?Cu¨¢l es la pregunta?
?Cu¨¢l es la pregunta cuya respuesta incluye la disposici¨®n a saltarse la ley?
Si la respuesta es la independencia, ?cu¨¢l es la pregunta? No es una pregunta ret¨®rica sino un intento honesto de devolver al interlocutor la perplejidad que provoca la intensidad de su demanda de secesi¨®n.
?Cu¨¢l es la pregunta cuya respuesta incluye la disposici¨®n a saltarse la ley, destruir las instituciones comunes, romper una convivencia hasta ahora ejemplar y coaccionar a otros conciudadanos?
Intuimos que en la pregunta habr¨ªa elementos como ¡°naci¨®n¡±, ¡°Estado¡± e ¡°identidad nacional¡±. Pero todo lo que sabemos sobre estos elementos nos lleva a manejarlos con sumo cuidado.
Primero, porque sabemos que esos conceptos son construidos, artificiales, no en vano la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos abre su articulado con la afirmaci¨®n de que ¡°todos los seres humanos nacen libres e iguales¡±.
Segundo, porque hemos experimentado una y mil veces en la historia lo peligroso que es anteponer esos conceptos a los derechos individuales ¡ªs¨ª, siempre pierden los individuos¡ª.
Tercero, porque como consecuencia de todo ello hemos concluido que solo es posible realizar esos derechos en el marco de la democracia, haya o no correspondencia entre Estado y naci¨®n.
Y cuarto, porque vemos que las identidades pueden ser m¨²ltiples y funcionar con toda naturalidad en niveles compatibles y simult¨¢neos (catal¨¢n, espa?ol y europeo).
En el mundo hay unas 6.700 lenguas y 5.000 etnias, naciones o nacionalidades, seg¨²n la definici¨®n que manejemos, y 195 Estados. Eso arroja una media de 34 lenguas por Estado (4,6 lenguas en la supuestamente muy homog¨¦nea Europa). Un embudo tan formidable solo puede resolverse con instituciones democr¨¢ticas y derechos fundamentales, es decir, con ¡°naciones pol¨ªticas¡± donde, ah¨ª s¨ª, los ciudadanos se determinen libremente mediante elecciones regulares y Constituciones democr¨¢ticas y puedan ejercer todos los derechos, individuales y colectivos, pol¨ªticos y culturales, que les son propios. Para unos la pregunta es c¨®mo realizar la naci¨®n catalana, para otros la castellana o la vasca. Pero si convini¨¦ramos en que esas preguntas ya no tienen sentido, entonces la respuesta tampoco lo tendr¨ªa. @jitorreblanca
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