Villar, punto final

La detenci¨®n del presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF), ?ngel Mar¨ªa Villar, y de su vicepresidente econ¨®mico, Juan Padr¨®n, debe ser el primer paso para una reforma y regeneraci¨®n completa de las instituciones del f¨²tbol. Villar, 29 a?os al frente de la federaci¨®n, tendr¨¢ que responder por graves acusaciones de corrupci¨®n entre particulares ¡ªpresuntamente para favorecer los intereses econ¨®micos de su hijo Gorka Villar y el despacho Sports and Advisers, entre otras finalidades¡ª, administraci¨®n desleal, apropiaci¨®n indebida y posible alzamiento de bienes. Casi 30 a?os de poder absoluto son una invitaci¨®n a la corruptela generalizada.

Villar teji¨® una mara?a clientelar en la que los votos de las federaciones supuestamente se compraban con dinero de las arcas federativas (nutridas en parte con dinero p¨²blico) y favores cruzados. La federaci¨®n de la ¨²ltima d¨¦cada no ha justificado las cuentas, no ha explicado las subvenciones y ha mantenido en la sombra las retribuciones. Villar fue un colaborador estrecho de los altos cargos de la FIFA detenidos por un esc¨¢ndalo de comisiones que acabaron con la carrera de Blatter; y un hombre de confianza de Platini, el presidente de la UEFA, bajo sospecha de cobro de retribuciones fraudulentas. Y, desde su convicci¨®n de disponer de poder absoluto, se enfrent¨® sin miramientos con las autoridades deportivas.

Para Villar, el presidente eterno, este es el final. Que deb¨ªa haberse producido antes; hubiera ahorrado al f¨²tbol espa?ol, brillante en su vertiente competitiva, la verg¨¹enza de ver a su responsable m¨¢ximo detenido por la Guardia Civil. Es el momento de sacar las lecciones debidas que ofrece la larga noche de Villar. La primera es que debe limitarse por ley el n¨²mero de mandatos presidenciales; y que el ejercicio de poder en la federaci¨®n debe someterse a un escrutinio riguroso a?o tras a?o. Algo que hasta ahora no se ha hecho.