17 fotos18 escenas de pel¨ªcula donde no apartar la vista es un aut¨¦ntico reto Pieles , Salvar al soldado Ryan , Funny Games o R¨¦quiem por un sue?o desaf¨ªan la tolerancia de un espectador que no sabe d¨®nde mirarJuan Sanguino05 ago 2017 - 08:43CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceUno no sabe d¨®nde mirar. Est¨¢n pasando demasiadas cosas a la vez, y ninguna agradable. El desembarco de Normand¨ªa rodado en 24 minutos de caos, desmembramientos y ning¨²n tipo de justicia po¨¦tica. La guerra pura, esa que solo conocemos por estad¨ªsticas abstractas, se volvi¨® humana en este pr¨®logo que incluye a un soldado quit¨¢ndose el casco para admirar su suerte y recibiendo un tiro en el cr¨¢neo inmediatamente; cad¨¢veres sumergidos en el agua que siguen siendo cosidos a tiros con una crueldad an¨¢rquica; y un soldado que arrastra a su compa?ero como un h¨¦roe de pel¨ªcula hasta que el plano se abre y descubrimos que en sus manos solo queda una cabeza y un torso. Da igual que apartes la vista, porque cuando vuelvas a mirar a la pantalla solo habr¨¢ m¨¢s desolaci¨®n esperando. Como en la guerra. Ver la escena aqu¨ª.?Pero qu¨¦ clase de mente humana da con esta premisa? Un cient¨ªfico loco (seg¨²n el cine, no hay otro tipo) secuestra a tres turistas y les cose la boca al ano del otro creando, efectivamente, un ciempi¨¦s humano en el que todo lo que entra por la boca del primero sale por el ano del tercero. Tom Six, el director que por alguna raz¨®n no vive internado en un psiqui¨¢trico, no les cont¨® a los productores este detalle de la trama pero el ¨¦xito de 'El ciempi¨¦s humano' dio lugar a dos secuelas. En la tercera, el alcaide de una prisi¨®n llama al propio Tom Six para que le ayude a crear un ciempi¨¦s humano con todos los presos y, tras proyectar las dos primeras entregas, somete a los 500 (s¨ª, quinientos) criminales a un ciempi¨¦s humano digno del Libro Guinness de las arcadas. Los fans y espectadores casuales de la trilog¨ªa, al acabar, suelen iniciar un debate espeluznante: ?en qu¨¦ posici¨®n preferir¨ªas estar? Ver la escena aqu¨ª.La t¨ªpica conversaci¨®n entre enamorados adolescentes que acaba concluyendo que "las dictaduras no son tan malas si funcionan". George Lucas debe de llevar sin salir de su rancho desde 1983, porque no tiene ni idea de c¨®mo habla la gente normal. Tampoco ayuda que Hayden Christiensen recurra al gesto del perro con mirada aviesa de 'Los Simpson' cuando quiere sacar a pasear su lado oscuro, pero Padme no parece demasiado preocupada por la alegr¨ªa con la que su novio habla de holocaustos y se pone a corretear por el prado, mientras ¨¦l galopa a lomos de los peores efectos visuales del siglo XXI. Este romance as¨¦ptico en medio de una pradera de lirios s¨®lo dura dos minutos, pero a?os despu¨¦s la saga 'Crep¨²sculo' construy¨® cuatro pel¨ªculas enteras en torno al concepto. Ver la escena aqu¨ª.Cualquier escena de esta pel¨ªcula escogida al azar es un ejercicio de ensa?amiento contra el espectador, pero hay una concreto, quiz¨¢ la m¨¢s inofensiva, que nos cuesta mirar sin apartar la vista para darnos tregua a nosotros mismos. La familia recibe la visita de un par de muchachos educados y amables que les piden huevos. El espectador sabe, con toda certeza, que esos dos desconocidos vestidos de blanco nuclear van a torturar, humillar y asesinar a toda la familia, pero las v¨ªctimas a¨²n no lo han descubierto. El espectador tiene por tanto ventaja sobre los personajes, pero ojal¨¢ no la tuvi¨¦ramos, porque durante ese eterno di¨¢logo en el que al asesino se le caen los huevos y empieza a exigirle otros dos al padre de familia, observamos una cordial tortura psicol¨®gica que avanza implacable: sabemos que en alg¨²n momento esos chavales van a agredir la intimidad y la carne de esa familia, pero no sabemos cu¨¢ndo. La espera es insoportable. Ver la escena aqu¨ª.No llega a 15 minutos, pero parece una eternidad. La ca¨ªda paralela a los infiernos de los cuatro personajes, destruidos por las drogas de cuatro maneras distintas, desaf¨ªa la tolerancia del espectador. Pero el desasosiego que genera no es intelectual, ni siquiera emocional: 'R¨¦quiem por un sue?o' torpedea directamente contra el alma. Si tienes aprensi¨®n a las agujas, el plano de Jared Leto inyectando hero¨ªna en el boquete casi engangrenado de su brazo te har¨¢ descubrir un nuevo nivel de repulsi¨®n. Ellen Burstyn recibiendo electroshocks y Jennifer Connelly humill¨¢ndose en un club de 'striptease' mientras docenas de babosos le gritan que se corra revuelven la moral de cualquier espectador con una furia que ninguna otra pel¨ªcula hab¨ªa alcanzado antes y ninguna otra repetir¨ªa despu¨¦s. La pel¨ªcula se acaba, pero el trauma se ha quedado contigo para siempre. Ver la escena aqu¨ª.Hay algo inquietante en ir al dentista: todos los utensilios acaban en una punta afilada, todos emiten ruidos perturbadores y el doctor utiliza palabras que suenan a dolor como "curetaje" o "atornillar la enc¨ªa". Pero lo m¨¢s tenebroso de toda visita a un dentista es la posici¨®n de sumisi¨®n en la que tenemos que colocarnos: un desconocido trastea en nuestra boca, allana nuestro cuerpo y efect¨²a retoques que, gracias a la anestesia inyectada directamente en nuestra enc¨ªa, no podemos sentir pero s¨ª podemos escuchar. Dustin Hoffman sufre la tortura de un dentista diab¨®lico (Laurence Olivier) sin anestesia y con una advertencia: "No voy a rajarte en la caries, porque ese nervio ya est¨¢ muerto, prefiero incrustar en un nervio sano". Ver la escena aqu¨ª.Marginada, humillada y condenada a una vida (y una muerte) dantescas, Carrie vive el ¨²nico momento feliz de su vida cuando es proclamada reina del baile por sorpresa. Lo retorcido es que el espectador sabe que todo es una pantomima cruel, una trampa que va a acabar mal pero no como los cabrones de ese instituto esperan. El pase¨ªllo de Carrie a c¨¢mara lenta, su baile rom¨¢ntico con Tommy Ross y su coronaci¨®n se hacen tan largas que la tensi¨®n se vuelve agon¨ªa. Recomendamos detener la pel¨ªcula justo antes de que la desalmada de Norma le hace la se?al a su novio (John Travolta) para que tire un cubo de sangre de cerdo encima de la pobre Carrie. Es trampa, pero al menos nos quedamos con ese regusto feliz, porque en la vida no se pueden parar las desgracias, pero en la televisi¨®n s¨ª. Ver la escena aqu¨ª.Esta es una pel¨ªcula de Hollywood, as¨ª que el espectador asume que alguien (?una novia rubia del instituto?) acabar¨¢ impidiendo que el neonazi interpretado por Edward Norton le reviente la cara a un negro contra un bordillo. Que aparecer¨¢, en el ¨²ltimo momento y a c¨¢mara lenta, y le recordar¨¢ que la fuerza del amor es m¨¢s poderosa que el odio. No sucede. Hollywood, y por extensi¨®n nosotros tambi¨¦n, renunci¨® a su inocencia durante los tres minutos que dura esta escena. Ver la escena aqu¨ª.Corr¨ªa el a?o 2007 y todos nos est¨¢bamos dejando flequillo. Hasta Peter Parker, a quien un simbionte alien¨ªgena convierte en un mutante grotesco y en un 'pichabrava' a¨²n m¨¢s grotesco todav¨ªa. El pelo graso, el traje negro con camisa negra (de nuevo, 2007 fue un a?o duro para la est¨¦tica masculina) y los espasmos p¨¦lvicos contribuyen a que desees que "tu amigo y vecino Spiderman" deje de ser las tres cosas. Tobey Maguire cumpli¨® la fantas¨ªa de todo ser humano de caminar por la calle bailando, algo que todo el mundo ha hecho mentalmente pero casi nadie se ha atrevido a hacer f¨ªsicamente. La raz¨®n: esta escena. Bailar por la calle es una de esas cosas que, como se?alar con el dedo a las chatis (o, de hecho, llamar chatis a las mujeres), s¨®lo funciona en nuestra imaginaci¨®n. El asombroso Spiderman fue m¨¢s asombroso que nunca, pero por los motivos equivocados. Ver la escena aqu¨ª.Existe un c¨®digo no escrito que indica que las violaciones en las pel¨ªculas suceden fuera de plano. Almod¨®var ha transgredido esta ley del no-deseo convirtiendo la agresi¨®n sexual en comedia (en 'Pepi, Luci, Bom y otras chicas del mont¨®n', 'Kika' y 'La piel que habito'), una propuesta que soliviantaba perversamente la atrocidad. Pero 'Irreversible' se propuso rodar una violaci¨®n realista y, por tanto, insoportable: dura 10 minutos, durante los cuales el espectador espera que la pel¨ªcula se apiade de ¨¦l y funda a negro. No sucede. Corre un rumor que dice que en la escena hay un sonido imperceptible por el o¨ªdo humano que sin embargo provoca nauseas y angustia a un nivel subconsciente. No hac¨ªa falta. Las im¨¢genes ya resultan devastadoras. Ver la escena aqu¨ª.Poca gente ha visto la pel¨ªcula entera, y a¨²n menos personas han sido capaces de observar ese globo ocular siendo rajado sin llevarse las manos a la cabeza, a la boca o directamente a los ojos, como si quisi¨¦remos protegerlos de esa brutalidad. Bu?uel utiliz¨® el ojo de un cordero para rodar la escena, logrando un plano que hoy es historia del arte, pero tambi¨¦n historia del asco. Ver la escena aqu¨ª.La secuencia de la diarrea colectiva funciona como una serie de matrioskas: cuando crees que el chiste ha terminado, resulta que a¨²n quedan sorpresas. Cada nueva mu?eca rusa es una dama de honor con el esf¨ªnter en llamas, y en circunstancias de emergencia cualquier agujero es trinchera (en este caso, cualquier agujero es retrete), hasta culminar con la novia, vestida como tal, rindi¨¦ndose ante su destino y defecando en medio de la carretera. Va a tener que pagar el vestido que se estaba probando, pero hay desahogos que no tienen precio. Ver la escena aqu¨ª.Isabelle Huppert se masturba con una cuchilla de afeitar como quien se explota un grano: con mucha precisi¨®n, con cierto placer perverso y con much¨ªsima sangre. No es que tengas que apartar la mirada de la pantalla, es que todo tu cuerpo es invadido por un malestar que no hab¨ªas experimentado antes. No hay escapatoria de esta escena, que se hizo tan famosa en su estreno que ya desde que la pianista en cuesti¨®n cog¨ªa la cuchilla toda la sala empezaba a resoplar y a cruzar las piernas. Ver la escena aqu¨ª.El director dan¨¦s Lars Von Trier no destaca especialmente por su sutileza. No se conforma con poner a Selma (interpretada por la cantante islandesa Bj?rk) a trabajar como una esclava para pagar la operaci¨®n de vista de su hijo e impedir que sufra la misma ceguera que ella, sino que su vecino le roba el dinero aprovech¨¢ndose de que ella no puede verle, despu¨¦s se niega a devolv¨¦rselo y Selma es ahorcada mientras sigue cantando en la oscuridad. Esto no es una pel¨ªcula, es un ejercicio de sadismo. Ver la escena aqu¨ª.La miseria humana puede resultar c¨®mica, pero en peque?as dosis, como ruido de fondo. Los hermanos Coen detienen la investigaci¨®n de la agente Marge Gunderson para reunirla con un viejo amigo del instituto, Mike Yanagita, que primero intenta venderse como un triunfador que acaba de quedarse viudo y acaba llorando mientras intenta tocarle un pecho a Marge. Algo nos dice que Mike Yanagita se ha reinventado hoy como troll de Internet que vive convencido de que "todas las mujeres son unas zorras". Ver la escena aqu¨ª.El secreto de toda tortura est¨¢ en la creatividad de los peque?os detalles. En Espa?a, sin embargo, somos m¨¢s vulgares: a los dos sospechosos de asesinar a un pastor en Osa de la Vega (Cuenca) les arrancan las u?as para que confiesen un crimen que no han cometido. La pel¨ªcula, rodada en 1979, fue secuestrada durante un a?o y medio por el entonces ministro de cultura Ricardo de la Cierva y puesta a disposici¨®n del ej¨¦rcito. La directora, Pilar Mir¨®, fue objeto de un proceso militar que dot¨® a 'El crimen de Cuenca' de una masiva publicidad gratuita (la ¨²nica pel¨ªcula censurada de la democracia) que se tradujo en un ¨¦xito de taquilla cuando por fin se estren¨® en 1981. Ver la escena aqu¨ª."Nada m¨¢s liberador que defecar", defend¨ªa el director Eduardo Casanova en su entrevista para ICON, "Pieles' habla de eso: de liberarse o no. Y una manera es acudir a lo fisiol¨®gico; anulando o variando partes del cuerpo que nos sirven para comunicarnos o liberarnos". 'Pieles' presenta un mundo de seres humanos con deformidades f¨ªsicas y emocionales, y desaf¨ªa al espectador enfrent¨¢ndole a im¨¢genes dif¨ªciles de explicar y a¨²n m¨¢s complicadas de asimilar. En una escena, una mujer con obesidad que se ha tragado unas joyas desenrosca la alcachofa de la ducha para facilitar el tr¨¢nsito intestinal y lo que ocurri¨® despu¨¦s te sorprender¨¢. Lo dicho, 'Pieles' no es f¨¢cil de explicar. Lo mejor es verla, lo inquietante es hacerlo sin apartar la mirada. Ver la escena aqu¨ª.