en el mundo devoran cada nuevo detalle sobre un proyecto que promete desvelar, por fin, uno de los secretos mejor guardados: la verdad ¡ª"La ¨²nica verdad", precis¨® el propio Luismi¡ª sobre la vida del cantante. Y eso, aunque no exista un nombre ni fecha de estreno, es m¨¢s que suficiente para calentar a las masas.
De momento, lo ¨²nico seguro en la serie es el actor mexicano, estrella entre el p¨²blico juvenil estadounidense, Diego Boneta interpretar¨¢ a Luismi en su mejor ¨¦poca. ?l ser¨¢ el protagonista principal en aquella etapa de las suites de lujo, de las fiestas en Acapulco, del pecho m¨¢s bronceado de Iberoam¨¦rica. "Durante d¨¦cadas, muchas personas han hablado de mi vida. Pero ha llegado el momento de que la verdad salga a la luz. Versiones hay muchas. Verdad solo hay una. Esta es mi historia", remataba Luis Miguel en un adelanto de la serie.
La mayor¨ªa de los peque?os actores que acuden a un lujoso hotel de la Ciudad de M¨¦xico no se sab¨ªan ninguna canci¨®n de El Sol antes del casting, mucho menos se hab¨ªan interesado por la misteriosa vida del cantante. Pero sus madres, gestoras indiscutibles de sus relaciones p¨²blicas, s¨ª. Por eso cuando entonan frente a la c¨¢mara el coro de Directo al Coraz¨®n, ellas vocalizan sin emitir un sonido, para que al ni?o no se le escape una coma. Porque aqu¨ª todos los ni?os quieren ser Luis Miguel, aunque en su smartphone suene Bruno Mars.
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