Paco Lobat¨®n: ¡°El tiempo no me ha endurecido, al contrario, tengo la piel m¨¢s fina¡±

Paco Lobat¨®n tiene una mano en cabestrillo y una herida en la nariz. Unas noches antes de esta entrevista tropez¨® con un socav¨®n en la acera y se fue estrepitosamente al suelo. Cuando intentaba incorporarse ¨Caturdido, sangrando¨C pas¨® por su lado un chico. ¡°Ni siquiera se quit¨® los auriculares, me esquiv¨® y no mir¨® atr¨¢s¡­ Es una triste met¨¢fora de c¨®mo vivimos¡±, dice el periodista con ese aire amable y melanc¨®lico tan suyo. Heridas aparte, con 65 a?os est¨¢ igual, porque lo que importa es la voz. Bueno, y el bigote, que ah¨ª sigue, algo m¨¢s corto, algo m¨¢s cano.

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La an¨¦cdota del tipo que pasa de largo contrasta con la palabra que m¨¢s repite el entrevistado a lo largo del d¨ªa: solidaridad. Esa que mov¨ªa la colaboraci¨®n ciudadana del programa de TVE que le hizo famoso entre 1992 y 1998. Tan famoso que en una encuesta los espa?oles le eligieron como el presidente del Gobierno que les gustar¨ªa tener. ¡°Est¨¢s jodido", le dijo una vez un directivo televisivo, "?te has convertido en un fen¨®meno adverbial!¡±: por ejemplo en ¡°esto no lo encuentra ni Lobat¨®n¡±. ¡°Incluso hab¨ªa chistes¡±, recuerda el periodista. ¡°Mi favorito es uno mu de ni?o shico", dice, sacando su acento jerezano: ¡®?D¨®nde vas Caperucita?¡¯, ¡®Qui¨¦n sabe d¨®nde... Lobat¨®n, qui¨¦n sabe d¨®nde...¡±.

La solidaridad fue tambi¨¦n protagonista?de los documentales y festivales (sobre saharauis, Chiapas, drogas, derechos humanos...) que se dedic¨® a producir cuando le quitaron del prime time, y es el motor de QSD Global, la fundaci¨®n que preside, creada el 9 de marzo de 2015, D¨ªa de las personas desaparecidas sin causa aparente. ¡°Con el programa creci¨® en m¨ª un compromiso y cuando acab¨® continu¨¦ vinculado con las familias y las asociaciones, hasta que los casos se convirtieron en causa¡±, dice Lobat¨®n que hoy acompa?a a La Ma?ana de la 1 a Juan Antonio y Emilia, hijo y hermana de las desaparecidas Francisca Cadenas y Manuela Chavero. QSD tuvo una secci¨®n fija en este programa que acab¨® el a?o pasado, ahora le llaman de vez en cuando.

Por los pasillos del estudio que fue su casa, Lobat¨®n saluda a redactores y maquilladoras. No se separa de los familiares, que le tratan con confianza y cari?o. ¡°Por desgracia es la primera vez que nos vemos en una situaci¨®n as¨ª, estamos muy perdidos, Paco nos gu¨ªa¡±, dice Juan Antonio. Lobat¨®n conoce los pormenores de su caso, ha intercedido con la Guardia Civil, le ha puesto en contacto con abogados, le aconseja qu¨¦ decir y qu¨¦ guardarse en la tele... Tambi¨¦n sabe que el chico quiere estudiar, si va o no al psic¨®logo, c¨®mo lo lleva. ¡°Son momentos de mucha vulnerabilidad para las familias, la incertidumbre es corrosiva y se encuentran abandonadas¡±, dice el periodista. ?No agota tanto drama? ¡°El tiempo no me ha endurecido ante la desgracia ajena, al contrario, tengo la piel m¨¢s fina¡±.

En el directo cuela las cifras que repite decenas de veces al d¨ªa: entre 2010 y marzo de 2017 desaparecieron en Espa?a 121.118 personas, de las cuales 4.164 a¨²n siguen en paradero desconocido. ¡°Una realidad social as¨ª necesita un espacio fijo, no basta con apariciones espor¨¢dicas en programas que son como r¨ªos, donde luchas con tu barquito contra otros mil contenidos¡±, dice Lobat¨®n mientras en La ma?ana de la 1 pasan de una pieza sobre Chabelita Pantoja a otra para elegir bien un Jabugo. ¡°Al matinal le rellenas un hueco, pero las familias no obtienen resultados tangibles, en Qui¨¦n sabe d¨®nde solucionamos el 70% de los 1.500 casos que emitimos... La solidaridad necesita tiempo y continuidad¡±.

Por ello lleva casi dos d¨¦cadas intentando que el programa vuelva a la parrilla. Todav¨ªa no sabe por qu¨¦ se acab¨®. ¡°Llev¨¢bamos seis a?os, ped¨ª un descanso para no caer en la rutina... Y nunca me llamaron para volver¡±. Esta misma tarde se reunir¨¢ con directivos en Prado del Rey para vender un formato 2.0 de QSD: ¡°Entonces solo ten¨ªamos un n¨²mero 900, ahora las redes sociales abren un mundo de posibilidades, pero todav¨ªa necesitan el empuje de la tele¡±. ?l preferir¨ªa no aparecer mucho: ¡°Yo no necesito un programa, pero el tema lo merece¡±.

?Qu¨¦ aport¨® al ¨¦xito fulminante del formato? ¡°Medida y contenci¨®n", afirma. "Yo ven¨ªa de la crema y nata del periodismo ¨Cde hacer informaci¨®n parlamentaria, acompa?ar a los Reyes, presentar telediarios¨C, cuando me enfrent¨¦ a esas familias desgarradas, a una dimensi¨®n de sufrimiento con la que nunca hab¨ªa trabajado, as¨ª que lo hice con mucho cuidado y respeto". ¡°Hab¨ªa mucha presi¨®n para ir m¨¢s all¨¢",?dice refiri¨¦ndose al morbo, a la tele basura, "por parte de la cadena, para maximizar la rentabilidad; pero tambi¨¦n por parte de la propia audiencia; sin embargo, siempre tuve claro que el programa no necesitaba m¨¢s, sino menos¡±.

Un d¨ªa se encontr¨® dos desagradables sorpresas en un directo: ¡°Me pasaron al tel¨¦fono a un menor y me sentaron al vidente Octavio Acebes para hablar de un caso... Ah¨ª me plant¨¦¡±. Apenas llevaba una temporada; pero dijo que se iba. Se lleg¨® a publicar que Mar¨ªa Teresa Campos le sustituir¨ªa. Al final Lobat¨®n consigui¨® hacerse con la producci¨®n del espacio para controlar sus contenidos. Lleg¨® a tener un equipo de 68 personas y un edificio propio para RedAcci¨®n7, su productora, bautizada as¨ª por ser el s¨¦ptimo de los 10 hijos de un funcionario del Servicio del trigo.

?l ha tenido tres, una chica adolescente y dos treinta?eros (una m¨¦dico y un arquitecto) que eran ni?os y viv¨ªan en Valencia cuando sal¨ªa por la tele. ¡°Tambi¨¦n amenac¨¦ con dejar el programa si lo pasaban al fin de semana; he sido un padre muy vocacional, ten¨ªa que ver a mis hijos¡±, cuenta Lobat¨®n rodeado de premios TP y carteles de sus programas en la peque?a oficina de su fundaci¨®n.?

Su caracter¨ªstico bigote se lo hab¨ªa dejado a?os antes en la c¨¢rcel, donde pas¨® un mes y medio tras ser detenido por trostkista y apalizado por el mism¨ªsimo Billy el Ni?o. Decidi¨® entonces, 1973, exiliarse en Ginebra y vivir como refugiado pol¨ªtico hasta la muerte de Franco. Al volver le toc¨® hacer la mili. ¡°Chaval, con tu pasado, si vas a mandar una carta a la novia o a quien sea, ¨¦chala cuando salgas de permiso¡±, le recomend¨® un mando. ¡°Ves¡±, dice Lobat¨®n, ¡°en todas partes hay gente buena dispuesta a ayudar a los dem¨¢s¡±.

Le recordamos por¡­ Su templanza, su solidaridad con las v¨ªctimas, su credibilidad ante temas sensibles de caer el amarillismo y, sin duda, su bigote.

Momento de m¨¢xima popularidad¡­ Entre 1992 y 1998 present¨® Qui¨¦n Sabe D¨®nde en TVE1.

A qu¨¦ se dedica ahora... Tiene una fundaci¨®n de b¨²squeda de personas desaparecidas, una productora audiovisual y un proyecto para traer de vuelta el programa que le convirti¨® en icono televisivo.