Verano de 2017

Tal vez dentro de muchos a?os para unos ni?os que ahora juegan en el jard¨ªn de la casa junto al mar este verano de 2017 ser¨¢ recordado como el de aquellas vacaciones en que unas golondrinas hab¨ªan hecho su nido en una viga de la terraza. Llegaron en abril, la hembra eligi¨® un macho de su gusto para aparearse y juntos comenzaron a pegar con el pico peque?as cargas de barro y terminada la obra, ella puso cinco huevos blancos con motas negras y los dos por turno los incubaron. Esta era su segunda nidada. Hubo que apartar algunos sillones y poner un peri¨®dico abierto en el suelo. ?Qu¨¦ pasaba en el mundo mientras tanto? Peque?os excrementos de golondrina ca¨ªan sobre una p¨¢gina en la que se pod¨ªa leer: bombardeo en Alepo, un suicida causa otra carnicer¨ªa en Irak. A las tres semanas asomaron por el filo del nido cinco polluelos con la boca siempre abierta que los padres trataban de saciar con al menos 300 viajes al d¨ªa trayendo insectos que cazaban en el aire. A uno de los polluelos, al m¨¢s d¨¦bil, en la pelea feroz por la comida lo expulsaron del nido sus hermanos. Una ma?ana apareci¨® muerto sobre el titular del peri¨®dico que daba el naufragio de otra patera con un centenar de inmigrantes ahogados en el mar de Albor¨¢n. Los ni?os lo enterraron con l¨¢grimas bajo el limonero, pero la lucha fratricida por la vida continuaba. D¨ªas despu¨¦s otro polluelo cay¨® del nido y expir¨® sobre la noticia de una matanza en Afganist¨¢n y en el jard¨ªn hubo otro entierro. Los tres hermanos m¨¢s fuertes crecieron, un d¨ªa abandonaron el hogar, los padres los siguieron alimentando posados en un hilo; los ense?aron a volar, a cazar y cuando aprendieron la lecci¨®n, desaparecieron. Dentro de muchos a?os de estas vacaciones los ni?os no recordar¨¢n otro acontecimiento; ser¨¢ aquel verano de 2017 en que enterraron dos polluelos de golondrina bajo el limonero.