La innovaci¨®n tambi¨¦n se compra
La compra p¨²blica innovadora gana terreno internacional y se afianza en Espa?a
?A?o 1567. El Rey Felipe II lanza un concurso internacional para la determinaci¨®n de la longitud geogr¨¢fica, estableciendo un premio para quien desarrolle una forma de medir la distancia angular con el meridiano cero. Los barcos espa?oles llevan casi un siglo recorriendo el Atl¨¢ntico entre Sevilla y Veracruz y, desde hace una d¨¦cada, surcan tambi¨¦n el Pac¨ªfico entre Manila y Acapulco. Utilizan m¨¦todos rudimentarios para medir la distancia recorrida de este a oeste, lo que genera numerosos problemas y obliga, en ocasiones, a desplazarse en zigzag. El problema es antiguo y conocido: mientras que la latitud es f¨¢cil de determinar con un astrolabio mediante la posici¨®n relativa de la estrella Polar, el c¨¢lculo de la longitud se resiste. Se sabe que hay una relaci¨®n directa entre la medida del tiempo y el c¨¢lculo de la longitud, pero no se cuenta todav¨ªa con relojes mec¨¢nicos precisos. El reto aumenta con los a?os. Felipe III sube la cuant¨ªa del premio en 1598 y otros pa¨ªses ¡ªPortugal, Venecia, Holanda e Inglaterra¡ª se suman a esta carrera cient¨ªfica, pero el problema persiste hasta la invenci¨®n del cron¨®metro marino en 1773.
La historia del c¨¢lculo de la longitud muestra dos hechos que no han cambiado: la dimensi¨®n internacional del progreso tecnol¨®gico y el valor p¨²blico de la innovaci¨®n que, casi siempre, desborda el inter¨¦s privado. Muchos de los grandes retos de nuestros d¨ªas ¡ªdel cambio clim¨¢tico al envejecimiento de la poblaci¨®n¡ª encierran un importante desaf¨ªo tecnol¨®gico pero tambi¨¦n, aunque pase desapercibido, de gesti¨®n p¨²blica. Las administraciones no son solo promotoras de la investigaci¨®n y la innovaci¨®n sino, muy a menudo, las primeras usuarias de las mismas. La agencia municipal de transportes, el servicio regional de salud, o la sociedad promotora de turismo son a menudo el cliente de lanzamiento para las pymes innovadoras. O podr¨ªan serlo.
Desde hace aproximadamente una d¨¦cada, Europa est¨¢ descubriendo que para las empresas es m¨¢s importante conseguir el primer contrato que la ¨²ltima subvenci¨®n de I+D, y haci¨¦ndose una pregunta definitiva: ?qu¨¦ pasar¨ªa si una parte del presupuesto de contrataci¨®n p¨²blica se dedicara a financiar la adquisici¨®n de productos y servicios innovadores? Esta es la filosof¨ªa que inspira la Compra P¨²blica de Innovaci¨®n (CPI), que en Espa?a definimos como una ¡°actuaci¨®n administrativa orientada a potenciar el desarrollo de soluciones innovadoras desde el lado de la demanda a trav¨¦s del instrumento de la contrataci¨®n p¨²blica¡±. Las cifras est¨¢n de nuestro lado. La contrataci¨®n p¨²blica representa en Espa?a m¨¢s del 10% del PIB, un enorme volumen de recursos anual que, licitados de forma estrat¨¦gica, ofrecen algo m¨¢s que la mejora de los servicios p¨²blicos: nos dan la oportunidad de que nuestros ayuntamientos, hospitales y puertos sean el laboratorio de prueba para empresas que quieren validar primero, y comercializar despu¨¦s, sus soluciones tecnol¨®gicas.
En algunos casos ¡ªcomo ocurr¨ªa con el c¨¢lculo de la longitud en el siglo XVI¡ª la frontera tecnol¨®gica est¨¢ todav¨ªa lejos del reto planteado y la CPI toma forma de apoyo a proyectos de I+D que las administraciones contratan para avanzar hacia una soluci¨®n que podr¨ªa tardar en llegar. Pensemos en las tecnolog¨ªas del lenguaje, que ofrecen resultados prometedores en terrenos que van desde la gesti¨®n de historias cl¨ªnicas hasta las sentencias judiciales, pero todav¨ªa necesitan un importante recorrido de I+D para llegar al mercado. Es lo que conocemos como Compra P¨²blica Precomercial. En otros casos sabemos que la tecnolog¨ªa es viable ¡ªa menudo porque ha funcionado en otros ¨¢mbitos¡ª , pero necesitamos que los proveedores la desarrollen. Es el caso de muchas innovaciones en salud digital que nuestro sistema sanitario est¨¢ incorporando, a buena velocidad, para gestionar una creciente presi¨®n asistencial derivada del envejecimiento y la cronicidad. Es lo que conocemos como Compra P¨²blica de Tecnolog¨ªa o de Soluciones Innovadoras.
No hablamos de algo lejano ni de un terreno en el que estemos rezagados. Al contrario, un estudio internacional que hemos elaborado desde SILO y la Universidad de Manchester muestra que Espa?a est¨¢ en el pelot¨®n de cabeza europeo. Comenzamos m¨¢s tarde que pa¨ªses como Holanda y Reino Unido¡ªprimer compromiso de Consejo de Ministros en 2010 y reconocimiento legal en 2011 con la Ley de la Ciencia, la Tecnolog¨ªa y la Innovaci¨®n¡ª, pero hemos avanzado deprisa. Al apoyo sostenido del Gobierno se han sumado comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos ¡ªcomo Galicia, Catalu?a o el ayuntamiento de Madrid¡ª que han generado pr¨¢cticas de ¨¦xito imprescindibles para vencer las reticencias a un instrumento que es complejo: porque est¨¢ a mitad de camino entre la contrataci¨®n y la innovaci¨®n, porque supone cambiar formas de hacer muy asentadas en la Administraci¨®n y porque afecta, conviene recordarlo, a un terreno sometido a un especial escrutinio: el de la contrataci¨®n p¨²blica.
En este contexto, la inminente aprobaci¨®n de la nueva Ley de Contratos del Sector P¨²blico supone una buena oportunidad para el impulso a la CPI. La Ley, que traspone directivas europeas de febrero del 2014,est¨¢ imbuida del concepto de contrataci¨®n estrat¨¦gica y consagra el procedimiento de adjudicaci¨®n asociaci¨®n para la innovaci¨®n, que permite dotar de m¨¢s flexibilidad en aquellos procesos complejos de contrataci¨®n en los que se comienza con una primera fase de I+D para, superada una validaci¨®n t¨¦cnica, contratar la obra, el bien o el servicio propiamente dicho.
El escenario en Espa?a se suma a una corriente internacional favorable. Hace una d¨¦cada que Bruselas nos recuerda que la brecha de inversi¨®n en innovaci¨®n con Estados Unidos se explica, entre otros motivos, por su capacidad para movilizar la demanda p¨²blica. Por ello, el programa de I+D+iHorizonte 2020 est¨¢ poniendo importantes incentivos para movilizar a los compradores p¨²blicos europeos hacia la innovaci¨®n
El escenario en Espa?a se suma a una corriente internacional favorable. Hace una d¨¦cada que Bruselas nos recuerda que la brecha de inversi¨®n en innovaci¨®n con Estados Unidos se explica, entre otros motivos, por su capacidad para movilizar la demanda p¨²blica. Por ello, el programa de I+D+iHorizonte 2020 est¨¢ poniendo importantes incentivos para movilizar a los compradores p¨²blicos europeos hacia la innovaci¨®n. El debate tambi¨¦n est¨¢ generando inter¨¦s en Am¨¦rica Latina. Nuestro informe, encargado por el Banco Interamericano de Desarrollo, pretende identificar los modelos internacionales de ¨¦xito para dise?ar pol¨ªticas de CPI que sean efectivas en pa¨ªses latinoamericanos que, en general, tienen sistemas de innovaci¨®n menos sofisticados. La conclusi¨®n es que, pese las dificultades, es posible hacerlo sise plantean objetivos realistas y se acompasa el desarrollo normativo con los incentivos adecuados. Este es el camino que pa¨ªses como Colombia, Chile o Uruguay ya han comenzado a recorrer y que, sin duda, representa una oportunidad para empresas espa?olas que cuenten con credenciales en CPI y con la vocaci¨®n de implicarse en actividades de I+D+i sobre el terreno. Una vez m¨¢s, innovaci¨®n e internacionalizaci¨®n caminan de la mano.
Hace m¨¢s de 400 a?os los barcos espa?oles surcaban el Atl¨¢ntico en una carrera comercial que fue tambi¨¦n, en buena medida, una carrera tecnol¨®gica de ¨¦xito frente a potencias rivales. Los avances en construcci¨®n naval no se pudieron completar, sin embargo, con el c¨¢lculo de la longitud: el intento de compra p¨²blica de innovaci¨®n el Rey Felipe II qued¨®, por desgracia, desierto. Hoy, en un momento en el que el intercambio comercial y tecnol¨®gico entre Espa?a y Am¨¦rica es m¨¢s importante que nunca, no debemos desaprovechar el nuevo espacio de colaboraci¨®n que abre la contrataci¨®n p¨²blica de innovaci¨®n. Est¨¢ en nuestras manos.
Diego Mo?ux es Socio Director de Science&Innovation Link Office.
Elvira Uyarra es investigadora en el Manchester Institute of Innovation Research.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.