?Por qu¨¦ no se trata igual a los bancos espa?oles que a los italianos?

En las ¨²ltimas semanas hemos asistido a una importante pol¨¦mica sobre el diferente trato que las autoridades comunitarias han dado a las ¨²ltimas crisis bancarias espa?ola e italiana. Recordemos que mientras el Banco Popular fue vendido al Banco Santander sobre la premisa de que el accionarado de aquel ser¨ªa el que cargar¨ªa con el coste de la venta al Santander, en el caso de Italia, a pesar de que el Mecanismo de Resoluci¨®n europeo puesto en marcha en fechas recientes proh¨ªbe ayudas del Estado a la banca, tuvimos que contemplar at¨®nitos c¨®mo el Ejecutivo italiano se saltaba este mismo mecanismo al poner el Gobierno Gentiloni encima de la mesa 5.000 millones de euros (al tiempo que compromet¨ªa otros 12.000) para sanear dos bancos italianos, Banca Veneto y Banca Popolare de Vicenza, que por otra parte pasaban a integrarse en Intesa San Paolo, segundo banco del pa¨ªs.

?C¨®mo justific¨® semejante arbitrariedad el Banco Central Europeo (BCE)? La versi¨®n oficial fue que, mientras el problema del Popular era b¨¢sicamente la necesidad de resolver un estado de resoluci¨®n, en el caso de los bancos italianos rescatados lo que hab¨ªa de afrontarse era directamente una liquidaci¨®n de la entidad. La realidad era que, mientras el Popular constitu¨ªa un banco solvente (eso s¨ª, con importante problemas de liquidez), Banca Veneto y Banca Populare de Vicenza no dispon¨ªan de esa solvencia y de ah¨ª su absorci¨®n por Intesa San Paolo. Entonces, ?por qu¨¦ se actu¨® de manera diferente con ambos pa¨ªses?

La primera y fundamental explicaci¨®n es de tipo pol¨ªtico. Cuando se oblig¨® al Gobierno espa?ol a someter a un profundo saneamiento a su maltrecho sistema financiero hace ahora cinco a?os, el Partido Popular dispon¨ªa de una c¨®moda mayor¨ªa absoluta para gobernar el pa¨ªs hasta cuatro a?os seguidos (lo que finalmente hizo), de tal manera que, cuando llegaron las elecciones, aquel car¨ªsimo saneamiento pagado con dinero p¨²blico quedaba muy atr¨¢s y solo se hablaba de corrupci¨®n. En cambio, Italia en este momento se encuentra en pleno escenario preelectoral, y quien gobierna (el Partido Democr¨¢tico en coalici¨®n con otros peque?os partidos) es el mismo que, por medio de su reelegido secretario general Matteo Renzi (que es quien realmente manda en la sombra) tiene que afrontar en cuesti¨®n de meses nuevas elecciones generales. Y Renzi sabe mejor que nadie que una crisis financiera en el que accionistas y bonistas pagan el rescate de los bancos puede liquidar sus posibilidades de volver a presidir el Consejo de Ministros.

Otra explicaci¨®n del agravio comparativo es Mario Draghi; el presidente del BCE fue gobernador del Banco de Italia

Es m¨¢s, lo ha podido comprobar personalmente con motivo de las pasadas elecciones municipales: aunque sus candidatos pasaron en su mayor¨ªa a la segunda vuelta (ballottaggio), el rescate de la Banca Veneto y Popolare de Vicenza, acaecido en el mismo fin de semana de la segunda vuelta de estos comicios, se llev¨® por delante a casi todos los candidatos de centro-izquierda, venciendo, en la mayor parte de los casos, el centro-derecha merced a una alianza de Silvio Berlusconi (Forza Italia) con Matteo Salvini (Liga Norte).

Otra explicaci¨®n a este claro agravio comparativo la encontramos en la propia persona de Mario Draghi, que, aunque pocos lo sepan, es arte y parte en todo este asunto, ya que era precisamente el gobernador del Banco de Italia (por tanto, principal encargado de la regulaci¨®n) cuando la crisis financiera comenz¨® en Italia, all¨¢ por el a?o 2009. Una crisis que se llev¨® por delante el Gobierno Berlusconi (noviembre de 2011), pero de la que parad¨®jicamente Draghi sali¨® catapultado hacia la presidencia del ahora en entredicho Banco Central Europeo.

Finalmente, no debemos olvidar la influencia de los italianos en la pol¨ªtica europea, muy por encima de su decadente realidad pol¨ªtico-econ¨®mica. Italiano es el Presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani; italiana es la encargada de dirigir la pol¨ªtica exterior, Federica Moguerini; y adem¨¢s de Draghi, las instituciones financieras europeas se encuentran plagadas de italianos. Andrea Enria, por ejemplo, es Director de la Autoridad Bancaria Europea; Marco Buti lleva la direcci¨®n general de Asuntos Econ¨®micos de la Comisi¨®n Europea; y, lo m¨¢s importante, tambi¨¦n un italiano (?oh casualidad!) es precisamente el encargado de poner en funcionamiento del Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n (hablamos de Ignazio Angeloni). Y es que Espa?a est¨¢ pagando las consecuencias de su falta de habilidad para moverse en las instituciones europeas, algo en lo que los italianos son expertos consumados. ?Cu¨¢ndo volveremos a influir en la pol¨ªtica europea?

Pablo Mart¨ªn de Santa Olalla Saludes es profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Madrid.