Un sinsentido contra Google
La UE deber¨ªa crear una Comisar¨ªa de Econom¨ªa Digital que desarrollara la tecnolog¨ªa venidera
La decisi¨®n de la Comisi¨®n Europea de imponer una multa hist¨®rica a Google por abusode la posici¨®n dominante del buscador en torno a su servicio de comparaci¨®n de compra (Google Shopping) muestra una Europa a la que le cuesta comprender el mundo de la econom¨ªa digital y, que en vez de construir una estrategia digital s¨®lida y ambiciosa, se empe?a en una cruzada oportunista contra los gigantes tecnol¨®gicos.
Vaya por delante mi respeto a cualquier proyecto digital y la leg¨ªtima defensa de sus intereses, pero si el futuro digital de Europa descansa en desarrollar comparadores de precios, lo que nos espera es poco alentador.
En Europa nos enfrentamos a un grave problema y es que hemos generado empresas marginales, cuya ¨²nica viabilidad est¨¢ centrada en el posicionamiento en Google, en vez de robustecer un tejido capaz de tener un crecimiento exponencial en los mercados mundiales con servicios que representen un gran valor para el usuario. Lo que tendr¨ªa que desvelar a la Comisi¨®n es por qu¨¦ a estas alturas todav¨ªa no hay un Amazon o Alibaba europeo.
Cualquier empresa que ha seguido a Google en los ¨²ltimos a?os sabe que sus b¨²squedas han entrado en una innovaci¨®n exponencial en torno a la personalizaci¨®n, el big data y la inteligencia artificial. Las b¨²squedas y sus algoritmos son muy complejos, din¨¢micos y est¨¢n cada vez m¨¢s individualizados. Vivir del posicionamiento o el SEO es cada vez m¨¢s dif¨ªcil, por no decir imposible. No tiene sentido como estrategia a medio plazo. Esa inmersi¨®n en la innovaci¨®n exponencial nos condena a reinventarnos permanentemente. Incluidos los comparadores.
Si sigui¨¦ramos el criterio que parece querer blandir la Comisi¨®n por salvaguardar la competencia digital, realmente habr¨ªa que imponerle a la propia Comisi¨®n cuantiosas multas por temas como no dejar competir abiertamente a las empresas europeas en un mercado digital ¨²nico; empe?arse en propiciar regulaciones obsoletas en cada pa¨ªs o incluso municipio o por no generar un ecosistema de innovaci¨®n digital europeo que merezca tal nombre en el ¨¢mbito internacional.
Est¨¢ claro que Google no hace siempre las cosas bien y hay una enorme diferencia entre el Google de mediados de los noventa y el gigante actual, sometido a la presi¨®n de los mercados. Pero lejos de identificar los posibles errores, la comisaria Vestager solo acierta cuando dice que ¡°Google ha desarrollado muchos productos innovadores y servicios que han cambiado nuestras vidas¡±.
La industria digital europea deber¨ªa ver a un Google que sigue siendo el l¨ªder tecnol¨®gico en multitud de campos estrat¨¦gicos, que ha proporcionado m¨¢s ayuda a las empresas para su transformaci¨®n digital o a los j¨®venes para su empleabilidad que la propia UE. Este pensamiento tambi¨¦n recae como una losa sobre nuestras startups, que a la hora de explotar los valiosos productos de Google como Adsense/Adwords, Android, etc¨¦tera, se enfrentan a un marco europeo adverso para la vida digital, con regulaciones absurdas y carente de un ecosistema tecnol¨®gico. Incluso hasta los usuarios se ven afectados por ocurrencias legales como los in¨²tiles avisos de cookies que tapan las pantallas de sus m¨®viles.
Pero lo peor de todo es que no parecemos ser conscientes de que estas acciones pueden contagiar a Estados miembros y corporaciones locales, haciendo despegar la tecnofobia. Es la conocida consigna ¡°todos contra Microsoft, Google, Uber, Cabify (no importa que sea nuestra), Airbnb¡¡±.
Europa no se da cuenta de que si hay tecnolog¨ªas que permiten ser m¨¢s competitivo y se rechazan, estas se adoptar¨¢n en otros sitios, principalmente Asia y EE?UU. Quiz¨¢s esta tendencia tenga que ver con el hecho de que la pol¨ªtica digital europea m¨¢s relevante se hace desde el seno de una comisar¨ªa de Competencia que no tiene ni la visi¨®n ni la comprensi¨®n del fen¨®meno digital.
La Comisi¨®n Europea deber¨ªa crear una comisar¨ªa de Econom¨ªa Digital dedicada al desarrollo de este sector y la correcta asimilaci¨®n de innovaciones disruptivas venideras. Y de paso evitar el c¨²mulo de decisiones err¨®neas que viene arrastrando. Es una l¨¢stima que la comisaria Vestager no tome conciencia de que Europa no est¨¢ en condiciones de retrasar m¨¢s el desarrollo de la econom¨ªa digital. La v¨ªa actual no solo no nos lleva a ninguna parte, sino que acrecienta un distanciamiento ya muy importante respecto a otros pa¨ªses fuera del viejo continente.
Andr¨¦s Pedre?o es catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada, exrector de la Universidad de Alicante y emprendendor.
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