Espa?a es frontera

La tragedia que cost¨® la vida a 49 inmigrantes el 5 de julio en un naufragio en el mar de Albor¨¢n y los datos que el ministro Juan Ignacio Zoido ofreci¨® a la comisi¨®n de Interior del Congreso indican que debemos estar preparados para un cambio en la posici¨®n de Espa?a respecto de los flujos migratorios. La intensificaci¨®n de las llegadas en patera y el aumento de los intentos de saltar las vallas de Ceuta y Melilla indican que la presi¨®n migratoria va a crecer en esta parte de la frontera exterior de Europa. En lo que llevamos de a?o han entrado de forma irregular en Espa?a, seg¨²n el ministro, 10.571 inmigrantes, un 104% m¨¢s que en el mismo periodo del a?o anterior, y 2016 se cerr¨® con 16.500 solicitudes de asilo, una cifra que no se hab¨ªa visto.

La Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones ya ha advertido de que la ruta espa?ola est¨¢ creciendo e incluso ha desbancado a la griega en cuanto a mortalidad. Espa?a hab¨ªa quedado hasta ahora al margen de la enorme presi¨®n que sufrieron los pa¨ªses europeos del Mediterr¨¢neo a partir de 2014 y la consiguiente crisis de refugiados. Grecia e Italia son los que m¨¢s han sufrido esa presi¨®n. Pero a la llegada de desplazados por conflictos b¨¦licos se suma ahora una gran ola de migrantes econ¨®micos que tratan de llegar a Europa por los medios que les facilitan las mafias. Distinguir entre unos y otros resulta cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Espa?a se ha mostrado hasta ahora escasamente solidaria con los otros pa¨ªses de llegada europeos, sin tener en cuenta que, por su posici¨®n geogr¨¢fica, podr¨ªa encontrarse en la misma situaci¨®n en poco tiempo. De hecho, ya sufri¨® una gran ola migratoria hace 15 a?os, que solo remiti¨® cuando el Gobierno aplic¨® pol¨ªticas de contenci¨®n en los pa¨ªses emisores y de tr¨¢nsito.

El fen¨®meno que empuja estas migraciones dif¨ªcilmente podr¨¢ contenerse solo con barreras f¨ªsicas. Debemos reflexionar y anticiparnos planteando estrategias de salvamento y acogida, y tambi¨¦n de repatriaci¨®n respetuosa y ordenada en los casos que no tengan derecho a asilo. Pero lo m¨¢s eficaz para contener la migraci¨®n econ¨®mica, como ya comprobamos en el pasado, es la ayuda al desarrollo en los pa¨ªses emisores y convenios de colaboraci¨®n con los de tr¨¢nsito. Debemos cumplir adem¨¢s con las obligaciones contra¨ªdas. Solo as¨ª podremos exigir apoyo y solidaridad al resto de la UE en caso de necesidad. Es vergonzoso que de los 17.000 refugiados que fueron asignados a Espa?a en el reparto acordado en 2015 solo hayan llegado 1.488. Alegar, como hizo el ministro, que el problema radica en la falta de capacidad de Italia, Grecia o L¨ªbano para agilizar los tr¨¢mites resulta poco cre¨ªble.