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Las playas cinematogr¨¢ficas que nos ense?aron lo que realmente es el verano De Grease a Y t¨² mam¨¢ tambi¨¦n , de Tibur¨®n a 007 , esas playas rom¨¢nticas, peligrosas, c¨®micas o desiertas nos hicieron so?ar con unas vacaciones diferentes La mejor pel¨ªcula par¨®dica de todos los tiempos tambi¨¦n ten¨ªa que tener su escena de playa cachonde¨¢ndose, nada m¨¢s y nada menos, que de la escena m¨¢s perfecta jam¨¢s filmada sobre el amor de playa, la de 'De aqu¨ª a la eternidad' (Fred Zinneman, 1953). Striker es un Burt Lancaster con algas en la chepa y la boca muy abierta (en todos los sentidos). Uno de los mayores placeres est¨¦ticos de esta vida es ver amanecer en la playa. Si a eso le a?ades que todav¨ªa est¨¢s de subid¨®n por la juerga nocturna, la combinaci¨®n es irresistible. Probablemente, todos hayamos experimentado algo as¨ª alguna vez pero casi seguro que ninguno lo ha hecho con la elegancia de Marcello Mastroianni en el final de 'La dolce vita'. Si encima tonteas con una 'ragazza', eso ya es el verano de tu vida. ?Que no te gusta haraganear y que se te meta la arenilla por el forro del ba?ador? No es excusa para no ir a la playa. D¨¦cadas antes de que Decathlon empezara a comercializar esas tiendas de campa?a playeras que parecen campamentos militares, Bergman ya nos hab¨ªa descubierto las bondades de una buena partida de ajedrez en la orilla del mar. Claro, que aqu¨ª el jaque mate se lo llevaba el perdedor. El bronceador de la Muerte es tambi¨¦n de nota: con esa protecci¨®n fijo que no pilla un melanoma. Venancio e Ignacia son dos personajes inmortales, primos hermanos de Ca?ita Brava o El Ni?o de Vallecas velazquiano y del resto de almas c¨¢ndidas que este pa¨ªs produce con tanta frecuencia. Ellos, tan mesetarios, acabar¨¢n su metaf¨®rica y rar¨ªsima peripecia durmiendo el sue?o de los benditos junto a ese mar que siempre quisieron conocer. Excepcionales Jes¨²s Franco y Rafaela Aparicio. Si crees que tu vida es chunga, es que no conoces la biograf¨ªa del Coronel George Taylor: el ej¨¦rcito lo env¨ªa a una misi¨®n espacial y cuando despierta lo esclavizan una pandilla de primates tan peludos como malcarados. Cuando por fin consigue escapar en taparrabos descubre, para su terror, la cabeza sepultada de la Estatua de la Libertad. Escrita como consecuencia de la Caza de Brujas, Heston (?qui¨¦n lo dir¨ªa!) representa al movimiento pacifista. Hay un antes y despu¨¦s del momento en el que Ursula Andress emerge de las aguas en Dr. No: fue de las primeras en ponerse un bikini en la gran pantalla y consigui¨® que casi todo el planeta la imitara en el resto del planeta. Despu¨¦s, muchas la han homenajeado, desde Bo Derek en '10, la mujer perfecta' a Halle Berry en 'Muere otro d¨ªa' (?y hasta los posados mallorquines de la Obreg¨®n!), pero Ursula sigue siendo ¨²nica e inimitable. Getty ¡°La vida es como la espuma, por eso hay que darse como el mar¡± podr¨ªa ser una l¨ªnea de Paulo Coelho, pero es el final del viaje de Tenoch, Julio y Luisa hasta esa playa que solo existe en la imaginaci¨®n de los chicos llamada Boca del Lobo. Para su sorpresa, existe, y encontrarla es su ¨²ltimo momento de felicidad. Todo lo que pasa despu¨¦s, ya es la aburrida y triste realidad. Que la playa sea escenario de despertares sexuales, entra dentro de lo posible. Que quien los provoque sea alguien con quien has crecido y se ha convertido casi en un hermano/a y que encima sea menor de edad, ya es otro cantar. A buen seguro, hoy esta pel¨ªcula estar¨ªa prohibida, pero en los locos 80, que estos dos robinsones perdidos en el Pac¨ªfico cometieran incesto no estaba tan mal visto. Cuerpos esculturales, mechas californianas, filosof¨ªa budista de todo a cien y unas espectaculares escenas de acci¨®n convierten esta pel¨ªcula en una de las m¨¢s importantes de la historia del surf tras 'El gran mi¨¦rcoles'. La leyenda cuenta que la directora Kathryn Bigelow iba ella misma en planchas de surf al lado de los actores, as¨ª que es de suponer que, en este suicidio po¨¦tico de Bodhi en pos de ¡°la gran ola¡±, tambi¨¦n se mojara de lo lindo. La playa es un para¨ªso de mirones. En 'Muerte en Venecia' el enfermo Von Aschenbasch se recrea en la contemplaci¨®n del joven y rub¨ªsimo Tadzio. El muchacho es tan guapo que hace que el compositor no quiera tratarse su enfermedad y muera en la orilla viendo a su objeto de deseo. Tan exquisito como de costumbre, Visconti eligi¨® la m¨²sica de Mahler para el dram¨¢tico momento. La traducci¨®n del movimiento cinematogr¨¢fico 'Nouvelle Vague' es Nueva ola, y aunque en los 80 ya debiera ser Vieja Ola, su perdurable influjo todav¨ªa permiti¨® que Rohmer filmara este cl¨¢sico del amor intimista. Con una volubilidad 100% gabacha, la adolescente Pauline divaga sobre qu¨¦ es el amor y por qu¨¦ nos vuelve tontorrones. Tan intensa se pone que ahora es un cl¨¢sico del cine indie, que hasta las Hermanas ?lvarez utilizaron su t¨ªtulo para ponerle nombre a su banda. Se hace dif¨ªcil decidir qui¨¦n resulta m¨¢s atractivo: si una Marilyn Monroe en la c¨²spide de su carrera o un travestido Jack Lemmon con peluca que sin duda habr¨ªa sido elegida Reina del Orgullo. En una de las mejores comedias de la historia, no pod¨ªan faltar las risas en la playa. Una de las mejores escenas de la historia del cine espa?ol o, por lo menos, de la m¨¢s representativas. Cuesta imaginar otro momento que diga m¨¢s acerca de nosotros, de qui¨¦nes somos, de d¨®nde venimos, de qu¨¦ ansiamos y de por qu¨¦ idolatramos el verano, como el que protagoniza el celt¨ªbero Alfredo Landa acosado por las suecas antes de la pesadilla de AirBnb. En su momento, la playa de 'Los 400 golpes' fue considerada el pistoletazo de salida de la 'Nouvelle Vague' francesa. Hoy, sabemos que pocos momentos expresan mejor la libertad del ser humano y esa sensaci¨®n de tener toda la vida por delante como esa carrera de Antoine Doinel por la playa tras escapar del reformatorio. Venerada e imitada hasta la saciedad. Mucho antes que Pamela Anderson y David Hasselhoff, 'Carros de fuego' ya hab¨ªa puesto de moda eso de correr por la playa a c¨¢mara lenta con musiquilla de fondo. Haciendo gala de un cl¨¢sico puritanismo brit¨¢nico, van m¨¢s tapaditos y no tienen tantos pectorales, pero hay que reconocer que la m¨²sica de Vangelis ser¨ªa capaz de resucitar al 'runner' que todos llevamos dentro. Ocho de los minutos m¨¢s escalofriantes, grandilocuentes y magistrales de la historia del cine. Planteada por Steven Spielberg como un homenaje a ese padre con el que nunca se llev¨® demasiado bien y que combati¨® en la Segunda Guerra Mundial, es una coreograf¨ªa de Nijinski con una direcci¨®n de fotograf¨ªa de Janus Kaminski que veremos si alguna vez es superada. Llega el final del verano, que cantaran El d¨²o din¨¢mico, y Danny Zuko y Sandy Dee se tienen que decir adi¨®s, porque la rubia se va a Australia¡ O eso creen. El momento es cursi y rid¨ªculo pero, parafraseando a Pessoa, solo los que no han sido cursis y rid¨ªculos en una playa veraniega son verdaderamente rid¨ªculos. Menci¨®n especial para esos productos de peluquer¨ªa que consiguen que a Zuko no se le mueva ni un pelo del tup¨¦. Brigitte Bardot fue una pionera en todo, y en eso de darle guerra al heteropatriarcado, tambi¨¦n. En esta adaptaci¨®n de 'La mujer y el pelele', Bardot le pone la pierna (y el pie) encima a su admirador antes de refrescar los calores que irradia en la poblaci¨®n de Saint Tropez. ?Amor entre cocoteros? Si El Rey est¨¢ en la playa, todo es posible. Como si se tratara de un v¨ªdeo de hip hop, Elvis Presley se paseaba por la playa en 'Amor en Hawaii' exudando masculinidad y la mitad de la poblaci¨®n femenina de la isla le pon¨ªa ojitos so?adores¡ ?Ser¨¢ por el ukelele? Getty