Thurston Moore: vivir sin la marca Sonic Youth

Es curioso: no tiene uno mucho inter¨¦s en hablar de la vida personal de Thurston Moore, pero la realidad es terca y se impone. Hasta una pregunta tan anodina como ¡°?d¨®nde conoci¨® al guitarrista de su grupo?¡± termina llevando a su divorcio. ¡°Conoc¨ª a James porque viv¨ªa en el mismo bloque de apartamentos diminutos en Londres que mi novia. Fue hace siete a?os. Eva me dijo que en el piso de abajo un chaval se pasaba el d¨ªa tocando la guitarra: ¡®Pero ten cuidado de no cruzarte con ¨¦l. Le he dicho que mi novio viene a verme, pero no qui¨¦n eres y es un gran fan de Sonic Youth¡¯. Un d¨ªa pas¨®: me lo cruc¨¦ en la cocina com¨²n y se me qued¨® mirando pregunt¨¢ndose: ¡®?Qu¨¦ hace Thurston Moore en mi cocina?¡¯. Le dije: ¡®Hola, soy el novio de Eva¡¯ y ¨¦l reaccion¨® alucinando: ¡®Vale, ahora lo entiendo todo¡¯. Porque en aquel momento era un secreto y no se lo pod¨ªa creer. Nos hicimos amigos. Cuando encontr¨¦ un piso para Eva y para m¨ª y pens¨¦ en montar mi propia banda, llamarle fue lo natural¡±.

Eva es Eva Prinz, la novia de Moore desde varios a?os antes de divorciarse de Kim Gordon, su mujer desde 1984 y compa?era en Sonic Youth, uno de los grupos de rock m¨¢s influyentes de los ¨²ltimos 30 a?os. Pero tambi¨¦n es Radio Radieux, un imaginario ¡°poeta transg¨¦nero¡± que firma gran parte de las letras de Rock¡¯n¡¯roll consciousness, el nuevo disco de Moore. ¡°Nos inventamos esa historia porque ella no est¨¢ interesada en ser famosa. Desafortunadamente, porque es dif¨ªcil evitarlo cuando est¨¢s relacionada con alguien como yo. Es genial escribir con ella. Ni siquiera nos lo planteamos, solo pas¨®. Sus referencias encajan con mi forma de ver la vida. Ella encarna esa visi¨®n m¨ªa de una feminidad muy fuerte¡±.

"Siempre le digo a mi hija que no espere ninguna luz al final del t¨²nel, no la hay. La vida es un camino. Es todo un trayecto, no hay meta a la que llegar¡±

Si las cosas son como las cuenta, con 58 a?os Thurston Moore est¨¢ viviendo una etapa de completa libertad. Ya ha asumido las ventajas y los inconvenientes de trabajar en solitario. ¡°Sonic Youth es una marca. Convocamos mucho m¨¢s p¨²blico que como individuos. No pasa nada, lo entiendo. Es la historia, aunque en mis canciones de ahora no percibo gran diferencia con lo que hac¨ªa¡±.

Es verdad, las cinco largas canciones que componen Rock¡¯n¡¯roll conciousness podr¨ªan forma parte de cualquier ¨¢lbum de la banda madre. En parte porque en su grupo actual hay otro componente de Sonic Youth, el bater¨ªa Steve Shelley. Los otros dos miembros no desmerecen. James Sedwards, el antiguo compa?ero de piso de Eva Pridz, es un guitarrista excepcional, y la bajista, Debbie Googe, viene nada menos que de My Bloody Valentine.

Sonic Youth fue el modelo de la generaci¨®n de Nirvana. Cuentan que si el grupo de Kurt Cobain firm¨® con la discogr¨¢fica Geffen fue porque Sonic Youth publicaba all¨ª sus discos. Teniendo en cuenta las cantidades que los de Seattle le hicieron ganar, aquel sello les debe mucho dinero. ¡°Nos deben, pero no por eso¡±, dice con un deje de amargura. ¡°No hay nada que puedas hacer para evitarlo. No se trata de dinero, si eres un artista nunca va de eso. El dinero es para los hombres de negocios o los managers. Pero si eres un m¨²sico y est¨¢s en esto por la pasta tienes un problema. No me fij¨¦ en el dinero hasta que naci¨® mi hija¡±.

Coco Gordon Moore, su hija, tiene hoy 23 a?os. ¡°Es una chica fant¨¢stica. Hemos pasado mucho tiempo juntos. Viajamos de Los ?ngeles a Nueva York en coche, en medio del invierno. Cuatro d¨ªas y medio los dos solos, y fue genial. Ella es independiente, curiosa y superinteresante. Es una artista. Ha pasado toda su vida lidiando con que sus padres eran muy importantes para otras personas y necesita definirse por s¨ª misma. Veintitres es una gran edad. Y puedo ver que ella lo sabe. Yo le digo que no espere ninguna luz al final del t¨²nel, porque no la hay. La vida es un camino. Es todo un trayecto. No hay meta a la que llegar. Yo creo que la mejor edad es los 40. Aunque estoy disfrutando la cincuentena. Tengo el privilegio de hacer lo que me da la gana. Quiz¨¢s no toco delante de 50.000 personas. Pero ya he estado ah¨ª, y no me interesa volver¡±.